Guion: Kei Koga.
Dibujo: Kei Koga.
Páginas: 176.
Precio: 8,95 euros.
Presentación: Rústica con sobrecubierta.
Publicación: Noviembre 2022.
De la misma manera que hace en Brutal. Confesiones de un detective de homicidios (aquí, reseña de su primer volumen), Kei Koga juega en Trace. Experto en ciencias forenses con un escenario profesional muy concreto y cerrado, uno que vemos siempre por conveniencia en los thrillers pero que pocas veces está en el centro del relato y uno que además exige conocimientos bastante extensos para desempeñarse. Cumple con las bases del género, con la presencia de una figura central que busca ser icónica, en este caso un forense genial en su campo, tanto que llega a resolver casos en los que la Policía se queda a mitad de camino, aunque en cuanto a emociones es bastante parco, y una secundaria que manifiesta una hermosa ingenuidad ante la vida, incluso en una profesión tan dura como la de forense, y una sincera admiración por su protector y superior. Es verdad que esa relación es aún más circunstancial que trascendente o emocionalmente significativa, pero eso también parece el peaje habitual de un primer número de una serie como esta. El de este manga, en todo caso, sirve para enganchar al lector con cierta facilidad no solo por la significativa truculencia del caso que se resuelve en las páginas finales sino por la manera en la que consigue mostrar las artes forenses como algo capaz de sustentar un relato como este.
La gracia de Trace está en que Koga casi sigue los preceptos de la sitcom más que del thriller. Lo que importa es el marco, casi teatral a excepción de las secuencias en las que el manga explorar los casos violentos y sus protagonistas, y los propios actores principales, que partiendo de arquetipos bastante evidentes sí se van desarrollando con cierta soltura. Koga utiliza Trace como una manera de explicar concetos forenses que sin duda él mismo ha utilizado en la prepara con del manga y lo hace sin que la lectura pierda dinamismo, algo que resulta fundamental en un thriller, aunque sea de esta clase. Sí es cierto que en su arranque puede dejar cierta sensación de que avanza con lentitud, pero eso es algo que se soluciona en cuanto lo abstracto deja paso a lo concreto. Es decir, Trace interesa mucho más cuando cae un caso real que cuando se mueve en terrenos más generales, y aunque suene extraño decirlo es la truculencia lo que da a la historia una velocidad de crucero. Cuando la coge, es un manga muy atractivo, porque se intuyen muchísimas posibilidades de evolución, ya sea por nuevos casos que estudien estos forenses o incluso por esa inteligente referencia a los superhéroes que hay en el relato, sutil dentro de la historia y mucho más evidente como punto de orígenes de un personaje principal de una serie.
Hemos destacado la importancia de los aspectos más truculentos de Trace, y lo son también a nivel gráfico. Podría ser una serie mucho más explícita de lo que ha acabado siendo, y por tanto mucho más desagradable, pero se agradece que Koga haya sido capaz de encontrar un punto en el que detenerse antes de cruzar fronteras de las que no es fácil volver. En todo caso, el tema de este manga necesita un cierto tratamiento explícito, y el logro es plasmarlo de una manera bastante elegante, casi podríamos decir que contra pronóstico. Es curioso que, si bien la historia destaca por su base, en el dibujo lo que más llama la atención es lo que sucede para que los forenses lleguen a trabajar en un caso. Con equilibrio, desde luego, para bien del conjunto, porque de nada serviría en realidad que viéramos los crímenes con el impacto requerido si después los personajes principales no convencen al mismo nivel y la resolución de cada caso no tenga un componente emocional. Y convence, como el conjunto de este primer número, que tiene las características a veces ineludibles de una presentación pero que entiende muy bien el universo en el que se está moviendo y lo que pretende despertar en sus lectores. Las puertas abiertas que deja para seguir adelante conforman un extra y un aliciente para seguir más que pendiente de Trace.
Coamix comenzó a publicar originalmente Trace: Kasoken Hoi Kenkyuin no Tsuiso en 2017.