Guion: Itaru Kinoshita.
Dibujo: Itaru Kinoshita.
Páginas: 192.
Precio: 9 euros.
Presentación: Rústica con sobrecubierta.
Publicación: Noviembre 2022.
Cuando las buenas intenciones de un primer volumen se consolidan en el segundo, es que el resultado de una serie es consecuente con lo que se buscaba en un primer momento. Dinosan (aquí, reseña de su primer volumen) era transparente, era la historia de un parque temático con dinosaurios vivos pero, lejos de las siniestras maniobras ocultas que hay en cada una de las entregas de Parque Jurásico, esto tenía que ser mucho más alegre, optimista y cercano. Por eso la protagonista es una joven idealista que empieza a trabajar en el parque, y por eso sus episodios, aunque tengan algún elemento más o menos dramático que permita que los personajes avancen correctamente. Todo lo bueno que había en la primera entrega sigue presente en la segunda, todas las posibilidades que tenía la propuesta para seguir encontrando episodios divertidos y agradables siguen abiertas e Itaru Kinoshita las mantiene todas muy vivas para mostrarnos cómo es el funcionamiento de este singular parque, este santuario de dinosaurios que cualquiera de nosotros se moriría por visitar. Parece evidente que ese es el encanto inicial de una historia que, mientras sepa mantenerse en esos parámetros, podría extenderse tanto como se quisiera. La frescura, desde luego, sigue más que presente en este segundo libro y da la sensación de que no tiene por qué agotarse pronto.
Si hay algo que resulta especialmente fresco en la mezcla no es tanto el hecho de contar con una protagonista femenina joven, que también ayuda, sino que tiene que ver con el hecho de que las historias que va encontrando Kinoshita encajan muy bien en el planteamiento. El cumpleaños de una tiranosaurio, el cuidado de una cría que no encaja en la manada, fallos de seguridad que puedan provocar accidentes… Son todo ideas que salen del mantenimiento de un zoo, digamos, normal, y se extrapolan con acierto a lo que sería un recinto de la naturaleza del que vemos en Dinosan. Seguro que también hay ideas que parten de Parque Jurásico y sus secuelas, pero esto es algo mucho más terrenal y accesible, y por eso funciona bien. No se trata de volver a experimentar el terror que desatan unas criaturas extinguidas en el mundo contemporáneo, sino de ver cómo sería el funcionamiento adecuado de un parque que contuviera a estos animales. Y sí, el tono es ligero, desenfadado incluso por momentos, pero es el que precisa este manga para ir construyendo su propio mundo. Y lo que demuestra que hay decisiones acertadas es que, teniendo un referente tan claro de haca dónde podría llevarnos este escenario por la acción y el drama, lo que leemos en Dinosan resulta perfectamente adecuado.
Y convincente, no solo por lo que nos cuenta sino por cómo lo vemos. Kinoshita nos da un recital de dibujo de dinosaurios, todos son creíbles como las criaturas que son y también en el entorno en el que ha decidido colocarlos, uno mucho más dócil y cotidiano. Es evidente que una serie de estas características no se puede sostener si no hay un retrato de dinosaurios que satisfaga al lector, tanto al que pueda encontrar fallos anatómicos o biológicos de forma evidente como a quien simplemente conozca a estas criaturas por el cine o la televisión, y por ese lado el resultado es muy satisfactorio. Es, de hecho, lo que permite que estas imágenes convivan con las de los humanos, que son los que tienen que aportar el espíritu al conjunto. Y ahí, partiendo desde la misma protagonista, Kinoshita realiza también un buen trabajo. Después de su segunda entrega, Dinosan sigue siendo una serie muy agradable de leer, uno de esos manga que hará las delicias de los amantes de los dinosaurios y que también se sostienen aunque no se tenga ese cariño especial por estos lagartos gigantes que en nuestra realidad están extintos desde hace millones de años. Aquí no, aquí son algo normal, y da gusto entrar en el enfoque que se nos propone, en una realidad alternativa que está bastante bien construida.
Shinchosha comenzó a publicar Dinosan en 2021.