Guion: Raoul Cauvin.
Dibujo: Berck.
Páginas: 160.
Precio: 31,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Marzo 2022.
El cómic, como cualquier arte narrativa, tiene la gigantesca capacidad de abordar los temas más variados desde las ópticas más distintas. ¿Historias de gangsters convertidas en comedia? ¿Y por qué no? ¿Qué hay de tabú en hacerlo? Pues esa pregunta, que hoy en día desataría más de un debate se la hicieron Raoul Cauvin y Berck nada menos que a finales de los años 60, cuando se disponían a arrancar Sammy, cuando decidieron que podía ser divertido llevarnos al Chicago de los años 20 del pasado siglo a seguir las andanzas de un guardaespaldas que trabaja para una agencia que acepta para él y para su jefe los más rocambolescos casos. Y la cosa, por mucho que el escenario sí pueda abrir en nuestros días los debates que seguramente entonces no propició, funciona de fábula. Es una serie jovial, divertida, que sabe hacer bromas de todo, de salvas de disparos, de explosiones, de persecuciones, de secuestros… Nada se sale de los límites para Cauvin y Berck le da forma de una manera tan atrevida como cómo cómicamente eficaz. Y como se trata justo de eso, de que nos pasemos un buen rato riéndonos ante las ocurrencias de las aventuras de Sammy, no hay mucho más que se le pueda pedir a esta clásica serie de la BD francobelga, una muy poco conocida pero que está a un nivel muy alto, sin nada que envidiar a otras con más nombre y fama.
Cauvin se desenvuelve bien en un escenario más o menos hostil, poco propicio en principio para la comedia, y lo hace porque no tiene complejo alguno. Sammy no es una serie verosímil en ningún aspecto, no necesita serlo y no quiere llegar a ese punto, lo que le sirve para abrir escenarios muy dispares con el objetivo de hacer reír. Y lo consigue porque, además, imprime un ritmo frenético. Nada de perder el tiempo con largas presentaciones o explicaciones farragosas, aunque en todo caso el escritor introduce mucho texto en sus páginas. ¿El mejor ejemplo? La propia presentación de Sammy. Aquí está, encantados de conocerle y al lío. Sin más y de una manera tan directa como puede parecer. Pues así es todo en Sammy. ¿Necesitamos acaso que en una comedia de este estilo recibamos explicaciones para todo? No, en absoluto, porque todo va quedando claro con el desarrollo de la acción. Y no le hace falta mucho más a Cauvin, porque se muestra muy atento en todo lo que pone sobre la mesa, evitando la tan temida reiteración cuando en principio cada una de las aventuras de Sammy podría tener demasiados elementos en común con la anterior. No es así, la originalidad también se suma a las virtudes de la serie para hacer que su comedia sea francamente divertida y adecuada para públicos de todas las edades.
Quizá sea importante destacar esto último, porque el estilo de Berck emparenta la serie con clásicos infantiles del cómic europeo, más aún si tenemos en cuenta que estamos ante una serie nacida en Spirou, pero no se limita a contentar a lectores de corta edad. Es evidente que su caricatura está pensada fundamentalmente para atraer a chavales a estas aventuras, de la misma manera que Ibáñez hizo Mortadelo y Filemón con el mismo propósito, pero Berck no se contenta con eso. Su estilo es divertido, pero tambien detallista, no puede ser de otra manera en un cómic que tiene tantos elementos en cada viñeta y que, sobre todo, tiene que adaptar un escenario de metralletas y criminales a un entorno tan simpático como para ser aceptado sin limitación de edad. Y si Cauvin quiere que el ritmo sea protagonista, es obligado decir que Berck responde a ese reto de una manera admirable. Sammy es una serie que merece una oportunidad para ser conocida más allá de las fronteras en las que fue concebida, precisamente porque tiene una indudable vocación universal que hoy, más de medio siglo después de su creación, sigue muy viva. Puede que no alcance el nivel de los indiscutibles clásicos de la época de la BD, pero es una serie muy sólida y eficaz, una que debemos leer para ser justos con su recuerdo.
El volumen incluye las aventuras de Sammy publicadas originalmente en los números 1.673 y 1.791 de la revista Spirou, entre mayo de 1970 y agosto de 1972. El contenido extra lo forman las portadas originales de Berck y artículos sobre la serie de David Steenhuyse y Carlos de Gregorio.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.