‘Feltrinelli’, de Guille García, Aitor Iturriza y Nacho Nava

Editorial: Altamarea.

Guion: Guille García Santos, Aitor Iturriza Mendia.

Dibujo: Nacho Nava Laiz.

Páginas: 224.

Precio: 23,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2024.

Cada día parece más evidente que el auge de la biografía como género narrativo está justificado en la ruptura de sus normas más básicas, y Feltrinelli viene a demostrarlo con una elegancia sobresaliente. Con guion de Guillermo García y Aitor Iturriza y dibujo de Nacho Nava, la biografía de Giangiacomo Feltrinelli cumple con dos objetivos fundamentales. El primero es, como decíamos, romper la estructura clásica de la biografía, creando la historia de una persona fascinante pero sin tener que pasar por todos los episodios de su vida, sin tener que obligarse a encontrar un punto de ruptura en su niñez, sin pasar por referencias familiares obligadas, sin ver su ciclo de estudiante, pero a la vez mostrando al Feltrinelli más auténtico, uno que se reconoce claramente en sus pensamientos y en su mundo, el interior y el exterior. Y el segundo, fundamental en toda biografía que se precie, generar en el lector la sensación de que hay que saber más sobre la figura retratada, haciendo que este libro sea en realidad un comienzo en la relación del lector con el protagonista y con el camino que siguió en la vida. El ansia que despierta el libro en el lector es tan sensacional que pocas veces habrá tenido más sentido la página de bibliografía que hay al final, el empujón más claro para seguir conectados a Feltrinelli y, sí, volver a esta novela gráfica en otro momento.

El gran mérito de García e Iturriza es la imagen que dan del protagonista. Nada idealizada, precisa, meticulosa. Y eso, obvio, incluye facetas que no tienen por qué hablar bien de él. Lógicamente, es un tipo obstinado e idealista, un luchador, un revolucionario, alguien que quiere cambiar el mundo y que no le importa hacerlo desde los libros pero también desde sus acciones políticas, y planteando si esas dos ejes no son en realidad el mismo, al menos desde el punto de vista de Feltrinelli. Al protagonista, de hecho, no le escuchamos demasiado porque los escritores no solo escogen de una manera muy inteligente los episodios y los personajes que merecen la pena para trazar su retrato, sino que también quieren que los cartuchos de texto hablen por sí solos. Feltrinelli no solo habla de su protagonista, sino de sus ideales, de sus contactos. Hay un momento en el que el libro se asoma a la figura de Fidel Castro o del Ché Guevara con el mismo cariño narrativo que pone con Feltrinelli, o que se convierte en el retrato de cómo llegó a publicarse El Doctor Zhivago más allá del papel del editor. Aunque pueda dar la sensación de que picotea, en realidad está dando lo esencial para que entendamos la historia, el panorama más amplio y la figura que necesitamos comprender. Al salir de Feltrinelli es muy fácil sentir por él la misma fascinación de sus escritores.

Blanco, negro y leves pinceladas de color son los elementos esenciales que usa Nava para dar forma a Feltrinelli, y el resultado es brillante por varias razones. La primera, porque sabe moverse muy bien en los silencios. El libro transmite cómo es el personaje, y hacerlo con y sin palabras tiene mucho mérito. Segundo, las sensaciones: traspasan la página, y seguramente la mejor forma de comprobarlo es ver la manera en la que trata la figura de la mujer y cómo la aprecia el propio Feltrinelli, como si hubiera un foco invisible, a veces marcado por el color y a veces simplemente por la puesta en escena. Y en esto segundo destaca de una forma especial, por la manera en la que arrancan los episodios, por el retrato de los personajes históricos, por los mencionados toques de color, también por el uso del blanco y del negro, con una predominancia alternante. Al final lo más fascinante en lo visual es que sabe moverse entre el silencio y la palabra, entre los hechos y las emociones, lo cual siendo una biografía parece todavía más difícil de conseguir. Feltrinelli es una obra de género, sí, es un retrato de un personaje histórico más o menos desconocido para muchos, pero se desenvuelve con inteligencia y eficacia por vías que se escapan a lo previsible, y eso es al final lo que hace que compartamos la fascinación por ese protagonista tan especial.

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