CÓMIC PARA TODOS

‘Invencible presenta: Science Dog’, de Robert Kirkman y Cory Walker

Editorial: ECC.

Guion: Robert Kirkman.

Dibujo: Cory Walker.

Páginas: 64.

Precio: 11,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2022.

Cuando surge un universo de superhéroes, y eso es algo a los que aspiran todas las editoriales y muchos autores de manera más personal, es inevitable pensar que hay en ellos algo de Marvel y DC, porque son los universos que llevan décadas entre nosotros y los que más triunfan entre los lectores. Pasó, desde luego, con el que Robert Kirkman montó alrededor de Invencible (aquí, reseña de su primer volumen), a pesar de que lo suyo tenía normas propias. De hecho, si algo caracteriza a la creación de Kirkman es justo eso, que siendo en realidad más de lo mismo tiene la cualidad de parecer algo nuevo y diferente. Y así, cada expansión, cada añadido, tiene su magia característica. Pasa, desde luego, con Science Dog, serie que escribe Kirkman y que dibuja Cory Walker, que uno empieza a leer pensando que la etiqueta de Invencible presenta va a llevarnos al mismo campo de la serie madre, cosa que hace en parte, pero en realidad es una divertida, muy entretenida ida de olla con el manejo del tiempo como eje principal. Breve, sencillo en muchos sentidos si se quiere, pero eficaz en todo, en el protagonista y en su mundo, aunque casi haya que entender cómo una suerte de autoparodia la forma en la que Kirkman se aviene a contar el origen de su protagonista, cuya introducción en el relato es, con diferencia, lo más flojo de todo el cómic.

Todo esto, de todos modos, hay que cogerlo con alfileres, porque resulta que Science Dog estaba al principio de todo y se convirtió en parte del mundo de Invencible casi por cabezonería. Es, como dice Kirkman en el libro, la primera idea que tuvo cuando pensó en hacer algo diferente, aunque tardara años en poder sacarlo adelante, precisamente gracias a Invencible. Las vueltas que dan la vida y el cómic, desde luego, porque Science Dog tiene una frescura con sabor casi a fanzine incluso aunque naciera para el lector ya al calor de un universo de éxito. Puede que sus fallos, los ya mencionados, tengan mucho que ver con eso, con el deseo de Kirkman de mantenerse lo más fiel posible a la idea inicial una que debía soltarse con rapidez, en pocas páginas y para su degustación espontánea y divertida. Y tiene sus dosis de drama, claro, porque nadie juega caprichosamente con los viajes en el tiempo sin tener una buena razón para ello, pero es una divertida aventura de superhéroes protagonizada por un perro humanoide y parlante. Tal y como suena, es algo que pocos editores en su sano juicio habrían autorizado. Por eso Kirkman tuvo que esperar, por eso Science Dog no apareció cuando se suponía que debía hacerlo. Pero como dice el saber popular, nunca es tarde si la dicha es buena, y en este caso lo es, Kirkman nos tiene muy acostumbrados a que lo sea.

No olvidemos que el protagonista es un perro convertido en superhéroe, porque eso es lo que lógicamente marca por completo el dibujo ya desde el diseño de los personajes. Es verdad que, una vez conocidos, todo es muy Invencible, pero eso también quiere decir que es funcional hasta el extremo, perfecto para la historia que tenemos entre manos, y una forma muy entretenida de dar vida a esta parte de su universo de ficción. El desafío está en que nos creamos lo más imposible en un entorno que por fuerza tiene que sonar realista, y Walker demuestra mucha comodidad en ese escenario. Dado que es una historia que juega con los límites del tiempo, el reto está en que eso se note. Lo más interesante es el retrato del propio Science Dog en determinados momentos de la historia, sin perder de vista a los elementos más extraordinarios del relato. Desde su pequeño continente, Science Dog tiene un contenido notable para pasar un buen rato, es una de esas lecturas que se ventilan con una velocidad inusitada, que cumplen con todos sus propósitos y que pueden sobrevivir de manera independiente y dentro de un universo mucho más grande. Todo esto invita a concluir que Kirkman y Walker saben lo que hacen y manejan al lector a su antojo que disfrute. Como si se pudiera pedir mucho más.

El volumen incluye los dos números de Science Dog, publicados originalmente por Image en agosto de 2010 y mayo de 2011. El contenido extra lo forman las portadas originales de Cory Walker y unas notas finales de Robert Kirkman y Sina Grace.

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Esta entrada fue publicada en 30 enero, 2023 por en Cory Walker, ECC, Image, Robert Kirkman y etiquetada con , , , , .

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