‘Northern Blood’, de Jason Michalski y Antonio J. Rojo

Editorial: Aleta.

Guion: Jason Michalski.

Dibujo: Antonio J. Rojo.

Páginas: 96.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2023.

Son muchas las obras que conectan el régimen nazi con la búsqueda de poderes ocultos y prohibidos, no hará falta que traigamos a la memoria de nadie ejemplo alguno pues muchos son sobradamente conocidos. Northern Blood quiere explotar ese nicho desde una vertiente más o menos comercial, de acción y espectáculo, en la que veamos cobrar vida a una horda vikinga de esqueletos. Jason Michalski y Antonio J. Rojo no se andan por las ramas para dar forma a su idea, no necesitan complejas elaboraciones del relato o ambiciosas explicaciones y apuestan por arquetipos evidentes, en el lado de los buenos, en el de los malos, en el de las amenazas y hasta en las relaciones que se entablan entre todos ellos para hacer frente a los peligros sobrenaturales que se han despertado. Y aunque no haya sorpresas, sí hay un divertimento funcional y eficaz, casi culpable en cierta manera, pero precisamente por eso sin ningún tipo de complejo. Y eso se agradece, porque una serie B, y hasta una serie Z si se tercia, solo se puede disfrutar de verdad cuando quienes firman la obra se la creen de principio a fin. Michalski y Rojo se creen lo que nos cuentan, se nota, y por eso se puede llegar al final del libro sabiendo que sus ambiciones, nada exagerado, se han cumplido con solvencia y cin ganas de divertirse y de divertir al personal.

Se puede pensar que el guion de Michalski es un sencillo trabajo de aliño que cumple de arriba a abajo con el manual de escritura de este tipo de historias, y no nos faltarían razones que avalen esa idea. Hay que tener en cuenta que Northern Blood tiene mucho más que ofrecer en su escenario o en su mezcla de ideas, es claramente lo más llamativo, que en la originalidad que pueda haber en cualquier faceta de su planteamiento o incluso en sus personajes, que funcionan más por repetición de modelos ya conocidos que por cualquier otro motivo. Por eso se acepta con tanta facilidad, porque en el fondo estamos esperando muchas de las cosas que pasan en sus páginas. Lo previsible en este caso no resta nada a lo gozoso que puede ser el hecho de ver a un vengativo ejercito vikingo cargando contra los nazis que quieren aprovecharse de estos guerreros y contra cualquiera que esté de por medio. Es obvio que el tópico es casi tan protagonista como todo lo anterior, y eso puede restar puntos, pero también hay que considerar la sinceridad con la que Michalski, simplemente, se dedica a dar forma a una fantasía juvenil que apostaríamos a que está rondando su mente desde hace muchos años, quizá desde En busca del Arca pérdida, y ya nos hemos obligado a citar un referente indispensable en este terreno.

Con algún que otro exceso, y seguramente no donde sería más fácil cometerlos, el dibujo de Rojo compensa con el prometido espectáculo cualquier altibajo que pudiera tener el guion, que los tiene y tampoco los esconde. Pero entre lo bien que diseña todo el ilustrador, incluso lo más inverosímil, y el hábil manejo que tiene de los arquetipos, podemos salir de Northern Blood convencidos de que hemos pasado un buen rato. Podríamos imaginar cómo habría lucido una historia de estas características a todo color, pero lo cierto es que la gama de grises que utiliza Rojo es bastante eficaz en cada momento de la historia. Los excesos que mencionamos, por ciento, no llegan tanto para esos aterradores vikingos, a pesar de que alguno se olvide de las proporciones físicas humanas para resultar aún más imponente,  sino que llegan por la forma en que los nazis quieren responder a la amenaza. Nada que chirríe, en todo caso, es un mundo en el que casi todo se ve venir y en el que Rojo consigue dar miedo con lo aterrador, conmover con el lado más humano y hacernos disfrutar con el espectáculo. No va a cambiarnos la vida con Northern Blood, tampoco tiene por qué ser eso una exigencia de base para cada historia que leamos, pero de sus páginas se sale con la satisfacción de una promesa cumplida.

El único contenido extra es un portafolio de bocetos de Antonio J. Rojo.

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