‘Wonder Woman. Tierra muerta’, de Daniel Warren Johnson

Editorial: ECC.

Guion: Daniel Warren Johnson.

Dibujo: Daniel Warren Johnson.

Páginas: 200.

Precio: 36 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2024.

A estas alturas, es indiscutible que la de Daniel Warren Johnson ha sido una de las irrupciones más interesantes en el mainstream americano de los últimos años. Su rompedor estilo visual, poco que ver con los cánones más aceptados en el cómic de superhéroes contemporáneo, tiene buena parte4 de la culpa, pero es que además sus ideas están tan locas como lo es su trazo, y eso le permite explorar terrenos que de otra manera quedarían vírgenes y olvidados. No es que haya nada especialmente original en asomarse al futuro de un superhéroe, y mucho menos si estamos hablando de un escenario postapocalíptico, pero lo que Johnson hace en Wonder Woman. Tierra muerta es una bestialidad. No solo es fiel a la esencia de un personaje tan complicado de escribir como el de Diana, sino que además encuentra un escenario desolador a todas luces, en su planteamiento y en su desenlace, en el que encaja a la perfección. Estamos acostumbrados a ver a una Wonder Woman segura de sí misma, como un personaje de luz y esperanza, y que Tierra muerta sepa aceptar esa base y llevarla a terrenos bien distintos es un ejercicio de genialidad que no se puede dejar pasar. Por eso esta es una de las grandes historias del personajes de los últimos años y, a la vez, una definición perfecta de una heroína única.

El mérito de Johnson está en la paradoja, en la contradicción. ¿Es posible definir a Wonder Woman desde la ausencia total de esperanza? ¿Desde un escenario de destrucción absoluta? ¿Desde un nivel de violencia que supone una confrontación total con la idílica visión que tenemos de la Diana más cálida? Es increíble que la respuesta a todas esas preguntas sea afirmativa, que funcione tan bien el misterio sobre cómo hemos llegado a este punto, sobre la forma en la que Diana ha sobrevivido y por qué no recuerda nada del pasado reciente, y que el relato del presente, con sus retos, sea igualmente atractivo e interesante. La de Tierra muerta es una historia cargada de dilemas morales, de dudas que se asoman a lo más íntimo de la personalidad de Diana. Es una historia en la que se ponen a prueba los fundamentos más elementales de su forma de ser y proceder, de su mismo código como amazona, como mujer, como heroína. Y estar tan cerca de todos esos conceptos, aunque sea contando algo que lleva al límite todas sus convicciones, es precisamente lo que hace de Tierra muerta una joya, un clásico moderno, una historia a la que resulta complicado encontrarle alguna pega, una vez que se ha hecho el ejercicio, prácticamente inmediato, de asimilar las normas del universo en el que nos vamos a mover.

Johnson, lo hemos dicho, es un autor que destaca precisamente por un estilo visual muy rompedor y distinto. Su Wonder Woman no siente la necesidad de presentarse en formas femeninas sexualizadas o perfectas para ser el personaje que todos conocemos. Y eso tiene su riesgo, porque es fácil asumir que esos físicos imposibles son parte esencial del cómic de superhéroes y, por tanto, una de las razones por las que los lectores se asoman a él con tanta frecuencia. Pero su puesta en escena es tan brutal que cualquier prejuicio se desvanece de inmediato. Igual que, de la forma contraria, su manera de entender la narración gráfica ayudará a que lectores que no tengan una opinión demasiado amable del superhéroe entiendan que son personajes con los que se pueden contar historias tan maravillosas como esta. Tierra muerta, desde luego, se merece todos los parabienes que podamos imaginar, y casi parece que se quedarían cortos para los logros que alcanza un Johnson que, aquí, está literalmente en la gloria, desarrollando una historia magnífica y dando una nueva vida, en todo caso diferente, a un personaje que permite ser mostrado desde puntos de vista radicalmente diferentes. Este lo es y, sin embargo, encaja con todo lo que sabemos de Wonder Woman. Qué fácil parece hacerlo y qué difícil es en realidad.

El volumen incluye los cuatro números de Wonder Woman: Dead Earth, publicados originalmente por DC Comics entre diciembre de 2019 y agosto de 2000. El contenido extra lo forman las cubiertas originales y un portafolio de bocetos.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.