CÓMIC PARA TODOS

‘ADN’, de Óscar Aibar y Fernando de Felipe

Editorial: ECC.

Guion: Óscar Aibar.

Dibujo: Fernando de Felipe.

Páginas: 96.

Precio: 20 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2022.

¿Hemos destacado ya el momento editorial que estamos viviendo en España? Es una pregunta retórica, sí, lo estamos haciendo continuamente, cada vez que nos llega una lujosa edición de algún tebeo que hace no tanto tiempo solo se habría podido encontrar entre la nostalgia de las viejas librerías de segunda mano o los puestos de mercadillo, como tesoros ocultos que en tantas ocasiones ni sus propios vendedores conocen. ADN, la breve serie de Óscar Aibar y Fernando de Felipe, una de apenas nueve entregas de pocas páginas, entra de lleno en esa categoría, es uno de esos pequeños clásicos que durante años solo conocían los lectores de las grandes revistas de cómic españolas. Como dice David Rubín en la contundente introducción que pone al libro, esta es una serie tremendamente actual. Sí, no pierde ese tono ochentero y de revista que convencía entonces como lo hace ahora, pero a la vez se acerca a unos temas de ciencia ficción que, ahora, con lo que sabemos, con lo que hemos visto ya, son todavía más apabullantes. Queda ese pequeño resquemor de saber lo breve que fue ADN, porque uno se adentra en sus páginas y huele un universo que podría haber sido gigantesco. Pero a la vez es lícito, preguntarse si se le podría venerar de haber sido algo más longevo prolongado. Porque a veces lo bueno… Ya se sabe. Da igual, bueno es. Brillante y visionario en muchos sentidos.

Para quienes no conozcan la obra, no hace falta decir, viendo título y cubierta, que estamos hablando de ciencia ficción. Aibar habla de clonación y de genética, de una sociedad futura que juega a ser perfecto y que dista muchísimo de serlo. Es tan tecnológica y científicamente avanzada como moralmente podrida, y eso es lo que hace de ADN una lectura tan inquietante. Aibar sabe que su apuesta no es la de un héroe, no hay un personaje al que seguir, ni siquiera un villano, sino que se trata de meternos de lleno en la sociedad que retrata en sus peligros, en sus rincones oscuros. Sin miedo alguno a usar a figuras populares que conecten este mundo con otro que ya es pasado incluso para los lectores de su tiempo original, casi adelantándose a esta ola de nostalgia que hoy en día se ha convertido en el motor de buena parte de la industria audiovisual. Como ADN es un mundo de pequeños detalles, estos hacen que el conjunto crezca, de tal manera que se ven cosas que en realidad no están ahí. Aibar no es un profeta, pero casi. Al menos es un narrador esplendido, de los que sabe que no hacen falta grandes explicaciones o muchas páginas para que nosotros, como lectores, vivamos la experiencia que él ha imaginado. O que se cuelen en nuestra mente realidades que formen parte de este mismo mundo, incluso aunque el escritor no haya querido detenerse en ellas.

Como en toda historia de ciencia ficción, su apuesta visual es determinante en su éxito, y De Felipe es una garantía en ese sentido. Nunca ha tenido un trazó convencional para nada, pero muchos menos para moverse en las ideas fijas de los géneros. En la ciencia ficción, en esta ciencia ficción mejor dicho, tiene una visión privilegiada. Sus retorcidas figuras, los experimentos genéticos que vemos, la enorme suciedad que hay en esta manera de entender el futuro, todo forma parte del imaginario del ilustrador con una precisión envidiable. Y da igual que sea a todo color o un bitono de destacado amarillo, su dibujo es apabullante. Lo violento se abre camino en el dibujo de De Felipe casi sin que él mismo se dé cuenta, lo que da un toque más de naturalidad a un mundo que, en realidad, es plenamente artificial. Es una gozada que se haya recuperado ADN para una edición tan lujosa como esta, porque nos permite leer como nunca la historia, recordando las sensaciones que este tipo de tebeo despertaba entonces pero adecuándolas a los tiempos que vivimos. Puede que no sean tan románticos, eso parece evidente, pero al menos por esta vía tenemos la certeza de que obras de este calibre no se van a perder en la neblina del tiempo. Aibar y De Felipe, desde luego, merecen que trabajos tan apasionados como estos no dejen de estar en las estanterías.

El contenido extra lo forman una introducción de David Rubín, extractos del ensayo de Fernando de Felipe sobre los temas tratados en la serie y un portafolio de bocetos e ilustraciones.

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Esta entrada fue publicada en 18 mayo, 2022 por en Óscar Aibar, ECC, Fernando de Felipe y etiquetada con , .

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