‘Para siempre’, de Assia Petricelli y Sergio Riccardi

Editorial: Astronave.

Guion: Assia Petricelli.

Dibujo: Sergio Riccardi.

Páginas: 160.

Precio: 19,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2022.

Hay pocos temas más universales que el amor en la narrativa popular, y apurando un poco más podríamos hablar del primer amor. Incontables obras, cuantiosos autores han querido aportar su granito de arena a una tradición obviamente sobreexplotada pero que, por alguna razón, sigue abriéndose camino entre el público. Quizá sea por la nostalgia de lo vivido o de lo soñado, dependiendo del tono que tengan esas historias, pero a (casi) todos nos apasiona el ejercicio de seguir los primeros pasos de alguien en el terreno emocional y sentimental. Sucede en Para siempre, donde nuestra protagonista es Viola, una adolescente que piensa mucho en la forma en la que los demás se fijan en ella, que va personificando los miedos e inseguridades que se tienen en esas edades sobre el físico propio y sobre lo que es realmente el amor del que todo el mundo habla. En la obra de Assia Ptricelli y Sergio Riccardi, a quienes conocimos en una obra completamente diferente a esta, Chicas malas (aquí, su reseña), se apuesta por un escenario veraniego, lo que apunta ya desde el principio a que cierta fugacidad va a estar presente en las vivencias de Viola de las que vamos a ser espectadores, y no hay una apuesta por introducir temas nuevos, pero sus voces son muy sinceras, en lo que se cuenta y en la forma en la que se hace, y eso resulta más que suficiente para aprobar con buena nota.

Historias como las de Para siempre tienen tanto valor como creíble resulta el microcosmos que se crea para su desarrollo. Lo que ofrece Petricelli entra dentro de los cánones. Sí, hay mensajes socialmente interesantes y necesarios, los que hablan de la eterna lucha de clases y de los prejuicios, los que tienen que ver con la liberación de la mujer y las muchas tiranías sociales y de imagen que todavía pesan sobre ella, pero al final lo que queda es que las interacciones entre los distintos personajes con los que se va encontrando Viola sirvan a sus propósitos. Lo hacen con la naturalidad debida, y por eso asistimos a Para siempre como lo que es, una suerte de diario de una chica adolescente que está empezando a descubrir muchos aspectos de la vida que, aunque sepa de ellos, en realidad le resultan completamente desconocidos en primera persona. La novela gráfica habla de amor, desde luego, pero también de amistad, de relaciones familiares y de la admiración que se puede sentir por personas a las que se acaba de conocer. La forma en la que escribe Petricelli hace que el viaje resulte de lo más agradable, que la conexión emocional con Viola sea continua desde este lado de la página y, en definitiva, que se entienda esta como una historia bien construida dentro de lo que cabe esperar en estas historias iniciáticas veraniegas en las que se enmarca.

Aunque pueda dar la sensación por lo que decimos que Para siempre es una obra más dentro de una enorme colección de historias que se acercan a escenarios parecidos con personajes que comparten muchas características, que no lo es en realidad, lo cierto es que no es un tebeo fácil de dibujar precisamente por eso. ¿Cómo se marcan distancias? Lo hemos dicho ya, con sinceridad, y eso es algo que se puede hacer desde el retrato, desde el diseño inicial de los personajes, algo que en este caso se consigue, pero sobre todo asomándose a la intimidad de los protagonistas desde la narración gráfica, desde el movimiento secuencial que permite la imagen fija y el salto de viñeta en viñeta. Especialmente en lo que atañe a ese primer amor, Riccardi lo logra de una manera bastante notable, con el movimiento corporal, con las miradas, con esos elementos que complementan al texto o que incluso lo sustituyen con una verdad tremendamente acusada. Esa es la gran baza de una obra que sabe conectar con la vida cotidiana, que no dibuja ideales sino realidades, algo que no podría ser de otra manera si tenemos en cuenta que también usa el físico femenino como un tema importante. Para siempre convence por tanto por la elegancia con la que se cuenta la historia de siempre, pero que en este caso se convierte en la de Viola. O en la de cualquiera que se pueda ver en ella.

Tunué publicó originalmente Per Sempre en febrero de 2020.

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