CÓMIC PARA TODOS

‘Los hombrecitos (2001-2003)’, de Pierre Seron

Editorial: Dolmen.

Guión: Pierre Seron.

Dibujo: Pierre Seron.

Páginas: 160.

Precio: 29,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2020.

Entramos de lleno en el siglo XXI, y no se podrá decir que Los hombrecitos vivieran de las rentas. Pierre Seron siempre tuvo la inquietud de que su serie más emblemática fuera algo tremendamente camaleónico y sus aventuras en ocasiones una amalgama de elementos muy diferentes entre sí. Las tres historias que forman parte de este libro, Miss Perejil, Los hormicangrejos y Visto y no visto son una sorpresa continua, empezando por la transformación a la que Seron somete a Renaud, su protagonista. Por una serie de locuras encadenadas, le vemos convertido en niño en los dos primeros álbumes y con unos muy divertidos efectos secundarios en el tercero cuando por fin recibe la cura. Y todo eso aderezado con dinosaurios, con criaturas estrambóticas, con una niña que no encaja entre los suyos y que sale de la propia realidad de Seron, como se explica en los textos que complementan de una manera maravillosa cada uno de los volúmenes de esta colección, bromas con personajes desnudos o incluso con violencia en el seno familiar, como se ve en el álbum que cierra este libro. En Los hombrecitos hay, literalmente, de todo. Y eso hace que sus aventuras sean una montaña rusa tremenda en la que resulta fácil perderse y en la que nada se puede dar por sentado. Y como sorprende, se acaba con el riesgo de que la monotonía se apodere de la serie.

Eso es algo que, en realidad, hemos visto casi desde el principio. Si se piensa, el número de historias que se puede dar a una serie que tiene como premisa el tamaño de sus protagonistas y tomando eso como eje central se agota pronto. Seron, en cambio, siempre quiso hacer cosas diferentes, colar elementos que pudieran tener un encaje con la realidad. El de Miss Perejil es maravilloso. Una niña que cayó en coma teniendo solo cinco años y que al despertar, años después, seguía teniendo la misma mentalidad. Esa es Aurora, quizá el mayor hallazgo que tiene esta fase de Los hombrecitos y que en la solución, una fórmula rejuvenecedora en el físico, abre la puerta a nuevas aventuras cuando es Renaud el afectado. Con esta serie cabe preguntarse siempre cuánto había de planificación y cuánto de atropellada e iluminada improvisación, porque si uno raza una sinopsis de cada álbum parece mentira que pueda quedar bien en la mente de un autor antes de desarrollar el guión. Y sin embargo, todo funciona con una sencillez apabullante. Y, ojo, lo hace además habiendo recorrido ya décadas, sabiendo actualizarse en la medida en que es necesario pero sin perder la esencia de los primeros álbumes (aquí, su reseña). Y sobre todo, con esa particular mezcla de fantasía y realidad que se iba haciendo más acusada con el paso de los años.

Seron, como decíamos, siempre fue fiel a la idea primigenia, y eso se ve perfectamente en el dibujo que todavía a estas alturas mostraba. Su caricatura se mantuvo constante durante años, y las variaciones en Los hombrecitos siempre estuvieron en los escenarios escogidos para cada álbum. El gran reto que se pone Seron en estas historias es, precisamente, el nuevo Renaud, el que vemos convertido en un niño y el que después vemos camuflado con los escenarios… y desnudo en muchas páginas, cosa de la que hasta se permite bromear para despedir Visto y no visto, casi como si estuviera retando a quienes no creían posible que lo hiciera. El autor siempre tuvo una enorme capacidad para diseñar personajes y criaturas, y eso lo seguimos viendo en estos tres álbumes, pero también para que elementos reales se amoldaran a su caricatura. Los personajes ya los conocemos, desde luego, pero ver incluso delfines adaptados a esta forma de dibujar es una muestra más de la inmensa versatilidad de Seron. Por historia, por sorpresas y por matices, es fácil decantarse por Miss Perejil como la mejor de las tres historias de este libro, pero es que, al final, resulta muy difícil elegir dentro de este increíble universo, uno que siempre resultó imposible de anticipar y en el que cualquier cosa era posible.

El volumen incluye material publicado originalmente entre los números 3.292 y 3.402 de Spirou, publicados originalmente entre mayo de 2001 y junio de 2003. El contenido extra lo forman las portadas originales de Pierre Seron y varios artículos ilustrados sobre los tres álbumes que incluye el libro.

Los-Hombrecitos-2001-2003-P1

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Esta entrada fue publicada en 10 noviembre, 2020 por en Dolmen, Dupuis, Pierre Seron y etiquetada con , .

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