Guion: G. Willow Wilson.
Dibujo: Christian Ward.
Páginas: 128.
Precio: 19 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2022.
Tres libros, quince números. Puede que eso no sea suficiente para algunos lectores hoy en día, porque estamos acostumbrados a que el éxito implique que algo se estire hasta el infinito, incluso aunque eso acabe desnaturalizado los méritos que hacen que una historia destaque. Pero es lo que hay en Invisible Kingdom, llegamos hasta aquí, este es el final. Y se agradece que los autores sepan cuando parar. El momento y la forma en que lo hacen G. Willow Wilson y Christian Ward en esta serie, además, parecen bastante adecuados. En otros mundos, título del tercer y último libro de la serie, llega hasta donde necesitaba llegar, cierra las grandes tramas políticas, sociales y religiosas que luce desde el primer libro (aquí, su reseña), pero también encuentra conclusiones satisfactorias al lado más humano y emocional del relato. Y de esa manera, la ciencia ficción que abandera la serie triunfa por una doble vía, la que honra las bases del género más evidentes, las que nos llevan a extraños y coloridos mundos, las que crean naves maravillosas, las que imaginan sociedades distintas, y también conectando con nuestro momento, con nuestras normas y con maneras de sentir y pensar plenamente contemporáneas y terrenales. Invisible Kingdom ha sido una gran revelación en ese sentido y su conclusión está a la altura de las ambiciones que demostró en su arranque.
Wilson es ambiciosa en el conjunto de la serie, porque quiere abarcar muchos temas y aspectos del universo que imagina, y su gran mérito es, ha sido en realidad, condensarlos de una manera tan acertada como para que todo el relato dé sensación de plenitud, para que los personajes encuentren un desarrollo sobresaliente y para que la revolución social que plantea sea creíble, sin dejar de lado la diversidad emocional y en femenino que defiende, que es al final uno de sus grandes temas. Lo sobresaliente es la naturalidad con la que lo presenta, que es clave primero para que sea una relación humana y después para que no parezca algo impuesto o llamado a provocar controversia. Es tan natural esto como el conflicto de poder que se desataen este universo, y se disfruta tanto con la relación que se entabla entre las dos protagonistas como en el gran escenario religioso y político que vemos en Invisible Kingdom. Hasta los giros de guion, independientemente de lo forzados o previsibles que puedan parecer a algunos lectores, no parece que lo sean demasiado salvo para los lectores más avezados en este tipo de lectura, se acogen bien en el devenir de un relato de esta naturaleza, y por eso la serie destaca, no solo por su rompedor estilo visual.
Eso lo tiene, desde luego, y aunque por momentos ha podido parecer que el juicio a la serie estaba muy dominado por la eficaz y en muchas secuencias deslumbrante puesta en escena de Ward, la serie ha alcanzado un equilibrio espléndido. Eso no quita méritos, ni mucho menos, a un dibujo que sorprende hasta el final, que sabe sacar partido de la extravagancia visual de los personajes, ninguno de ellos con un color de piel que podamos entender cómo cercano a nosotros pero no por ello menos humanos. El Festival de color sigue siendo deslumbrante tanto como lo fue en el sobresaliente impacto inicial, y es una honra bestial a la ciencia ficción en todo lo que nos lanza. Es tan brutal el arte de Ward que hasta podríamos olvidarnos por momentos de que nos están contando una historia y perdernos en el crisol cromático y de formas que nos propone el ilustrador. Pero el reto está justo ahí, en entender que Ward no solo es un artista plástico, uno magnífico, sino también un narrador, que es lo que necesita una historia. Invisible Kingsom no es una colección de cuadros, sino ese relato que se espera. Y uno espléndido, de los que tienen pinta de resistir el paso del tiempo con facilidad y de los que siempre van a estar abiertos a que los retomamos con ganas de descubrir nuevos detalles y enfoques. Gran final, gran serie, grandes autores.
Dark Horse publicó el tercer volumen de Invisible Kingdom, In Other Worlds, en mayo de 2021.
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