‘Die! Die! Die!’ 1, de Robert Kirkman, Scott M. Gimple y Chris Burnham

Editorial: ECC.

Guion: Robert Kirkman, Scott M. Gimple.

Dibujo: Chris Burnham.

Páginas: 200.

Precio: 22,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2022.

Hace mucho tiempo, el exceso podía ser un problema. Los lectores, como los espectadores, habían vivido largos periodos de contención habitual, propia y ajena, a veces producto de la censura y otras por el deseo de llegar a públicos más amplios. Pero en un momento indeterminado, ese autocontrol desapareció y el reto era ser cada vez más bestia. Pero ojo, por voluntad propia, nunca por imposición de nadie, con libertad. Y así llegamos a Die! Die! Die! No es que Robert Kirkman se haya contenido mucho a lo largo de su carrera, no en vano es el creador de The Walking Dead (aquí, reseña de su primer volumen) e Invencible (aquí, reseña de su primer volumen), pero en Die! Die! Die!, ayudado en el guion por Scott M. Gimple se sale de las tablas por la ferocidad de lo que vemos, una historia que tiene su fundamento en las cloacas de la política americana y en los brazos ejecutores de las tareas más sucias y violentas. Lo que vemos es sencillamente indescriptible, y hay que leerlo para asimilar todo lo que imaginan los escritores y Chris Burnham pone en cada página. Una salvajada, sí, pero tanto ética como física, lo que hace que podamos tomarnos esta serie como una auténtica locura ideada en realidad por tipos más bien cuerdos que saben perfectamente el mensaje que transmiten. Y no es uno demasiado positivo, no.

El peligro de una serie como Die! Die! Die! es, probablemente, que no quede claro el objetivo real de lo que estamos leyendo. Vemos disparos a mansalva, narices cortadas, golpes de todo tipo, espadas y pistolas en combate, atropellos de coche y hasta bombas nucleares. Vemos a gente mala, pero mala de verdad aunque se supone que por sus cargos en la Administración tendrían que ser los buenos, y profesionales de la violencia, por mucho que tengan familia, hijos o incluso corazón. Vemos a senadores que no tienen problemas en cometer las mayores barbaridades, sexo en los despachos, y toda clase de perversiones morales de muy distinta índole. Se trata de que nos explote la cabeza con una historia que casi podríamos decir que se configura como un gigantesco macguffin, porque al final parece dar igual que haya una historia de fondo siempre y cuando los golpes que vemos en cada viñeta nos mantengan entretenidos. Casi parece una metáfora sobre el fondo de Die! Die! Die! y el momento histórico que nos ha tocado vivir, uno en el que cada vez es menos llamativo que dos o más personas traten de matarse en plena calle. ¿Es Die! Die! Die! una radiografía realista de la sociedad americana? Da miedo pensarlo, pero no parece tan descabellado. Y como Kirkman y Gimple lanzan tantas cosas, la serie puede seguir su escalada de violencia.

Burnham, desde luego, parece más que preparado para lo que le inciten a dibujar, porque cada barbaridad que vemos, cada una de las locuras que van componiendo la historia, parece más bestia que la anterior. Y eso que empezamos con la nariz cortada, pero desde ahí esto es un no parar. Es evidente que Die! Die! Die! está pensada para disparar la adrenalina, para que el lector desconecte todos los filtros en consonancia con lo que hacen los propios autores. Si el guion tiene puntos sádicos, el dibujo confirma que lo son… y que es divertido disfrutar con ellos. Y si en las peleas vale todo, en las de esta serie nos lo vamos a pasar en grande con las coreografías que monta Burnham. Solo con las páginas que abren cada uno de los ocho números que contiene este volumen, las que desembocan en el muy gráfico título de la serie, ya tenemos más que suficiente, pero las apuestas, en todo caso, no dejan de crecer. La apuesta, además, es ganadora. Es todo muy bestia, no hay duda, pero no cometamos tampoco el error de pensar que debajo de tan sangriento caparazón no hay algo que nos tiene que hacer reflexionar. Si no lo hacemos, desde luego, los malos ya han ganado y el mundo que retrata Die! Die! Die! es ya una realidad en la que cualquier hijo de puta, permítasenos el lenguaje, puede salirse con la suya a cualquier nivel.

El volumen incluye los ocho primeros números de Die! Die! Die!, publicados originalmente por Image entre julio de 2018 a febrero de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales de Chris Burnham.

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