CÓMIC PARA TODOS

‘Lo que (me) está pasando. Diarios de un joven emperdedor’, de Miguel Brieva

9788416195015Editorial: Penguin Random House / Reservoir Books.

Guión: Miguel Brieva.

Dibujo: Miguel Brieva.

Páginas: 112.

Precio: 18,90 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Marzo 2015.

Inclasificable. Ese es el mejor adjetivo que se puede aplicar a Lo que (me) está pasando, esta primera novela gráfica del escritor, dibujante, animador y músico Miguel Brieva. Es inclasificable porque es un relato general sobre la crisis, general y analítico, pero al mismo tiempo es una vivencia muy personal, y casi intransferible (de ahí el subtítulo de Diarios de un joven emperdedor y la misma estructura del tebeo), la de un joven de 32 años sin trabajo y sin demasiadas esperanzas en el futuro. Inclasificable, porque es al mismo tiempo una historia de importante ramificación realista, pero con una exposición a la ciencia ficción, a la fantasía y a la ensoñación que se escapa al tono documental que podría haber tenido. Y es inclasificable porque es una novela gráfica que no quiere serlo, porque es un término que no le gusta al autor, como ha dicho en algunas entrevistas. Así pues, ¿qué es en realidad Lo que (me) está pasando? La respuesta, probablemente, será propia de cada lector que se asome a la obra, pero sí se puede aventurar que hay mucha indignación y rebeldía, mucha valentía, y una narración compleja que emparenta a Brieva con el cómic underground norteamericano pero sin llegar a entrar en su terreno. Lo dicho, inclasificable. Pero satisfactorio precisamente porque cumple el objetivo de hacer pensar.

El detalle clave para que ese propósito se convierta en una realidad está en que el protagonista que dibuja Brieva permite una fácil identificación. Lo que le sucede, lo que está anclado en la realidad, es algo que han vivido muchos españoles de su edad en los últimos años. En cambio, lo que imagina y lo que sueña es lo que lleva el relato a un terreno diferente, más ambicioso. Esas imágenes no son más que el reflejo de la terrible realidad, y Brieva las utiliza como metáforas de los peligros que hay ahora mismo para cualquier trabajador. Es verdad que el núcleo de la historia invita a pensar en los jóvenes, pero hay en Lo que (me) está pasando suficientes elementos como para extender su diagnóstico a toda la sociedad, como por ejemplo el discurso y la situación del padre del protagonista. Y no parece tampoco casual que el escenario en el que Brieva dibuja su portada, el primer elemento que introduce al lector en el mundo que ha imaginado (¿o retratado?) sea la madrileña Puerta del Sol, lugar de la acampada del 15-M. Parados que se sacan de la realidad, medios de comunicación que no cumplen con su objetivo social, proyectos de vida que se ven truncados por la situación laboral y económica de las personas, todo eso son detalles que se ven en el tebeo y que colocan a Brieva como un indignado que rehuye de las etiquetas generales en su propia visión de la realidad.

La realidad es otra de las claves. Su dibujo es realista, sencillo y cercano. La empatía con sus personajes es tan directa que por eso el salto a la fantasía y a la pesadilla es tan siniestro y, a la vez, tan auténtico. Brieva se muestra casi como un fotógrafo de la cotidianidad y cuando el lector está desprevenido, habituado a esa realidad en la que vive en este joven emperdedor del subtítulo, le sorprende con una imaginería visual apabullante, desasosegante e incluso aterradora por momentos. El poder de la metáfora no sólo lo circunscribe Brieva a los temas que trata, también a los dibujos con los que plasma su relato. El autor utiliza con mucho acierto dos elementos visuales sin los que Lo que (me) está pasando no habría tenido la misma fuerza. Por un lado, la tipografía, la letra con la que el protagonista escribe el diario, logrando una directa conexión emocional con el lector. Por otro, el color, pinceladas de tonalidades muy concretas que inundan unas páginas de color sepia y un trazo de color negro para las formas. No es un tebeo subversivo destinado únicamente a rebeldes que no acepten la realidad social que les ha tocado vivir, pero al mismo tiempo se mueve a la perfección en ese escenario. No es un retrato pesimista y carente de esperanza, pero también se mueve en ese amplio espectro emocional sin problemas. Es eso, una experiencia narrativa superlativa en muchos sentidos.

El volumen no tiene contenido extra.

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Esta entrada fue publicada en 2 junio, 2015 por en Cómic, Miguel Brieva, Randon House Mondadori y etiquetada con , , .

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