‘Mighty Love’, de Howard Chaykin

Editorial: Dolmen.

Guion: Howard Chaykin.

Dibujo: Howard Chaykin.

Páginas: 104.

Precio: 17,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2021.

Howard Chaykin siempre ha sido uno de esos autores que ha disfrutado de una libertad enorme, y que una vez que logró la posición que merecía con sus trabajos en las grandes editoriales apostó por trabajar con un control externo todavía más inexistente. Eso le ha permitido hacer historias muy personales y sin filtro editorial, incluso desde hace tanto tiempo como aquí y bajo el amparo de un grande. Mighty Love se puede entender de la misma manera, y precisamente por eso es una obra que resulta difícilmente clasificable. ¿Superhéroes? En cierta medida, sí, aunque es un tebeo que busca contarnos las dificultades amorosas de aquellos que llevan una máscara. O, dicho de otra manera, cómo afectan las máscaras y los trajes, los de cuero y látex y los que llevamos en nuestra vida diaria, a la esencia de lo que somos realmente. Chyakin nos muestra a dos protagonistas, un hombre y una mujer, ambos luchadores contra el crimen con una identidad secreta y que en sus vidas diarias están en extremos opuestos. Ella es policía, él abogado pero no precisamente de causas nobles. Y se detestan, pero con las máscaras, con los secretos de por medio, se atraen. O al menos aprender a sentirse atraídos. Más que una historia de este género, es como si lleváramos el tono de Luz de Luna a estos extremos de la lucha contra el crimen y con una premisa distinta.

Lo cierto es que Chaykin es un autor ahora mismo difícil de anticipar. Tan pronto ofrece la más realista de las historias sobre cómic o la más pesimista revisión de nuestro futuro más próximo como se lanza de lleno a una historia de fantasía urbana como esta. Y si hay algo que parecer claro al llegar al final abierto de Mighty Love es que a Chaykin no le ha preocupado tanto ver hasta dónde puede llevarnos esta tirante relación que hay entre los dos protagonistas, con y sin máscara, como establecerla y dejar que el lector vaya imaginando lo que puede suceder en un futuro. Quizá tenga intención de continuarla en el futuro, o quizá no, quizá la idea sea solamente esta, pero es verdad que el fondo importa poco. ¿Qué investigan Alondra y Ángel de Hierro? No, no resulta tan importante una vez que finalizamos la obra, porque el foco lo pone Chaykin en ellos. No tanto en lo que hacen, sino en lo que son el uno para el otro. Vale más la relación entre ambos, la química que se establece con y sin las máscaras, que el fondo de lo que realmente están hablando. Eso podría verse como una flaqueza de Mighty Love, aunque es una forma distinta de entrar en este universo que nos propone el autor. Y como es distinta, se entiende de esa manera, sin la necesidad de cerrarlo todo o de que la continuidad de la historia necesite una precisión absoluta.

Chaykin tiene además un estilo tan marcado como ilustrador, unas figuras tan fáciles de reconocer, que resulta muy sencillo entrar en su juego. Ya sabemos que le gusta muchas veces colocar sus personajes en la viñeta en lugar de darles movimiento, y eso se mantiene en Mighty Love, permitiéndole que pueda hacer esa presentación clónica de sus dos superhéroes sin que la narrativa se resienta lo más mínimo. Y como estamos ante un autor tan concentrado en su estilo, podemos entrar en el juego de que la puesta en escena parezca más espectacular con personajes civiles que con héroes de llamativos disfraces. De hecho, es la gracia de Mighty Love, que durante muchas páginas no parece ser una historia de superhéroes, sino una sobre los civiles que se esconden bajo las máscaras. Ahí está el encanto de este tebeo, una muestra más de la enorme libertad que Chaykin siente cuando narra y que puede llevarnos a obras mejores o peores. Seguramente esta no se encuentre entre las más rompedoras o trascendentes, pero sí entre las que saben aprovechar el material con el que juega y, por tanto, sabe apelar a distintos lectores. Es una forma distinta de entrar en su género y también una bastante fresca de entrar en el mundo de Chaykin. Y entretiene tanto como promete, que de eso se trata en primer lugar.

DC Comics publicó originalmente Mighty Love en abril de 2004. No tiene contenido extra.

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