CÓMIC PARA TODOS

‘Mytek el poderoso’, de Tom Tully y Eric Bradbury

Editorial: Dolmen.

Guion: Tom Tully.

Dibujo: Eric Bradbury.

Páginas: 192.

Precio: 29,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2022.

Parece mentira que el cómic británico de las décadas posteriores al ecuador del siglo XX siga siendo una especie de territorio a descubrir, en el que hay clásicos más o menos conocidos pero que, en realidad, siguen siendo grandes desconocidos para los lectores en general, y da gusto que haya iniciativas para recuperar algunos de sus títulos más emblemáticos. Mytek el poderoso es uno de ellos, y esta edición de la obra de Tom Tully y Eric Bradury es, sencillamente, un lujo. Y es que estamos ante una historia que, sin parecerlo, tiene mucho de rompedor. Muchos atribuimos a Mazinger Z, al manga y al anime en general, la creación de lo que prácticamente es un género, las historias de robots gigantes. Pues Mytek llegó mucho antes de que lo hiciera Mazinger, mezclando un concepto muy conocido, el del simio gigante que se adueño de la imaginación de varias generaciones desde que King Kong llegó a la gran pantalla allá por 1933, y el del robot del mismo tamaño. No hay simios, en realidad, en este libro, solo un gran robot que adopta su forma para aprovechar la superstición de los habitantes locales. Sí, todo es tan loco como suena y más rompedor de lo que seguramente se le reconoció en su momento… o seguramente se le reconocerá ahora. Pero es un clásico por muchas razones que ahora podemos redescubrir de la mejor manera posible.

En Mytek el poderoso se juntan dos grandes razones para disfrutar de la lectura. La primera, la hemos comentado ya, es su imaginativa idea. Juntar dos conceptos tan poderosos y hacerlo, además, en un escenario apropiado, con dosis de lucha de clases por tratarse de un invento de la élite en un mundo no tan avanzado, y sin que sea realmente el héroe de la función, como después lo fueron mecas como Mazinger, Voltron y otros parecidos, es algo que tiene mucho mérito. Pero es que, además, es una caja de sorpresas continua. Nunca se sabe cuál va a ser el siguiente paso de Tully y cualquier cosa era posible en la siguiente página, como solía ser norma en el cómic británico de estos tiempos y características. Es curioso que, encajando tan bien en un modelo, esta sea una obra tan fresca y entretenida. No hay complejos, no hay nada que sea demasiado descabellado para que veamos en acción a la criatura que da título a la serie. Y eso es algo maravilloso en un cómic de puro entretenimiento como este, que encontró conceptos innovadores seguramente sin buscarlos, simplemente con la idea de que el lector que cayera en las garras de esta aventura se sintiera en un lugar único. Y a fe que en nuestros días también lo consigue, como seguramente lo consiguió en su momento, porque es una obra inteligente y con muchísimo ritmo.

El dibujo de Bradbury está a la altura porque entiende bien el concepto de macroespectáculo que tiene la historia, uno en el que es tan importante que nos sintamos intimidados ante la presencia de un simio gigante como intrigados por el hecho de que sea, en realidad, un robot de gran tamaño. No es que haya una labor muy ardua para que entendamos la diferencia entre el ser mecánico que es en su interior y el animal que algunos ven desde fuera, pero hay tanta acción que se disfruta independientemente de lo logrado que veamos el concepto, porque sirve como si estuviéramos viendo a King Kong o a Godzilla de la misma manera que si esto fuera un Transformer o un meca japonés. Bradbury es muy detallista, hace un retrato de los personajes humanos muy logrado y firma un dibujo muy completo para el espacio, siempre escaso, que permiten las viñetas del cómic de aquellos tiempos. La historia de Tully y Bradbury es una pequeña gran gozada, una cargada de adrenalina y momentos sorprendentes que en ningún momento parece estirada de manera artificial. Su sentido del espectáculo es enorme, tanto como su gorila, y por eso es una obra que ha permanecido viva a pesar del paso del tiempo. Mytek es, lo decíamos, un clásico de su categoría porque supo servir en su tiempo, adelantarse a él en ciertos elementos y sobrevivir hasta aquí.

El volumen contiene material publicado en Valiant entre septiembre de 1964 y noviembre de 1965. El contenido extra lo forman una introducción de Carlos Portela, un epílogo de Steve Holland y una galería de cubiertas originales.

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Esta entrada fue publicada en 5 enero, 2023 por en Dolmen, Eric Bradbury, Tom Tully y etiquetada con , , .

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