‘Bradley de él’, de Connor Willumsen

Editorial: Alpha Cómic.

Guion: Connor Willumsen.

Dibujo: Connor Willumsen.

Páginas: 80.

Precio: 16,50 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Febrero 2021.

Cuando uno ojea Bradley de él antes de leerlo, la sensación es la de que tiene algo extraño entre manos, por su estilo, por su dibujo, por su narrativa. Cuando uno acaba de leerlo, la impresión es bastante parecida. Este es un tebeo extraño, sí, uno que está pensado para convertirse en un reto para el lector del mismo modo que lo ha sido para Conner Willumsen como autor, uno del que seguramente saldremos sin tener claras muchas cosas y que alcanza su máximo valor precisamente por el surrealismo que sublima. No sabemos si estamos leyendo una sátira en la que el Bradley Coopere prepara un papel que nunca llegó a hacer, el del ciclista sancionado por dopaje Lance Armstrong, o si es algo todavía más bizarro y atrevido. Lo que sí está claro es que uno sale de Bradley de él algo apabullado, convencido de que hay grandeza en la historia que nos cuenta Willumsen y de que siempre habrá una siguiente lectura en la que se puedan descubrir nuevos detalles que hayan podido pasar desapercibidos en una primera lectura. Esa es la magia que hay en unas páginas que casi parecen desdibujadas, que parecen lápices sin tinta, como a medio acabar, pero que se entienden como parte de un juego inteligente y absorbente en el que todo cuenta, lo que se nos cuenta y cómo lo hace su autor.

Nunca llegamos a leer el nombre completo de nuestro protagonista y no nos hace falta. Las alusiones a Cooper a través de este Bradley son bastante evidentes, incluso con una caricatura de runner que funciona a las mil maravillas, con un aspecto que oculta sus rasgos faciales lo suficiente como para que estemos siempre en el filo de la duda. Le vemos corriendo, le vemos aceptando un premio, en una escena final soberbia, le vemos en Las Vegas, como al propio actor en uno de sus primeros grandes éxitos. Pero en realidad nunca llegamos a saber lo que estamos viendo porque la narración es vanguardista y tremendamente misteriosa. Es la base de Bradley de él, un relato en el que van apareciendo y desapareciendo personajes que parecen llamados a llenar un hueco narrativo más extenso pero que se van quedando atrás, como si el Bradley al que seguimos fuera superando unas etapas indefinidas de su vida, de las que ni siquiera él mismo parece estar seguro. Willumsen crea un escenario en el que se nos permite dudar de todo lo que estamos leyendo, del que podemos pensar que nada existe o que todo está ahí para que lo podamos tocar. Y es verdad que sus aspiraciones tiene el toque elitista que siempre tiene la vanguardia, por lo que no estamos ante un cómic para todos los paladares. No es sencillo. Pero si se entra en el juego se aprecia genialidad.

La hay también en su dibujo y en su más que particular composición de página. Si nos quedamos en ese primer vistazo que hemos mencionado, puede parecernos algo áspero. Las figuras se mezclan, los bocadillos se agolpan, hay muy poco espacio para respirar y hay una cierta intención de que este cómic de vanguardia se acerca en sus códigos al fanzine más primitivo. Pero pronto se entiende que esto no dejan de ser estrategias narrativas para difuminar las fronteras de la realidad y la ficción. Ahí nos movemos, con personajes hiperrealistas en ocasiones, actores secundarios de todo tipo y condición pero que en muchos casos se mueven lejos de las luces del Hollywood más brillante, viviendo situaciones extraña, en las que nuestro Bradley simplemente corre, desoyendo los avisos de la policía o de los médicos, en las que se encuentra con una familia corriente que reacciona ante él de maneras bastante asombrosas o en las que lanza el discurso de aceptación de ese premio que el papel que nunca hizo jamás le reportará. Actor, personaje y creador se mueven en un universo paralelo fascinante del que es difícil salir, y eso hace de Bradley de él uno de esos cómics abiertos a lecturas muy distintas y a lectores que no tengan miedo en leer algo diferente y que les exige estar muy pendientes de cada pequeño detalle.

Koyama Press publicó originalmente Bradley of Him en noviembre de 2019. No tiene contenido extra.

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