‘Geisha o el sonido del shamisen’, de Christian Perrissin y Christian Durieux

Editorial: Norma.

Guión: Christian Perrissin.

Dibujo: Christian Durieux.

Páginas: 172.

Precio: 29,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Agosto 2019.

Hay pocos mundos como el de las geishas que tengan tanta capacidad de fascinar incluso aunque se hayan contado ya mil historias sobre él. Geisha o el sonido del shamisen es la aportación de Christian Perrissin y Christian Durieux, y se trata de una obra pausada y madura, como exige realmente este escenario, siguiendo los pasos de una niña desde que con siete años tiene que ser entregada a su destino por sus padres para que la familia pueda sobrevivir económicamente hasta que se convierte en una geisha de pleno derecho. El libro es un viaje vital contado a modo de diario, lo que le da un empaque notable, que no elude ningún aspecto de su leyenda, ni siquiera su vinculación con el sexo, uno de los terrenos en los que más equivocaciones hay comúnmente en el saber popular sobre las geishas. Perrissin, de hecho, usa abundantes términos en japonés que buscan sumergirnos en su mundo, casi hasta abusa de ellos y de sus aclaraciones en notas a pie de viñeta, pero es porque el objetivo primordial de la obra es doble. Por un lado tiene la de contar una historia, una buena historia, bien llevada y acertadamente dividida en dos partes; por otro, convertirse en un retrato certero y didáctico con el que todos los conceptos necesarios queden muy claros. En ambas vías triunfa el cómic, aunque de una manera irregular.

Esa irregularidad viene dada por el hecho de que hay momentos en el retrato está por encima de la historia y viceversa. Perrissin va cambiando de la narración epistolar, casi a modo de diario, a la dialogada. Los saltos son fluidos en general por el ritmo tranquilo que tiene la historia, aunque en algún momento pueda dar la sensación de que hay cierta brusquedad en las transiciones entre modos narrativos. No hay ruptura real, porque se entiende con facilidad la intención de ambas partes, y Geisha o el sonido del shamisen logra buenas sensaciones desde donde naturalmente debe hacerlo, desde la cercanía con su protagonista, por la forma en la que su familia se aleja de ella, por la inocencia casi infantil de quien espera que regresen a por ella, porque en el fondo esta una historia sobre el aprendizaje de la vida adulta y en un contexto además severo y en el que son muchos los aspectos a ir descubriendo, y porque en su segunda mitad sobre todo es un claro relato de supervivencia, quizá más trascendente aún por seguir los pasos de una mujer en un mundo tremendamente complicado para cualquiera de ellas. Las geishas tienen un poder cautivador enorme, desde luego, pero la obra sirve para vislumbrar con meridiana claridad la enorme dificultad que tenía su vida desde mucho antes de alcanzar una posición social aceptada.

Durieux se suma a la sobriedad de la obra con un bitono que transmite mucha pausa y misterio, cualidades que se suman con elegancia al retrato que se quiere conseguir. Puede fallar en algún momento la expresividad de los personajes, puede que mucho más en expresiones de alegría que en las de tristeza, que borda por ejemplo en la cara del padre de la muchacha cuyos pasos seguimos, pero eso también obedece al hermetismo emocional de las geishas, y puede que se eche en falta alguna nota de color que, sobre todo, pudiera haber ayudado en el salto de la protagonista a la edad adulta y a su transformación en geisha, pero se entiende la decisión de mantener ese bitono de tono grisáceo que tanto ayuda a entender la obra como un completo y muy documentado retrato del mundo de estas mujeres. De una manera casi imperceptible, Durieux logra que los escenarios sean espléndidos, no solo en los planos generales con los que nos adorna de vez en cuando sino sobre todo a la hora de construir fondos para los personajes, que no destacan pero están ahí. Geisha o el sonido del shamisen probablemente no alcanza la trascendencia de Historia de una geisha de Kazuo Kamimura (aquí, su reseña), pero es un muy buen tebeo que marca un muy buen camino en sus pretensiones, las narrativas y las descriptivas.

Futuropolis publicó originalmente los dos álbumes de Geisha, ou le jeu du shamisen en marzo de 2017 y abril de 2018. No tiene contenido extra.

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