‘Cine de verano’, de Carmelo Manresa

Editorial: Dolmen.

Guion: Carmelo Manresa.

Dibujo: Carmelo Manresa.

Páginas: 208.

Precio: 19,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2021.

Cuando hablamos de nostalgia en cómic, solemos pensar en la recuperación de franquicias de éxito pasado, pero hay otra vía nostálgica, una que en el cómic español se está explorando con mucho acierto, que habla de una nostalgia distinta, la de nuestros recuerdos infantiles y de esa primera adolescencia. En Cine de verano, Carmelo Manresa se acerca a este segundo terreno con bastante inteligencia, llevando su historia a unas vacaciones veraniegas que sonarán a muchos, en una Torrevieja que estaba empezando a transformarse en lo que es hoy, lo que a los ojos de un muchacho y de su grupo de amigos es un cambio gigantesco. De hecho, Cine de verano tiene un claro sabor a despedida de una era, a aventura iniciática, de final de la infancia y comienzo de una madurez más o menos forzada, en la que se juntan los primeros trabajos, los primeros problemas por no tener dinero y la manera en la que el protagonista y su grupo de amigos los solucionan, los primeros amores, esas amistades que se mantenían de vacaciones en vacaciones y que eran tan férreas como las de nuestro día a día a pesar de no tener casi manera de comunicarnos entre nosotros durante el año. Manresa nos muestra una Torrevieja que es un microcosmos en sí mismo y que en la cabeza del lector que entienda esa nostalgia se manifiesta precisamente como un recuerdo vívido e intenso.

Esa es la gracia de esta novela gráfica, que rescata un pedazo de nuestra historia colectiva, de lo que eran las vacaciones estivales para varias generaciones, y le sabe dar ese sabor nostálgico necesario para que conectemos con los protagonistas. Podemos ser como Pablo o podemos ser como cualquiera de sus amigos, integrantes de un grupo más o menos arquetípico que funciona dentro de nuestros propios recuerdos como algo creíble. Es inevitable pensar que en este tipo de historias hay algo autobiográfico, aunque se señale que Pablo es un personaje ficticio, y desde luego hay recuerdos que y escenas que tienen todo el sabor de lo vivido en primera persona. Puede que sea eso lo que le dé un aire todavía más creíble al conjunto, incluso aunque esté contado en píldoras, en episodios más o menos cerrados. El cierre, además, es espléndido, porque nos recuerda que todo lo bueno tenía un final, que las vacaciones de verano debían acabarse en algún momento, por largas que fueran antes y más aún cuando se tenía esa segunda residencia en la costa como en el pueblo. Manresa consigue ahí que la nostalgia se desborde, que veamos efectivamente que aquel verano de un año de mediados de los 80, era el punto en el que la historia empezaba a cambiar, la general y la personal.

El bitono escogido para Cine de verano potencia esas sensaciones. No ver en color una Torrevieja que quien estuviera allí la recordará de esa manera ayuda a meterse en esta época sabiendo que es pasado, que es algo que no va a volver. Los personajes están diseñados con acierto, con una sencillez que invita a reconocerles enseguida y que no se deja llevar por los recuerdos idealizados. En ese sentido, a pesar de no hacer una apuesta por el realismo, Manresa consigue una verosimilitud enorme. Torrevieja es reconocible, aunque tampoco es este un tebeo que se deje llevar por la necesidad de incluir continuas postales que nos recuerden dónde estamos, lo que funciona es la sensación, la atmósfera, todo aquello que conecta con nuestros recuerdos. Cine de verano es justo eso, memoria colectiva y a la vez personal, una manera muy entretenida de recordar cómo eran las vacaciones de muchos en unos años en los que viajar al extranjero era cosa de muy pocos y que era la playa el destino preferente de media España. El pueblo era el de la otra mitad, y de eso también hemos visto tebeos que lo han sabido entender, pero Manresa en este caso nos lleva al mar para una interesante historia de primeras sensaciones adultas, o últimas juveniles, que seguramente sería un análisis más certero.

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