Cine – ‘Pokemon. Mewtwo contraataca: Evolución’, de Kunihiko Yuyama y Motonori Sakakibara

Título original: Myūtsū no Gyakushū EVOLUTION.

Director: Kunihiko Yuyama, Motonori Sakakibara.

Reparto: Rika Matsumoto, Mayumi Izuka, Tuji Ueda, Ikue Otani, Satomi Korogi, Megumi Hayashibara, Shin-Ichiro Miki, Inuko Inuyama, Unsho Ishizuka, Kenta Miyake, Minoru Inaba, Koichi Yamadera, Maschika Ichimura, Sachiko Kobayashi, Hiroshi Kamiya, Ayana Sakura, Hiroyuki Yoshino, Raymond Johnson, Chika Fujimura.

Guion: Takeshi Shudo.

Música: Shinji Miyazaki.

Duración: 98 minutos.

Estreno: 12 de julio de 2019 (Japón).

No hay nada que escape a la fiebre del remake, sobre todo si hablamos de lucrativas franquicias que tienen una hueste de seguidores que prácticamente garantizan el éxito de cualquier producto nuevo que se lanza al amparo de esa marca concreta. Lo que ya es cuestionable es como se hacen esos remakes. Hace algunos años ya, Gus Van Sant generó ríos de tinta por rehacer Psicosis plano a plano, copiando los que Hitchcock empleó décadas antes. No es que Pokémon. Mwetwo contraataca: Evolución sea algo así, aunque no está su producción tan alejada de esa idea, pero sirve para que podamos adentrarnos en ese debate. Hay que recordar que la primera película de Pokémon en animación convencional allá por 1999 es precisamente Mewtwo contraataca, y dos décadas después lo que nos llega es una cinta que no llega a ser un calco de aquella pero en la que resulta evidente que no vamos a encontrar ninguna sorpresa argumental. ¿Cambios? Alguno hay para dar un poco más de coherencia al resultado final y que no parezca una simple copia o una concatenación de batalla de Pokémons, aunque esa sea la gracia parcial de ver a estos personajes en acción,  porque eso, la captura de Pokémons, es justo lo que hacen los seguidores de esta franquicia en la más exitosa de sus vertientes, la del juego.

Hazte con todos, decía el popular eslogan de la marca, y la película viene a hablarnos precisamente de la jerarquía que hay en este universo, y de la supremacía que viene a ejercer Mewtwo desde su nacimiento, algo que está ya muy presente desde la primera secuencia. Con esa idea, la historia es resultona, como ya lo era en realidad hace dos décadas, y lo suficientemente eficaz como para mantener la atención durante todo el metraje, sobre todo si se disfruta con las reglas de este universo. Obviamente, lo que se espera es el clímax final, ese combate múltiple que supone una exhibición del poder de los Pokémon y la causa de que se haya producido este remake en afinación 3D. Estas técnicas dan al conjunto una notable espectacularidad, justo lo que necesita. Ni estamos asistiendo a grandes cambios de calado en la franquicia ni la película tiene un final que nos vaya a colocar en el borde del asiento, de lo que se trata es de disfrutar con lo más básico, con aquello que está en la base de Pokémon. ¿La evolución del título? En lo visual de manera estricta, en que como casi tantas franquicias se ha dado el salto al 3D y eso es algo que, hay que reconocerlo, no le sienta nada mal al anime en general por la grandilocuencia habitual de sus terceros actos, y tampoco en particular por supuesto a este universo de pequeñas criaturas con poderes.

La pregunta es si para saltar al 3D, algo que en sí mismo resulta irreprochable e incluso lógico, es la mejor alternativa la de repetir un relato que ya hemos visto, y seguramente habrá visiones opuestas que invitan a concluir que esta es una película para fans. De esa manera, disfrutarán más quienes tengan una menor exigencia en los argumentos y más gusto por la espectacularidad visual, de eso no hay duda, y sí puede configurarse como una muy buena puerta de entrada al mundo Pokémon para quien no lo conozca en profundidad o para nuevos aficionados, en especial los de menor edad. Este es un juicio que también indica que es una cinta un tanto escasa para quienes no estén habituados a las andanzas de Pikachu y compañía. En el arte del remake es lógico que la nostalgia sea el argumento definitivo, y Mewtwo contraataca juega esa baza de una manera contundente, no es difícil asumir que es la principal. En manos de cada espectador queda decidir si eso es suficiente o no, porque lo que se busca es precisamente apelar al fan Pokémon, además sin contemplaciones, con toda la artillería posible. En buena medida, Pokémon es esto. Si esa advertencia nos parece bien, no parece haber motivo para no disfrutar de una película que si aprueba es precisamente porque no hace nada que no domine.

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