CÓMIC PARA TODOS

‘La carretera de los huesos’, de Rich Douek y Alex Cormack

Editorial: Hidra.

Guion: Rich Douek.

Dibujo: Alex Cormack.

Páginas: 128.

Precio: 17,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2021.

Quizá más que cualquier otro género, el terror tiene un hándicap notable: la irrenunciable capacidad de sorprender que han de tener sus historias para convencer al lector. No solo tienen que emocionar, en el sentido en el que lo hace el terror, claro está, sino que tienen que parecer nuevas, frescas, diferentes. Cuando lo son es cuando las destacamos, y es por esa vía por la que La carretera de los huesos puede encontrar su mejor camino. La clave de la obra de Rich Douek y Alex Cormack está, probablemente, en que no arranca como la historia de terror que finalmente acaba siendo. No quiere decir eso que sus primeras páginas no sean intensas o aterradoras, ni mucho menos, pero lo son por cuestiones distintas. La vida en un gulag siberiano es un escenario salvaje para un relato de terror, pero mucho más la estepa a la que tienen que hacer frente tres de sus presos cuando deciden huir. Ahí está el primer cambio de la historia, uno que hace que el mismo escenario y cómo afecta al estado mental y físico de los protagonistas sea un elemento más del terror que explotan los autores. Luego llega el segundo cambio, uno que se apunta desde el principio pero que vamos a dejar en el aire, por supuesto, para que cada lector lo encuentre cuando le toque. Pero lo que sí podemos decir es que La carretera de los huesos logra ponernos muy, muy nerviosos.

Douek se sobrepone a lo que resulta más complicado de su propuesta, y es que sus diferentes capas se impongan a las otras. No es una historia de un gulag, pero es capital para entender. No es solo la historia de los tres presos fugados, aunque son lógicamente el vehículo imprescindible para que la cosa avance. Y no es un retrato del frío extremo en la naturaleza de Siberia, por mucho que sea imposible entender lo que leemos sin tenerlo muy presente. Es un todo bastante bien hilado, en el que Douek introduce muy bien todos los elementos que necesita para llegar al final que tiene en la cabeza y que está muy bien escrita en sus diálogos, que aparecen cuando son necesarios y desaparecen cuando es el escenario el que tiene que apabullarnos. En ese sentido, es una obra atmosférica brillante, porque consigue que el terror surja de elementos muy distintos, los naturales, los humanos, los fantásticos e incluso los históricos. Hay una enorme habilidad a la hora de introducir todos estos elementos en la coctelera y dejarlos desplegados en una historia que, además, tiene la extensión justa. Es ambiciosa en muchos aspectos, pero entiende que la prueba de superación que propone no tendría sentido que se alargara innecesariamente durante más páginas, consiguiendo así que nunca se pierda esa sensación de miedo y ansiedad que tan bien funciona.

El dibujo de Cormack, además, es un espectáculo notable porque entiende todas las circunstancias que potencian el discurso de Douek. Es decir, el ilustrador hace un retrato muy preciso del gulag, uno en el que las sombras y los negros logran un efecto brutal. Sabe encontrar también el tono adecuado para que lo más sobrenatural de la historia se cuele en ese escenario tan marcadamente realista, y qué decir de la crudeza de la nieve y la montaña que logra mostrar tanto en viñetas de gran tamaño como en las más reducidas. Es igualmente destacable su puesta en escena y la forma en la que entiende el cliffhanger, a pesar de que lo pueda utilizar tan poco por la extensión que tiene la historia. Puede que en algún caso le cueste diferenciar a sus tres protagonistas, pero el poder que tiene cada escena es tan intenso que acaba resultando lo de menos. La carretera de los huesos engaña desde su título y desde su portada, porque invita a pensar en un relato distinto al que finalmente nos está ofreciendo, pero volvemos ahí a ese factor clave del que hablábamos al principio, esa continua sensación de sorpresa que fluye con una naturalidad tremenda para que podamos considerar este como un espléndido cómic de terror, uno en el que Douek y Cormack vuelcan absolutamente todo lo que tienen.

El volumen incluye los cuatro números de Road of Bones, publicados originalmente por IDW entre mayo y agosto de 2019. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Alex Cormack y unas notas finales de Rich Douek.

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Esta entrada fue publicada en 21 julio, 2021 por en Alex Cormack, Hidra, IDW, Rich Douek y etiquetada con , , .

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