‘Unidos por el shoujo’, de Nitako

Editorial: Odaiba.

Guion: Nitako.

Dibujo: Nitako.

Páginas: 176.

Precio: 8 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Diciembre 2023.

La verdad es que sólo con ver la cubierta de Unidos por el shoujo ya podemos tener una idea clara de lo que nos vamos a encontrar en el interior, pero aún así hay alguna que otra sorpresa. Nitako nos ofrece una historia muy sexual, eso está claro, explícita y muy excitante. Es un shoujo de manual, hasta lo dice en el título, subrayado además por un subtítulo que roza lo rocambolesco: La calenturienta historia de dos inexpertos. La historia es puro shoujo, es decir, un manga especialmente dirigido a lectoras adolescentes y jóvenes adultas. Pero es que la gracia está en que el tipo con el que se cruza la protagonista tiene literalmente un manga shoujo como guía y quiere vivir un amor, un primer amor, según se produce en las páginas de una historia impresa. Y es divertido ver que una persona de éxito, un directivo, es lo suficientemente ingenuo para pensar que la vida real puede ser así y dar además con una mujer ideal para ello, una que nunca ha prestado demasiado atención a la búsqueda de pareja y que, además, no se tiene por una de las mujeres más guapas y atractivas de su círculo. Unidos por el shoujo es de esta manera un clásico chico conoce a chica que, en realidad, se nos presenta inicialmente desde la óptica de ella y que tiene un planteamiento muy logrado, más que el final, que se ve venir desde lejos.

Hay que reconocerle a Nitako que ha sabido perfilar muy bien a sus dos personajes protagonistas. La historia, no hay por qué no reconocerlo, es casi una burla del tópico, es un encuentro rocambolesco, imposible en la realidad, pero que sirve a sus fines en una historia de ficción como esta. Y añadirle la vuelta de tuerca de que uno de los dos personajes, él, se comporte siguiendo los dictados de un manga que por fuerza tiene que ser parecido a este es algo que funciona bastante bien. La pega puede estar en que eso, al final, queda en un segundo plano, sólo tiene importancia para forjar la base de esta historia. Lo que al final le importa a Nitako, y se nota, es la propia relación que surge entre dos personas que no tienen experiencia en relaciones afectivas. No les supone eso ningún problema para manejarse en la cama, en escenas gráficas que por supuesto nos van asaltando en los distintos capítulos, rivalizando por convertirse en el motor del relato por momentos y como parte de la historia, cuando los dos personajes hablan precisamente de si la suya es una relación puramente física. Hay detalles que se quedan un poco en el camino, que no acaban cobrando la importancia que apuntan a tener, pero en general el tono de Unidos por el shoujo se mantiene bastante estable precisamente porque los personajes enganchan.

Lo hacen también en lo visual. Volvamos a lo anterior, este es un manga muy sexual, y eso se nota. Nitako domina la parte más ardiente de su historia, los dos personajes son muy atractivos y tienen un sex appeal bastante evidente, incluso cuando en la historia se refieren a ellos, sobre todo a ella, como físicos más normales. Lo que sí destaca es la expresividad que hay en los rostros, que hablan mucho y muy bien de la historia, sobre todo porque Nitako apuesta por rangos muy variados, hay momentos para la comedia, para esa exageración manga tan divertida que cualquiera conoce y disfruta, pero también para momentos mucho más realistas, que al final es lo que da poso a cualquier relato. Al final, Unidos por el shoujo cumple bien con los objetivos que se marca. Sube la temperatura cuando le corresponde, sabe mostrar una deliciosa ingenuidad en sus primeros episodios, que acaban siendo los mejores del manga, y sabe llegar al lector, por mucho que su experiencia personal no encaje en la de los dos protagonistas precisamente porque estos nos llegan muy bien definidos, con diálogos muy bien llevados, por momentos incluso inteligentes. No es que sea un manual para inexpertos, pero sí es una historia que consigue ser simpática en todo momento, aunque vaya de más a menos.

Takeshobo publicó originalmente Goshujin sama otawamurewo. Ore sama yaju wa mate ga dekinai en 2020.