Guión: Andy Kubert.
Dibujo: Andy Kubert.
Páginas: 112.
Precio: 13,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Mayo 2014.
Damian Wayne fue un personaje llamativo desde el principio. Grant Morrison se empeñó en incorporarle a la continuidad a partir de una historia que se aceptaba normalmente como ajena a la misma, Hijo del demonio. Fue siempre un Robin malencarado, agresivo y violento, completamente ajeno a la tradicional figura del sidekick que encarnó mejor que nadie Dick Grayson, y poco a poco se fue ganando un hueco en la mitología de Batman, para algunos incluso de honor. Damian. Hijo de Batman viene a ser una consecuencia de ese aprecio al personaje que aparentemente no ha dejado de crecer desde su primera aparición en 2006. Y es, al mismo tiempo, un título importante porque supone el debut como autor completo de Andy Kubert. No es raro que haya escogido este proyecto, puesto que fue él quien dibujo la historia en la que Morrison incorporó a Damian a la continuidad. Y tampoco es extraño que haya buscado un relato alternativo, al estilo Elserworlds, para dar así rienda suelta a toda su imaginación. El resultado, aunque en algunos momentos se nota esa falta de experiencia como guionista, es bastante atractivo y permite a Kubert salir airoso y ofrecer un más que digno entretenimiento.
Uno de los aspectos que mejor acabaron funcionando con Damian fue su dinámica con el Batman de Dick Grayson. Kubert se enfrenta aquí al reto de darle una identidad propia y por separado, sin compañero ni mentor. Esta es una historia de Damian Wayne, aunque se cruzan en su camino todos los personajes que tienen relación directa con él. Se agradecen esos guiños de Kubert, como también que haya sabido centrar el relato en el dilema que arrastra el personaje desde su creación, el imposible nexo entre los métodos de la Liga de Asesinos con los que le educó su madre, Talia Al Ghul, y el estricto código de honor de Batman para hacer el bien, el que le impuso Bruce Wayne. Incluso aunque tenga razones que lo justifiquen, ¿Robin, y por extensión el Batman en que se convierte Damian, ha de matar o no? Siendo preciso en los acontecimientos y adecuado en los diálogos, Kubert convence menos con la narración en off que hace en los cartuchos de texto, que pocas veces termina de completar lo que ya es capaz de mostrar de otras maneras. El hecho de que muchas cuestiones queden abiertas habla del deseo de Kubert de no cerrar puertas para el futuro, pero de momento sí se puede decir que ha sabido gestionar este futuro alternativo de los personajes.
Como ilustrador, Kubert mantiene toda la espectacularidad que se le recuerda de trabajos anteriores. No hay nada excepcionalmente nuevo, porque el diseño de ese Robin algo más adulto y del Batman en que se convierte Damian ya se habían visto en otras historias anteriores, pero sí el trazo clásico del autor, capaz de entender la épica de la historia que narra (con splash pages sencillas o dobles bastante intensas), pero también los pequeños momentos (como el discurso de Damian ante su padre después de ponerse el traje de Batman por primera vez). Kubert se beneficia del atractivo que siempre tienen las historias ambientadas en posibles futuros, pero marca un buen camino. Quizá lo más frustrante para el lector es que la historia quede deliberadamente incompleta y abierta, pero el retrato del protagonista y de sus dilemas morales es lo suficientemente interesante como para que eso, la acción, quede en un buen segundo plano. Damian. Hijo de Batman ha de entenderse como heredera directa de la etapa de Grant Morrison con el Caballero Oscuro y su encaje más natural es precisamente como continuación de aquella. Y eso no deje de ser una divertida paradoja, viendo el destino que Morrison reservó a Damian.
El libro incluye los cuatro números de la miniserie Damian: Son of Batman, publicados originalmente por DC Comics entre octubre de 2013 y enero de 2014. Como contenido extra, el volumen presenta varios artículos sobre la historia y el autor firmados por David Fernández y las cubiertas originales de la serie, realizadas por Andy Kubert, y las alternativas, de Tony Daniel, Chris Burnham, Dustin Nguyen y Patrick Gleason.