Guion: Reinhard Kleist.
Dibujo: Reinhard Kleist.
Páginas: 176.
Precio: 30 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2022.
Cuando leímos Johnny Cash. I See a Darkness (aquí, su reseña), pudimos ver con claridad que Reinhard Kleist era un autor muy bien dotado para hablamos de música en cómic. Pues bien, Starman. Los años de David Bowie como Ziggy Stardust no hace más que confirmar aquellas sensaciones, con el añadido de estar ante una de las figuras más extravagantes que dio la música del siglo XX y el de que leemos aquí una parte de su biografía, que continuará en David Bowie en Berlín. Dicho todo esto, es también obvio que David Bowie no puede tener una biografía al uso. La suya tiene que tener un punto de referencia, de extravagancia, del narcisismo que también había detrás de la existencia de Ziggy Stardust, esa peculiar personalidad con la que Bowie se lanzó a por el estrellato, y lo que resulta fascinante del trabajo de Kleist es precisamente lo que se mueve entre la realidad y el mito, lo que confiere al artista ese aura alienígena sexy de la que quiso aprovecharse durante años y que tanto marcó su carrera, lo que podemos creer sin miedo porque surge de un sobresaliente trabajo de documentación y lo que completa esta biografía, lo que el autor está obligado a imaginar y que, al final, encaja en la vida de Bowie con la misma naturalidad. Para fans y para los que no lo son, hay mucho que rascar en esta novela gráfica.
Kleist sabe que se tiene que mover de manera constante en esas dos aguas, entre esos dos mundos tan aparentemente distintos pero que al final tiene que saber complementarlos, y las distingue bien en lo visual. No es lo mismo hablar de David Robert Jones, de Ziggy Stardust o del nuevo David Bowie que se forma de las cenizas del extravagante músico que se da a conocer al mundo. Y aunque todos son distintos, todos son también el mismo. La paradoja, en realidad, no es tal porque Heist explica muy bien el proceso y sabe dar voz a la leyenda. No tanto la musical, que también, sino en su caracterización. Starman no es tanto escuchar esta canción o el resto del repertorio del artista, que también, sino conocer el espíritu del artista en toda su extensión, en cómo se ve él mismo pero también en la forma en que le perciben los demás. Es un retrato interior y también comunitario. Y sí, es una biografía, pero no es una biografía al uso. David Bowie no puede tener un relato convencional puesto que no es un personaje al que podamos colocar ese adjetivo. Kleist lo sabe y conoce además la forma de que nos llegue de esa manera. Y Starman se convierte así en un viaje, uno personal, musical e incluso místico. No olvidemos que estamos siguiendo a un constructo, a alguien a quien el propio David Bowie ve en el espejo y habla con él.
Para dar forma a esta biografía, Kleist apuesta por el color como elemento conductor indiscutible que realce sus figuras, estilizadas y aparentemente sencillas. No podía ser de otra manera con un personaje tan visual como lo fue Ziggy Stardust, pero en la escala cromática hay también elementos con los que jugar y que usa con mucho criterio. Ziggy y David no comparten el mismo tipo de color. La entrada en la mitología del primero es un festival visual de luz y color, con el punteado clásico que nos remite al cómic de la época en la que esa figura adquirió relevancia en el panorama musical, buscando una falsa atemporalidad en su narrativa que funciona más allá de lo que el propio personaje central nos esté ofreciendo. Y la vida de David, lo más aburrido, siempre entre comillas, es más gris. Kleist da forma a diálogos y a puestas en escena, recrea momentos míticos con un vigor excepcional y asimilando el poderoso carácter icónico del protagonista. De esta manera, Starman deja de ser una biografía, aunque nunca abandone ese relato, y se convierte en una experiencia en la que vemos hoy acompañamos a ese hombre espacial que reaparece de manera persistente en el relato, como si de verdad Ziggy fuera alguien que no es de nuestro mundo. En realidad, a su manera, no lo era.
Carlsen publicó originalmente Starman: David Bowie’s Ziggy Stardust en noviembre de 2021. El único contenido extra es una galería de ilustraciones de Reinhard Kleist.
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