‘Legado en los huesos’, de Ernest Sala

Editorial: Planeta Cómic.

Guión: Ernest Sala.

Dibujo: Ernest Sala.

Páginas: 120.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2017.

Es evidente que La trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, está de moda. Al éxito de las novelas se ha sumado ahora la adaptación cinematográfica del primer libro, El guardián invisible. Pero el cómic llegó antes. A finales de 2014, Ernest Sala adaptó con bastante acierto la primera parte de las aventuras de Amaia Salazar, una inspectora de policía que se ocupa de resolver un asesinato ocurrido en Navarra. Viendo el buen resultado y asumiendo desde el principio que estamos ante una trilogía, era de esperar que la continuación llegara más pronto que tarde. Y Legado en los huesos no solo satisface las expectativas sino que las supera. Sala ha alcanzado un punto de madurez interesante como narrador y como ilustrador, como demuestra el hecho de que para adaptar este segundo libro ha utilizado más páginas. Lejos de resentirse la lectura o hacerse más pesada, todo lo que vemos se antoja como necesario, sobre todo, para generar un estado de tensión continuo a lo largo de la lectura, más sobrecogedora y sobrenatural de lo que suponía El guardián invisible. Así, este acaba siendo un muy buen ejemplo de que el cómic español sigue aprendiendo a apreciar el valor de la franquicia, la importancia de la adaptación y lo necesario que es apelar a públicos diferentes para ofrecerles versiones a la vez diferentes de una misma historia.

No hay que perder de vista en ningún momento que estamos ante un relato de misterio, un thriller en el que hay tres elementos que cobran la misma fuerza. Por un lado, su protagonista, Amaia, que aquí ya es una madre que busca conciliar su vida con su trabajo. Por otro, el misterio, que va acechando a la inspectora desde varios frentes y adentrándose en su esfera personal. Pero también cuenta y mucho el escenario. No es La trilogía del Baztán por nada, y da gusto ver lo bien que integra Sala los escenarios en la historia de Dolores Redondo. Pero sobre todo lo que impresiona de Legado en los huesos es el ritmo y la atmósfera. No es un relato de terror. Pero lo acaba pareciendo. Y eso no es nada fácil de conseguir. Sobre todo porque llega desde varios frentes, algunos muy cotidianos y otros abiertamente fantásticos y sobrenaturales, dando lugar a escenas bastante aterradoras y sorprendentes. Sala, siguiendo la estela de Redondo, perfila bastante bien a su protagonista en primer lugar, pero también al resto de los personajes, incluso a los que parecen tener un papel bastante secundario como el inspector Montes pero que acaban teniendo su razón de ser en una historia muy bien estructurada y que cuando coge un ritmo endiablado logra que las emociones salten del papel a la imaginación del lector con una facilidad tremenda.

Sin menospreciar su trabajo de adapta sobre el papel la novela de Redondo, que es bastante notable, buena parte de esas sensaciones se deben a que Sala dibuja francamente bien. Da igual no haber leído los libros, e incluso no haber pasado por El guardián invisible, sea en su versión literaria original, la de cómic del mismo Sala o la reciente película, porque todo se comprende en las miradas. Sala dibujo unos personajes soberbios, expresivos, que no solo se mueven en la página sino que le dan vida. A priori siempre es más sencillo destacar en las escenas oníricas, más cuando son tan turbias como las que vemos en Legado en los huesos en la imaginación de Amaia, pero provocar terror desde la realidad es más complicado y Sala también lo consigue, sobre todo con la insana locura de Rosario en el círculo que supone hilar la primera viñeta de la obra con la última. Da la sensación de que Sala ha sabido hacer para las novelas de Dolores Redondo lo que Sylvain Runberg, José Homs y Man hicieron para Millenium (aquí, aquí, y aquí las reseñas de sus tres números), dar una vida especial en forma de cómic a lo que nació en las páginas de un thriller muy buen acogido popularmente. No todos los lectores llegarán a estas viñetas, y eso es una lástima porque el trabajo de Sala merece la pena para quienes conozcan La trilogía del Baztán y para los que no.

El volumen no tiene contenido extra.

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