‘Un avión sin ella’, de Fred Duval y Nicolaï Pinheiro

Editorial: Norma.

Guion: Fred Duval.

Dibujo: Nicolaï Pinheiro.

Páginas: 176.

Precio: 35 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Agosto 2023.

Si hemos leído Nenúfares negros, bien la novela de Michel Bussi o la adaptación al cómic que hizo el guionista Fred Duval (aquí, su reseña), podemos empezar a hacernos una idea de lo que nos vamos a encontrar en Un avión sin ella. En parte, al menos. Sobre todo en lo que atañe a los misterios y las investigaciones que hay en las dos obras, aunque la naturaleza de ambas pesquisas y sus protagonistas sean bien diferentes. También en el ritmo, porque Un avión sin ella parte de un misterio fascinante, baja cuando más enrevesada se ve la trama, pero se relanza a una velocidad de vértigo en cuanto nos asomamos a la resolución, brillante como en Nenúfares negros. Duval en esta ocasión se ha rodeado del talento de Nicolaï Pinheiro, que apuesta por hacer que los personajes hablen por sí solos, y todas las piezas encajan con una facilidad asombrosa. Una que, también hay que reconocerlo, parece difícil de conseguir mediada la obra, cuando se acumulan muchos datos que no es fácil seguir y por mucho que con la resolución de este relato todo cobre finalmente sentido. La metáfora de la libélula no funciona tan bien como podría hacerlo, pero es quizá el único pero trascendente que se le puede sacar a un thriller que resulta muy atractivo ya desde la inquietante escena de inicio, la del accidente de avión.

De esa tragedia sólo hay una superviviente, una pequeña tan solo tres meses. Pero en ese vuelo viajaban dos niñas y podría ser cualquiera de ellas. Su identidad es el misterio a resolver, y Duval, siguiendo a Bussi, nos lanza 18 años en el futuro, cuando la superviviente está a punto de alcanzar la mayoría de edad, para saber cuál de las dos familias que lucharon por esa niña tenía la razón. Ese salto en el tiempo es un acierto innegable, tan lógico como volver atrás en lo que sea necesario y encuadrar la historia en un tiempo en el que los análisis de ADN no eran más que un sueño y había una imposibilidad real de identificar sin equívoco algo tan vital como la identidad de una persona. Un avión sin ella tiene un grupo de personajes fascinantes, son los que hacen que la contienda, personal y judicial, tenga sentido y que parezca realista en grado sumo. Esa es la fuerza real del misterio, que nosotros como lectores sentimos la misma necesidad que ellos, que la propia muchacha, para saber quién tenía razón. Y en el camino se mezcla todo, una lucha de clases, hermanos (que lo son o no) que pelean para conocer la verdad, con dinero y sexo de por medio, claro, y todos los elementos que necesita un buen thriller para convencer. Lo decíamos, puede que el cuerpo central sea un pelín farragoso, pero al final se demuestra que tanto dato es bastante necesario para llevar todo a buen puerto.

Pinheiro tiene gancho y fuerza. Tiene realismo, sí, pero no es ahí donde quiere poner la fuerza de un dibujo que necesita que miremos a los ojos a los personajes para tratar de entender lo que les pasa por la cabeza. Y por eso lo que más impresiona de su trabajo es la expresividad que tienen, lo que transmite. Es innegable que ese realismo hace que los escenarios sean espectaculares y que intrigue sobremanera cuando coge el punto de vista de un personaje, ya sea en el mismo accidente de avión o contemplando la primera conversación en la cafetería, pero la clave está en las miradas y en los gestos. No es tampoco la libélula lo que mejor se le da precisamente por estas mismas razones, y por eso la metáfora tampoco termina de funcionar tan bien como debiera, pero, insistimos, es un detalle menor que mencionamos por la insistencia y por la presencia del insecto en la cubierta. Por lo demás, es un muy buen misterio, uno que llega a la mejor de las conclusiones porque sabe mantenerse oculta hasta el final, jugando con el lector para que se mueva a un lado y a otro, convencido de haber resuelto el misterio según la confianza que deposite en un personaje o en otro. Y así, Un avión sin ella proporciona el buen rato que busca con un thriller moderno, audaz y muy eficaz, con buenos personajes, incluso los arquetípicos, y un desarrollo que acaba valiendo la pena.

Glénat publicó originalmente Un avion sans elle en abril de 2021.

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