Guion: Joe Hill.
Dibujo: Leomacs.
Páginas: 184.
Precio: 30,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Octubre 2022.
Loca, sorprendente, implacable, tensa, divertida, obstinadamente grotesca… Estos son algunos de los adjetivos que Joe Hill y Leomacs lanzan a su propia obra, Un cesto lleno de cabezas, que fue la que abrió la línea de cómics de terror de Hill en DC hace solo tres años, y que en realidad es la culminación de una idea que el escritor confiesa haber tenido hace más de una década. Y sin que sirva de precedente, porque es evidente que una entrevista publicada dentro de un volumen de unos autores concretos tiene necesariamente su parte de marketing, no podemos estar más de acuerdo. Un cesto lleno de cabeza es una historia llena de insana imaginación, de violencia retorcidamente delirante, de terror expresado de una manera que esquiva lo repelente y con un cinismo fuera de lo común. ¿Perfecta? Probablemente no lo sea, pero es inteligente y rocambolesca, hasta el punto de que las cabezas se van acumulando en el cesto del título sin que dudemos en ningún momento de lo que Hill y Leomacs nos están contando, da igual cuánto se escape de la realidad o cómo de absurdo sea el siguiente giro argumental con el que dar forma al relato. Y ojo, porque hay giros hasta el mismo final de la historia, lo que añade todavía más gracias a este divertimento sin límites ni control que nos ofrece y que aquí se presenta en una edición de lujo que resalta todo lo bueno que tiene.
El problema de historias como la de Un cesto lleno de cabezas es que son mucho más fáciles de analizar si el lector ya ha pasado por la experiencia de sus páginas, pero por si todavía no es el caso nos vamos a guardar esa manera de retratar el trabajo de Hill, que está pensando para ir descubriendo el escenario en cada paso que se da. Eso es lo que le da la gracia a la primera lectura, pero también a las posteriores, porque el éxito de este tebeo no está solo en el impacto por sí solo, sino en la inteligencia con la que está montando todo el andamiaje del cómic. Son muchos elementos que funcionan con una precisión casi quirúrgica y sin que haya nada que parezca artificial, precisamente porque Hill encuentra para todos ellos el desarrollo temporal que necesitan. Algunos son inmediatos, otros tienen un recorrido mucho más extenso que a veces se cuenta en flashbacks, a veces con pensamientos y en otras ocasiones con simples diálogos. Y todo encaja con naturalidad, tanta como la que tienen todos sus personajes, buenos y malos, sí, pero sin perder de vista que la delgada línea de la honradez y la inocencia se cruza con la misma facilidad que la de la maldad absoluta. Hay detalles que se ven venir más que otros, pero resulta difícil no pasar un agradable mal rato con lo que nos propone Hill, incluso en sus momentos más enrevesados.
Leomacs asume el reto con ganas de no dejarse nada en el tintero, ni en lo realista, ni en lo fantástico, ni por supuesto en lo violento. No perdamos nunca de vista que la historia se llama Un cesto lleno de cabezas, y sin desvelar nada sí podemos dejar claro que eso lo sirve la historia sin miedo alguno. El ilustrador coreografíalas atrocidades físicas que vemos de tal manera que nos las podemos tomar como una comedia negra en toda regla pero sin rebajar para nada el tono realista que necesita esta carrera por la supervivencia. Espléndido diseño de personajes, empezando por quien se queda el rol principal del relato, pero también en todos los detalles necesarios para asimilar el escenario ochentero de la América profunda o los toques de género que ineludiblemente van salpicando el paso de las páginas. Parece difícil encontrarle flaquezas al dibujo de Leomacs, y muy pocas son las costuras que tiene el guion de Hill. Delirante todo, desde luego, y tan carente de explicaciones como tiene que ser en un relato de terror de esta naturaleza, pero es que Un cesto lleno de cabezas es uno de esos cómics de terror que cumplen con absolutamente todo lo que proponen desde el inicio hasta el final. Una delicia gore, tensa y grotesca, de esas que los aficionados al género degustan con enorme placer.
El volumen incluye los siete números de Basketful of Heads, publicados originalmente por DC Comics entre diciembre de 2019 y julio de 2020. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Reiko Murakami, Joshua Middleton, Clayron Crain, Tula Lotay, Becky Cloonan, Matteo Scalera, Igor Kordey y Gabriel Rodríguez, entrevistas con Hill y Leomacs y unos bocetos del ilustrador.
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