CÓMIC PARA TODOS

‘La cuenta atrás’, de Carlos Portela y Sergi San Julián

Editorial: ECC.

Guion: Carlos Portela.

Dibujo: Sergi San Julián.

Páginas: 200.

Precio: 23,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Agosto 2022.

Es asombroso que hayan pasado veinte años de la catástrofe del Prestige que azotó las costas gallegas y que sea tan lícita la sensación de que aquello se cerró en falso, de que la sociedad absorbió todo lo que sucedió en aquellos días y los responsables, los buitres, los que se aprovecharon de todo aquello desde diferentes ámbitos y aunque hubiera un proceso penal, se marcharon de rositas. Que no aprendimos nada, en definitiva. Y por eso es tan necesario un tebeo como La cuenta atrás, porque es el Prestige sin ser explícitamente el Prestige. Carlos Portela y Sergi San Julián firman uno de esos cómics que, además de percibirse como necesarios, son excepcionales por la manera en la que entienden los hechos a los que dan forma. Y la forma es, precisamente, el primer gran acierto, porque es exactamente lo que indica el título, una cuenta atrás, pero a la inversa. La obra recoge todo lo que sucede en el año posterior al vertido, pero retrocediendo en el tiempo. El segundo gran acierto, el fondo, todo el fondo, lo bien que entiende que el Prestige no fue algo inabarcable y lejano, sino algo que cambió las vidas de personas muy concretas. Impresiona lo bien que Portela y San Julián entienden estos hechos, como seguramente no se ha conseguido en ningún reportaje, artículo o libro que hablara cara a cara con los afectados.

Portela recorre con una exquisitez documental todos los extremos de una catástrofe como esta, desde los pescadores a los voluntarios, pasando por los políticos y la prensa. Y por esa vía entra en el corazón del drama con una sutileza encomiable. La cuenta atrás abarca tantas cosas, tantas emociones, que solo cabe admirar la forma en la que todo se estructura, en capítulos y dentro de ellos. Habla de ilusiones, de esfuerzos, de frustraciones. Y todo en un círculo que no se cierra, el del protagonista principal del relato, que no de todas sus partes, al que vemos al inicio, en realidad el final, como objeto manipulado, y al principio como alguien ilusionado, que confía en haber acertado en decisiones que cambian su vida la da siempre. Y no, quien recuerde el Prestige sabe que aquellas decisiones no fueron buenas porque el destino y el poder jugaron sus cartas para que no lo fueran. Esa sensación de impotencia, de corrupción, hasta de indecencia, sobrevuela toda la obra y nos recuerda que la realidad es tan oscura como el chapapote que impregnó las playas galletas en aquellos funestos días de hace ya veinte años. Puede que no estemos preparados en este país tan polarizado para leer algo tan desgarrador y sincero, pero eso no lo hace menos cierto. La crónica de Portela es increíblemente certera.

San Julián entiende la historia tan bien como lo hace Portela, y se complementa con él de manera sobresaliente. La cuenta atrás podría haberse limitado a ser un ejercicio eficaz de captura de escenarios realistas y hechos demostrables, pero es mucho más que eso. Como en el guion, lo que marca el dibujo es la humanidad que captura en todo lo que se ve, la humanidad del pescador, la del político, la de los periodistas de ideales contrapuestos, y junto con ellos la del mundo en general que representa en estas páginas. Podríamos quedarnos con lo bien que San Julián captura esas mismas emociones en los rostros de todos los actores que desfilan por las páginas, pero impresiona aún más cómo logra que eso se traslade a una sensación mucho más intensa que marca cada secuencia. El color, en el que San Julián colabora con David Otálora y Marta Mesas, es la guinda, con una paleta tan apagada como necesita una historia que despierta rabia. Rabia porque todo esto pasó de una u otra manera y no se quiso poner freno en ninguno de los momentos en los que se pudo hacer para que los culpables, a todos los niveles, tuvieran que responsabilizarse de lo que hicieron. Son ya veinte años y todo duele como si fuera ayer, más aún si aquellas enmociones nos las recuerdan con la brillantez de La cuenta atrás.

La primera parte de la obra se publicó originalmente en 2008. El contenido extra lo forman un prólogo de Manuel Rivas, un epílogo de Miguelanxo Prado, una entrevista con los autores y un portafolio de bocetos.

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Esta entrada fue publicada en 9 noviembre, 2022 por en Carlos Portela, ECC, Sergi San Julián y etiquetada con , , .

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