CÓMIC PARA TODOS

‘Adolf’, de Osamu Tezuka

Editorial: Planeta Cómic.

Guion: Osamu Tezuka.

Dibujo: Osamu Tezuka.

Páginas: 1.264.

Precio: 60 euros.

Presentación: Cartoné en estuche.

Publicación: Febrero 2023.

Hay títulos que están destacados con letras de oro en la historia del cómic, tebeos, independientemente de su procedencia, de esos que cualquiera incluiría en una lista de imprescindibles, historias de esas que parecen y son más grandes que la vida misma. Adolf, de Osamu Tezuka, es una de ellas, y esa afirmación seguramente será muy compartida. Es tan apabullante, tan emocionalmente compleja, tan cronológicamente preciosa, que parece imposible agotarla en una sola lectura. Siempre habrá algo nuevo en esta demoledora historia de tres personajes llamados Adolf, siendo Hitler uno de ellos, a través de los que Tezuka nos muestra de una manera desgarradora el horror de la Segunda Guerra Mundial en todas sus fases, antes de la invasión de Polonia y después del lanzamiento de las dos devastadoras bombas atómicas que llevaron a la rendición de Japón. Es fácil dejarse llevar por el impresionante retrato que hace de Hitler, del Hitler convencido de la victoria y del mentalmente derrotado que contemplamos tras el intento de asesinato en la guarida del lobo, pero es que Adolf va mucho más allá y, de alguna manera, este parece al final el Adolf menos gigantesco de este descomunal viaje. Lo que hace Tezuka es convertir lo que a priori parece la razón para leer Adolf en parte de una ambición mucho más grande.

Esa sería la clave en Adolf, la ambición. Cada personaje, por pequeño que parezca su papel en un momento dado, tiene su importancia capital en este drama. Tezuka no deja absolutamente nada al azar, nada es superfluo o irrelevante y todo tiene un potente significado emocional. Por no hablar del descomunal trabajo que hay para conectar las líneas vitales de cada uno de los actores que intervienen, los tres Adolf y los que tienen otros nombres, algunos de los cuales son tan capitales en este viaje como el propio Führer. Adolf nuestra la guerra, pero desde puntos de vista cercanos y humanos. Olvidémonos de tanques y aviones, el campo de batalla no se ve de una manera directa, pero batallas internas y personales hay docenas en las páginas de esta obra. Adolf habla de cómo la guerra enfrente a amigos y familias, cómo convierte a un extraño en un enemigo íntimo, cómo cambia la realidad social que sentimos tan fuertemente asentada. Impresiona darse cuenta de que casi todo lo que hay en Adolf suena dolorosamente realista. Todo gira en torno o a la idea de si Hitler tenía sangre judía, y al final da igual, es un mcguffin salvaje y trascendente que no es realmente lo que Tezuka quiere detallar. Lo suyo es el retrato humano y social, y lo maneja con tanta maestría que no es extraño ver asomarse alguna lagrima en nuestros ojos mientras leerlo las más de 1.200 páginas que construyen Adolf.

Lo que se nos ofrece en Adolf es, por decirlo de alguna forma, propio de Tezuka. Y lo es también en lo visual, sus personajes son reconocibles. Con su misma línea gruesa y su estilo sencillo consigue remover emociones y conciencias de una manera bestial. Siempre resulta fascinante que un ilustrador que parezca acercarse a un tipo de narración más juvenil sea capaz de contar las historias más dramáticas, pero es que Tezuka sublima ese arte en cada obra y más en una historia tan gigantesca como esta, donde además tiene que conseguir que se note el paso del tiempo y también de las dramáticas circunstancias por las que pasan algunos personajes. Es fascinante ver semejante nivel de detalle, que se conjuga con planos generales cargados de un dramatismo casi realista, como el ataque a Pearl Harbor. En realidad nos podríamos pasar horas desgranando cada aspecto de Adolf para quitarnos el sombrero con cada uno de ellos. Así que lo mejor es recapitular: Adolf es una de las obras maestras de Tezuka, una de las más grandes obras ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y una epopeya humana devastadora. Es un manga legendario y lo seguirá siendo cada vez que nos asomemos a su apasionante relato, tanto si lo estamos descubriendo como si lo que queremos es recordar las sensaciones que nos provocó en nuestra anterior visita.

Adorufu ni Tsugu empezó a publicarse en 1982.

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Esta entrada fue publicada en 29 agosto, 2023 por en Manga, Osamu Tezuka, Planeta DeAgostini y etiquetada con , .

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