‘¡Buen provecho!’, de Rom

Editorial: Odaiba.

Guion: Rom.

Dibujo: Rom.

Páginas: 178.

Precio: 7,50 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Noviembre 2022.

Con manga como el que propone Rom en ¡Buen provecho! se confirma que casi todo es susceptible de encajar, por opuesto o incluso contradictorio que pueda parecer, cuando se quiere dar forma a un relato. No vamos a desvelar mucho del contenido, pero sí procede avisar de que esta es una historia de amor homosexual, explícita cuando tiene que serlo, en la que la relación central se construye en base a la cocina… y a un bebé. Con esa definición, podríamos imaginar muchas cosas, y seguro que en mangakas diferentes podría haber dado lugar a escenarios de lo más variopintos. Pero Rom opta, por curioso y hasta nuevamente contradictorio que pueda parecer, por lo más familiar, por lo más accesible de lo cotidiano, por hacer de esta una historia en la que todo surge de la espontaneidad y de las emociones más realistas. Casi parece una misión imposible de completar con éxito si tenemos en cuenta que prácticamente cada uno de los capítulos culmina con un encuentro sexual, pero es así, logrando que el manga sea una lectura de lo más curiosa y bastante inclasificable. Obviamente no es para los más pequeños lectores, pero todo lo que vemos es bastante transparente, asumiendo que hay vida sexual en la paternidad, y argumentalmente encaja más como historia de amor, a pesar de lo explícito que es.

Es bastante innegable que choca encontrarse con una historia que aborda la vida desde una perspectiva tan amable y al mismo tiempo apuesta por un sexo tan explícito, pero en realidad es un baño de realidad bastante atractivo. Es decir, la vida es así. En la vida diaria estos elementos conviven de una manera natural, las personas tienen vida familiar, social y sexual, sin que la existencia de una tenga por qué perturbar o excluir las demás, y eso es lo que Rom quiere mostrar en ¡Buen provecho! ¿Funciona? La verdad es que sí, porque lo familiar es simpático y divertido, el bebé juega un papel fundamental en ello y sirve como agradable coartada para que la cocina sea el nexo de todo, y lo picante está a la altura, una vez que se acepta que estamos ante el comienzo de una relación homosexual de un hombre, el padre del niño, que todavía se considera heterosexual. Las dos almas de ¡Buen provecho! son casi tres por la cocina. El otro actor de la historia es profesor de cocina, y eso hace que el manga encuentre otro campo que explorar y, siendo un tema que está tan de moda ahora mismo, se convierte en otro reclamo con el que llamar la atención del lector. Y sí, también funciona esto como tercera pata de un banco que nunca parece cojo y que, por el contrario, se acepta con absoluta naturalidad.

Con esa premisa, es evidente que el dibujo apuesta por el lado más amable de esta realidad, incluso en las escenas de sexo. Rom tiene claro que necesita que ¡Buen provecho! parezca algo real, como si los personajes fueran los vecinos de al lado, y todo transcurre dentro de los cánones de belleza más habituales, con dos hombres altos y guapos. Arquetípico, sí, pero también lógico para adentrarse en los terrenos en los que quiere moverse, y poniendo el foco en los personajes, en que luzcan bien,en que nos parezcan simpáticos, sin dar demasiada importancia a los escenarios, porque en el fondo tampoco necesita mucho desarrollo en ese sentido. Sin muchos artificios, Rom sabe transmitir bien lo que corresponde en cada caso, desde las situaciones de agobio por los problemas alimenticios del bebé hasta la sorpresa del descubrimiento sexual, la pasión de los encuentros o la familiaridad en el trato entre los actores principales, todo está bien descrito, bien llevado y bien ejecutado. De esta manera, queda una historia cerrada en un solo volumen, no necesita mucha más explicación, la verdad, porque cumple a la perfección con lo que propone y con lo que promete, un slice of life picante con almas distintas pero que conviven con una enorme naturalidad una vez que se ha entendido que lo que se pretende es abordar estas cuestiones.

Frontier Works publicó originalmente Oishiku Meshiagare en 2018.