CÓMIC PARA TODOS

‘Rogue Sun 2. Hellbent’, de Ryan Parrott y Abel

Editorial: Norma.

Guion: Ryan Parrott, Nick Cotton.

Dibujo: Abel, Zé Carlos, Marco Renna.

Páginas: 160.

Precio: 23 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Enero 2024.

Es bastante lógico que a la presentación de un personaje le siga un segundo seco argumental que afiance, o al menos lo intente, los puntos esenciales que tienen que convencer. Rogue Sun (aquí, reseña de su primer volumen) empezó de manera correcta y eso mismo se puede decir de este segundo volumen, Hellbent. Ryan Parrott y Abel disfrutan con el género y aprovechan esa hoja en blanco que les da empezar de cero para hacer su propio superhéroe, uno cuyos problemas tienen una evidente base familiar y de cuya mitología todavía estamos recibiendo información para entenderla en profundidad. El entretenimiento, en todo caso, fluye con naturalidad, con una buena puesta en escena, con el atractivo visual que cabe esperar de este tipo de relatos y complicando la trama desde puntos de vista previsibles pero también desde otros que cuesta más ver por adelantado, empezando por el delicioso número inicial que hace homenaje a aquellos libros de los años 80 en los que el lector iba eligiendo su propia aventura, solo que aquí lo hacemos en formato de cómic. Rogue Sun se queda así en una suerte de terreno intermedio, en el que sí se siente una cierta frescura, también por el carácter rebelde juvenil de su protagonista, pero donde se interpretan códigos que en el género llegan funcionando ya muchas décadas.

Parrott juega bien sus cartas, con habilidad y ganas de disfrutar. ¿Qué quiere decir eso? Que hay mucha acción y un ritmo muy alto durante toda la lectura, haya o no trajes de llamativos colores de por medio. Cuando los hay, las claves son bastante obvias y propias del género, y quizá por eso lo más destacado y destacable de Rogue Sun está en todo lo demás, en el hecho de que seguimos los pasos de un adolescente no especialmente heroico en sus valores pero que tiene que aprender a ser un superhéroe, un muchacho que tiene problemas de respeto a la autoridad, de aprendizaje y hasta de ideales, aunque debajo de todo eso tenga un buen corazón y que le veamos casi más preocupado de su mejor amigo y de sus opciones de ir al baile del Instituto que de lo que tiene que hacer con la piedra que le da sus poderes. Hay muchas cosas de las que hemos mencionado que sí entran en el terreno de los lugares comunes, no pasa nada por reconocerlo, e incluso hay cierto caos a la hora de buscar enfoques originales una vez hemos sobrepasado ese divertidísimo número inicial, pero el caso es que todo es lo suficientemente dinámico como para disfrutarlo y hay muchas puertas abiertas, muchas más después de este segundo volumen, para seguir pendientes del camino que quiera coger la historia.

Además, lo hemos mencionado ya, el espectáculo está a buen nivel. Abel se maneja bien en el género, con ayuda de Zé Carlos y Marco Renna en dos de los capítulos. Ni hay nada que entre en el terreno de lo memorable, no va a redefinir el género, pero resulta complicado encontrarles flaquezas. Funciona muy bien el retrato de los personajes sin máscaras, casi incluso mejor que la que a priori tendría que ser la baza más rentable de un cómic como Rogue Sun. Pero es verdad que lo que más se acerca a lo tradicional es el encuentro del héroe con los villanos, ese momento en el que el bien y el mal confrontan a sus campeones. Ese caos del que hablábamos se ve ahí, con los trajes y los colores llamativos. Pero la esencia de Rogue Sun, ese componente humano que tanto bien hace a la serie, se plasma con mayor firmeza todavía cuando vemos a los personajes como son, cuando se dibuja y se tiene que sentir ese concepto de familia del que hablamos, cuando los rostros tienen que transmitir emociones, cuando el lenguaje corporal nos tiene que ayudar a entender secuencias en las que hay un peso emocional considerable ahí es donde Rogue Sun se asoma a algo distinto, y de hecho es más por ese lado por el que se disfruta del tebeo, al menos hasta este punto, cuando todavía estamos empezando a entender las normas fundamentales de este universo.

El volumen incluye los números 7 a 12 de Rogue Sun, publicados originalmente por Image entre octubre de 2022 y abril de 2023. El único contenido extra son las cubiertas originales de Marcelo Costa, Kath Lobo, Abel, Luana Vecchio, Francesco Manna, Jo Mi-gyeong, Chris Campana, Paris Alleyne y Carla Wyzgala.

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Esta entrada fue publicada el 27 febrero, 2024 por en Abel, Image, Marco Renna, Norma, Ryan Parrott, Zé Carlos.

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