‘El sr. Joaquín y la mecánica celeste’, de Raule y Martín Saurí

Editorial: Norma.

Guion: Raule.

Dibujo: Martín Saurí.

Páginas: 104.

Precio: 19,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2021.

Utilizamos mucho esos términos, pero ¿quién decide qué es una historia grande y qué es una historia pequeña? Porque si miramos El sr. Joaquín y la mecánica celeste la tentación es la de decir que el trabajo de Raule y Josep María Martín Saurí es una historia pequeña. Es cotidiana, la protagonizan personajes que podrían ser nuestros vecinos. Pero cuando uno la termina de leer la sensación es la de haber leído algo grande. No, no está en juego el destino de la humanidad ni contiene grandes reflexiones sociológicos o filosóficas. Pero la grandeza, al final, está en el interior del alma humana, y lo que Raule y Martín Saurí construyen es una historia en la que hay tanto que rascar que parece mentir que sea con un envoltorio tan, insistimos, pequeño. Aunque sea solo en apariencia. El tebeo expresa la interconexión que hay entre sus protagonistas, la quieran o no, y como en torno a ese sr. Joaquín del título se va configurando un microcosmos que interesa, que provoca siempre en el lector el deseo de saber más, cosas que los autores nos cuentan y otras que solamente podremos imaginar por el contexto o por la conexión que cada uno de nosotros queramos establecer con este hombre viudo, con la niña que se cuela en su casa para hablar con él, con su madre y el complicado trabajo que tiene que hacer para sacar adelante a su corta familia, con los vecinos que están a punto de ser padres.

¿Pequeña? ¿Es esta historia pequeña? Puede que sí desde cierto punto de vista, pero hay que reconocerle a Raule que después de un relato relativamente corto, de cien páginas y una lectura que invita a ser bastante rápida, salimos con la sensación de haber conocido muy bien a todos sus personajes. El sr. Joaquín y la mecánica celeste es una invitación a que abramos los ojos y nos demos cuenta de que todos tenemos algo que ver con las personas que nos rodean, y es quizá un mensaje más trascendente de lo que podamos pensar en unos tiempos en los que parece que hasta cuesta darle los buenos días al vecino con el que nos cruzamos en el rellano de nuestra casa. La novela gráfica va justamente sobre eso, sobre las interacciones entre personas que en principio son radicalmente distintas. La historia tiene su dosis de crítica social, por detalles sobre dos de sus personajes sobre todo que dejamos que sean descubiertos en la propia lectura, y un sentido homenaje hacia el tebeo español de toda la vida, convirtiendo a Joaquín en un ilustrador de cómics con un personaje tan llamativo que uno no puede dejar de imaginarse leyendo de verdad sus aventuras y consiguiendo que los jóvenes lectores de hoy sientan fascinación por su protagonista, una mujer, aunque sea de otra época. Lo que decíamos, hay mucho que rascar.

Martín Saurí, además, dibuja a todos los personajes con tanta delicadeza que resulta difícil no convertirnos en un vecino más. El ilustrador, desde una apariencia casi abocetada por momentos, nos enseña el microcosmos diseñado por Raule con una cercanía espléndida. Los personajes no han pasado por el prisma de la idealización, sino que son lo que tienen que ser, cotidianos, normales y cercanos. No parece difícil que cada uno de nosotros, los lectores, encontremos parecidos con gente de nuestro entorno. Y por si hacía falta que Martín Saurí nos demostrara lo bueno que es, ahí están esas páginas del tebeo antiguo que se nos muestran en la historia, las de La Capitana Fragor, que resultan un maravilloso homenaje a héroes más o menos olvidados del tebeo español y que bien haríamos en no dejar nunca de lado. Y puede que dentro de unos años, aunque no sea El sr. Joaquín y la mecánica celeste un tebeo protagonizado por héroes medievales o fantásticos, miremos a sus páginas y lo hagamos con la misma nostalgia con la que ahora miramos a las de El Capitán Trueno, pero aquí y ahora el reconocimiento a la propuesta de Raule y Martín Saurí tiene que ser sincero y contundente. Han hecho un gran trabajo. Puede que sea una historia pequeña, sí, pero con sus limitaciones, sus intenciones y el resultado son gigantescos.

No tiene contenido extra.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.