‘Musas de Gotham’, de Paul Dini, Tony Bedard, Guillem March y Andrés Guinaldo

Editorial: ECC.

Guión: Paul Dini, Tony Bedard, Scott Lobdell, Marc Andreyko, Guillem March, Peter Calloway.

Dibujo: Guillem March, Andrés Guinaldo, David López, Peter Nguyen, Jeremy Haun, Ramón Bachs.

Páginas: 320 / 304.

Precio: 30,70 / 29,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero / Abril 2018.

Los universos de superheroes están llenos de encuentros entre personajes. Cuanto más diferente es el carácter de los actores de esas colaboraciones, más interesante resulta el experimento. Esa máxima se lleva al extremo en Musas de Gotham, una serie que reunió a Catwoman, Hiedra Venenosa y Harley Quinn. Si se piensa, es un cóctel casi natural en un escenario de una agresividad imposible de superar. Son las tres mujeres que mayor ambigüedad han mostrado desde siempre en muchos sentidos, y por eso es tan divertido verlas juntas. En estos dos volúmenes se recoge la andadura completa de la serie, y aunque es entretenida de principio a fin, tampoco se puede esconder que lo mejor está al principio, cuando están al frente de las historias Paul Dini, un tipo que se las sabe todas sobre el mundo de Batman y que escribe personajes femeninos con una precisión exquisita, y Guillem March, un dibujante que lleva la belleza y la exuberancia de la mujer a terrenos difícilmente imitables. La serie sabe vivir bien de las rentas que ambos dejan, pero hay diferencia entre esos primeros números y el resto. Lo mejor, que hay una historia de fondo y la serie nunca se dejó llevar, nunca fue únicamente una manera de juntar a mujeres atractivas para que el dibujante de turno se luciera.

Muchas veces la continuidad es un obstáculo casi insalvable, que lleva a las series a condenarse en la búsqueda de una lógica que se aprecia más en otras cabeceras, pero en Musas de Gotham eso fue un elemento a favor, sobre todo por Catwoman. Su aparente debilidad física por acontecimientos anteriores y su conocimiento del secreto de la identidad de Batman sirven como base de los mejores momentos. Dini, que de esto sabe mucho, nos ofrece una serie tremendamente violenta sin que lo parezca, y cuando Tony Bedard y Peter Calloway recogen lo que él siembra saben adecuarlo a las personalidades de Hiedra y Harley, encontrando todos ellos elementos que potencian la relación entre las tres mujeres (cinco, en realidad, porque a la fiesta se acaban sumando Zatanna y Talia). Y, aquí está la gracia, no hablamos de relación de amistad o colaboración. También de enfrentamiento. Es tremendamente divertido y eficaz ver que, en muchas ocasiones, la voz de la cordura es Harley Quinn. Y que Hiedra Venenosa y Catwoman son dos mujeres duras, muy individualistas y claramente enfrentadas que hacen auténticos malabares para que su relación no salte en pedazos y se lleve media Gotham por delante. De la conclusión de Calloway se agradece que sepa redondear la serie de una manera tan acertada.

 

Musas de Gotham, visualmente, es Guillem March. No solo por sus extraordinarias portadas, en las que demuestra el formidable manejo que tiene del cuerpo femenino, sino también por los números completos que dibuja. Una de las características más notables de su trabajo es saber dar un físico diferente a las tres protagonistas. No se mueven igual, no tienen el mismo lenguaje corporal. Lo fácil es dejarse llevar, aplicar un modelo y a correr, pero para March el objetivo es otro y por sus páginas son tan buenas y espectaculares. Por eso, más incluso que la salida de Dini, lo que hace daño a la serie es que March deje de dibujarla. Y no es que lo que viene por detrás sea malo, ni mucho menos, pero March es tan personal y tiene un trazo tan definido y que le sienta tan bien a una serie protagonizada por mujeres, que cualquier cambio va a producir que se le eche de menos. Andrés Guinaldo, en todo caso, es quien asume más páginas desde la salida de March y realiza un trabajo bastante convincente. Musas de Gotham cumple con lo que promete. No es una serie que haya hecho historia, pero gustará mucho a los seguidores de cualquiera de sus tres protagonistas, porque las aprovecha con inteligencia y sabe jugar con sus universos, con Batman, con el Joker, con criaturas mitad hombre y mitad planta, con todo lo que hace de Harley, Hiedra y Catwoman personajes fascinantes.

Los dos volúmenes contienen los 26 números de Gotham City Sirens, publicados originalmente por DC Comics entre junio de 2009 y agosto de 2011. El único contenido extra son las portadas originales de Guillem March y J. G. Jones.

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