Se lo decimos a ellas en la primera pregunta e insistimos en la idea: siempre es un placer conocer a nuevas artistas y disfrutar con lo que tienen que ofrecernos. En Octobriana y los Vengadores Soviéticos contra el capitalismo nuclear (aquí, su reseña) tenemos a cinco grandes talentos para dar forma al guion de Fernando Llor, y dos tienen nombre de mujer. Jessica SIlvan, a la derecha de la imagen que acompaña estas líneas, y Zaida Novoa, a la izquierda, no tienen todavía demasiada experiencia, pero desde luego apuntan alto, y por eso hemos querido hablar con ellas para que nos cuenten quiénes son, quiénes han sido durante la realización de este cómic y qué podemos esperar de ellas en un futuro que se antoja brillante y que ojalá nos dé nuevas oportunidades de entrevistas cuando lancen nuevos proyectos, algo que estamos convencidos de que va a suceder porque pisan con mucha fuerza y han llegado para quedarse.
Siempre es un placer dar la bienvenida a talentos jóvenes. ¿Os presentáis vosotras mismas? Formación, gustos, influencias, lo que queráis para que los lectores sepan qué esperar de vosotras.
Jessica: Mi nombre es Jessica Silván y soy autora novel. No tengo formación artística más allá de los cursos que hice en la academia online de Nacho Arranz, y que terminé justo el 31 de diciembre de 2019. Dos años, dos horas a la semana, en diseño y creación de personajes y otros dos para narrativa y cómic”, que consistió en hacer un proyecto de cómic que se acabó publicando en la editorial Nuevo Nueve. Y algunos cursos de Doméstika, pero no creo que eso cuente mucho como formación, ja, ja. Mis influencias vienen sobre todo del manga. Porque confieso que era el único tipo de cómic que consumía antes de plantearme dedicarme a esto, salvo algunos cómics españoles y franceses que había leído de pequeña. Los típicos, Mortadelo y Filemón, y las que venían con ellos en las grapillas de los periódicos, creo que mi favorito era El Capitán Trueno, y Astérix y Obélix. Y, a partir de querer dedicarme a esto mis, referentes son sobre todo Clayman, Jorge Jiménez, Iban Coello, Belén Ortega, Javier Fernández, Jaime Calderón y sigo tirando de Tite Kubo y Takeshi Obata.
Zaida: ¡Hola a todos! Soy Zaida Novoa y participo junto a mis compañeros dibujantes en Octobriana y los vengadores soviéticos contra el capitalismo nuclear. Sobre mi formación, estudié Bellas Artes en la facultad de Pontevedra y continué formándome en Granada, en la facultad de Bellas Artes Alonso Cano, donde imparten clases de ilustración infantil, animación y cómic. Al finalizar, seguí estudiando, esta vez enfocándome más en el comic y comencé el curso profesional de comic en la escuela O Garaxe Hermético de Pontevedra durante tres años. Sobre mis influencias primero tendría que nombrar a mis profesores y compañeros de O Garaxe Hermético, que son de los que aprendí en primera línea sobre cómic: Kiko da Silva, Miguel Porto, el propio Fernando Llor, Fernando Iglesias Kohell, Fran Bueno, Miguelanxo Prado y a Sergio García de Granada. Después, como todos, mis referentes están relacionadas con mis gustos. Aunque haya un batiburrillo de estéticas o de influencias, mi estilo se acerca al cartoon, más al cómic europeo. La estética de la animación tradicional sí que ha influido en mi forma de dibujar y también el manga, que todos hemos leído o visto. Si tengo que nombrar a dibujantes que hayan sido o sean influencia para mí sería Milt Khal, Rumiko Takahashi, Jordi Lafebre, Denis Bodart, Gibrat, Ana Miralles, Zidrou, Cecile Carré, Bill Watterson, Teresa Valero, José Luís Munuera, Mary Blair y un largo etcétera. Siempre se aprende de todos, por muy diferentes que sean.
Me gustaría que me contarais cómo llegáis al proyecto y que sabíais de Octobriana cuando os lo mencionan por primera vez…
Jessica: Pues seguía a Fernando Llor desde que le descubrí a través de Facebook. Veía a un guionista super creativo y que sacaba material interesantísimo a chorros. Me encantó su cómic El espíritu del escorpión (aquí, su reseña). Me parece que tiene un talento increíble. Así que estaba deseando poder tener la oportunidad y el nivel para trabajar con él. Lo que no me esperaba es que al poco me iba a escribir preguntándome si quería participar con él en este proyecto. No quiero ser cursi, así que no diré lo mucho que me emocionó, ja, ja, ja.
Zaida: En mi caso, como mi profesor de guion fue Fernando Llor y ya habíamos trabajado juntos, me comentó sobre el proyecto, de qué trataba, y si quería participar. Me pareció interesante y acepté. Después busqué más información para estar más preparada en cuanto llegara el guion final.
Siendo una gallega y otra andaluza, contadnos cómo ha sido el método de trabajo para que Octobriana fuera una realidad. Lo digo porque hablamos de un tebeo escrito por Fernando Llor, que imagino que se ha desarrollado en pandemia, no sé si a lo mejor incluso en confinamiento estricto, con cinco ilustradores que no sé si os conocíais de algo o si habéis trabajado sin saber qué dibujaban los demás…
Jessica: Gran parte durante el confinamiento estricto, sí. Ha sido un cómic grupal en tiempos de pandemia. Pero gracias a internet no hemos tenido ningún problema. De todas formas, creo que es bastante usual trabajar así hoy día. Mucha gente trabaja desde España para editoriales extranjeras sin verse con el editor, el guionista, colorista, etc. Pues algo parecido. A la única persona del proyecto a quien conozco es a Javier Mora, que también vive en la provincia de Málaga. A los demás aún no les he podido conocer, pero me hace ilusión pensar en hacerlo pronto, ahora que se han reactivado los eventos. En cuanto al proceso. Fernando y Mercedes del Castillo, la editora de Cósmica y rotulista del cómic, organizaron un grupo en Facebook para poder coordinarnos. No dibujamos todos a la vez porque Fernando iba escribiendo Octobriana y nos iba pasando el guion según terminaba cada capítulo. Creo que todos íbamos alternando Octobriana con otras cosas. Aún así no fue difícil coordinarnos porque teníamos el grupo para pasarnos los diseños de personajes, que los hicimos a la vez, compartir las páginas que terminábamos para que el siguiente las tuviera de referencia y preguntarnos alguna duda. Además, que los capítulos tienen una temática bastante diferenciada, así que no hubo dificultades para que cada uno hiciera su parte.
Zaida: Además de a Llor, yo ya conocía a Pablo Prado. Fuimos compañeros de clase y ya habíamos trabajado juntos. Al resto de ilustradores no los conocía pero entre todos hicimos una buena piña. Fue un buen descubrimiento. A pesar de la distancia, teníamos ese grupo donde hablábamos, compartíamos bocetos, diseños e ideas e íbamos enseñando el proceso de trabajo de las páginas. Esto estuvo muy bien porque ves cómo trabaja el resto, aprendes mucho de ellos y siempre te pueden dar una opinión, cómo mejorar algo, en definitiva es una ayuda y otro punto de vista. Y nos animábamos entre todos. Siempre te daba ganas de mejorar tus páginas viendo el trabajazo que ellos hacían con las propias.
Tenéis estilos muy diferentes, Jessica es más realista, más americana en cierto sentido, y Zaida más cartoon y a lo mejor más europea. ¿Por qué os interesaba formar parte de un proyecto como Octobriana, sabiendo que iba a ser un collage de cinco artistas distintos? ¿Qué os ha aportado como autoras?
Jessica: Bueno, como he dicho, me apetecía mucho trabajar con Fernando. Además, para mí era una oportunidad tremenda de ganar experiencia y aprender. Acababa de salir del curso y, aparte de unas páginas de prueba que estaba haciendo, fue el primer storyboard que hice sin ayuda, y creo que eso se nota, ja, ja. El guion de Fernando era una novedad para mí en cuanto a estructura, pero me dio una libertad tremenda para organizar las páginas. Ha sido mi primer cómic como autora, no como alumna, junto a un guionista de renombre, así que aún me emociona pensarlo. Y mis primeras páginas en las que he dibujado gente peleando, y muchas otras cosas que tampoco había dibujado. He aprendido muchísimo. De mis compañeros sólo conocía los estilos de Román y José Raúl, pero ya venía de un cómic colaborativo, el del curso, por lo que hacer otro con estilos diferentes no me resultó extraño. Y creo que ha quedado chulísimo, porque cada estilo le da una personalidad diferente a cada personaje, y eso me gusta mucho. Espero que mi estilo haya aportado algo bueno a Laika. Al menos me voy con el gustazo de haberle dado la oportunidad de vengarse, ja, ja.
Zaida: Como ya dije es una forma de aprender. En mi caso no es un tipo de historia que haya hecho antes y fue una forma de hacer algo nuevo, sobre todo en lo referente a la estética. Suelo trabajar a color y aquí no lo hay, la forma de dibujar también cambia con el proyecto y, aunque puede que estuviera un poco perdida al principio, disfruté con los acabados y el resultado final. Fue cambiar el chip y eso siempre viene bien.
Una vez visto el trabajo de ambas, ¿qué destacaría Zaida de Jessica y Jessica de Zaida? ¿Y en qué tipo de cómic, en qué historias o de géneros creéis cada una que la otra?
Jessica: Como digo, no conocía a Zaida, así que su parte de la historia fue una sorpresa. Ver los estilos todos juntos fue como una explosión de color en la historia. Me gustan muchos los estilos cartoon. Me parece que aportan un dinamismo y una fluidez muy diferentes al realismo, y creo que es lo que destacaría del estilo de Zaida. Ver a Octobriana y a Trotsky con su dibujo me pareció fantástico y muy divertido. Mis amigos dicen que es muy gracioso que la historia vaya pasando de estilos más serios a más cartoon a medida que en la historia van saliendo elementos más surrealistas. Esos ninjas del dólar peleando contra ellos dos en el estilo de Zaida… Me fascina, ja, ja, ja. Creo, o al menos para mí, que me gustaría poder dibujar cosas diferentes, que el tema de los géneros, historias y estilos es algo muy personal. Entiendo que a cada mercado se asocian estilos distintos, pero también creo que hay ejemplos cada vez más numerosos que rompen ese molde, o al menos es la impresión que tengo, desde mi humilde opinión de novata. Y por eso creo que sólo Zaida puede decir dónde se ve trabajando. No me siento con derecho a opinar sobre eso. Solo puedo decir que, sea donde se vea o quiera verse, espero que lo consiga, porque aportará una personalidad única con su estilo y su forma de narrar.
Zaida: Al haber trabajado juntas en este proyecto, he visto el proceso de Jessica y, la verdad, es impresionante. Tiene un lápiz muy cuidado, al igual que las posturas, los gestos y las poses de los personajes. Las composiciones de las páginas están muy bien pensadas y el entintado es precioso. A mi en lo personal me encantó porque tienen una línea muy elegante y limpia, con mucho detalle a la vez.
Octobriana lucha contra el capitalismo. Si vosotras fuerais superheroínas, ¿cuál sería vuestra causa y cuáles serían vuestros poderes para luchar por ella?
Jessica: Si fuera una superheroína tendría dragones, como Daenerys Targaryen, ja, ja. Sé que no es una superheroína al uso, y que en la serie…cómo decirlo respecto de ese final… Herejía. Pero si tuviera una causa sería parecida a la de ella. Lucha de clase, lucha climática, lucha por la igualdad. No soy comunista, como Octobriana. Ni pasaría a la gente a fuego y sangre, como Dany, ni sé qué poderes tendría, porque ni al Doctor Manhattan le salió bien la jugada, aunque creo que unos dragones bien potentes, o unos buenos poderes al estilo del Doctor ayudan a convencer a la gente, ja, ja. Pero, como diría Terry Pratchett, “no se puede obligar a la gente a hacer un mundo mejor para la gente”.
Zaida: Uf, hay muchas causas por las que luchar. Si me pongo a pensar en ello creo que lucharía contra cualquier tipo de discriminación o maltrato. Y si pienso en poderes que me gustaría tener sería poder hablar con los animales, controlar el clima o mover objetos con la mente. A lo mejor lucharía a favor de los animales o el medio ambiente.
Imaginaos que Octobriana os abre la puerta que queráis en el mundo del cómic. ¿Qué os encontráis al otro lado? Y lo pregunto en el sentido más amplio en el que podáis pensar, personajes, géneros, estilos, guionistas con los que trabajar…
Jessica: Uf… Me encantaría poder trabajar el Marvel dibujando a Din Djarin, mi adorado mandaloriano, ja, ja, ja. Es lo que primero me sale sin pensar, lo que más me emociona. Además, algún día me gustaría dibujar una historia propia que tengo pensada, con un estilo distinto. Pero un día muy lejano, cuando pueda mantenerme viviendo del cómic.
Zaida: Es una pregunta muy difícil. En mi caso, llevo poco en el mundo del cómic, así que me gustaría trabajar en diferentes tipos de historias o estilos, en otros ámbitos también. Por ejemplo, siempre me ha llamado mucho el género histórico y me gustaría seguir trabajando para el publico infantil- juvenil. O hasta en animación o ilustración.
Partiendo de la base de que hacéis todos un trabajo estupendo, en Octobriana hay tres ilustradores y dos ilustradoras. ¿Tiene el mundo del cómic la igualdad que en otros sectores todavía se tiene que seguir peleando? ¿Es el de las viñetas un entorno propicio para que se visibilice esa normalidad? ¿Cómo ha sido vuestra experiencia hasta ahora en ese sentido?
Jessica: Es una pregunta muy difícil que no sé si tengo legitimidad para responder con mi corta experiencia… Creo que, aparentemente, hay menos mujeres, pero no sé el motivo. Antes de decidirme a ser profesional, lo cierto es que solo conocía mujeres dibujantes aquí en España, quizás porque me interesaba más por el manga. Que en ese tipo de cómic aún está más diferenciado el papel del hombre y la mujer, ojo, no lo niego, pero en esa época, que estaba en Deviantart, las personas que conocía y que se dedicaban a cómic eran sobre todo mujeres y orientadas al manga… Se me ocurren algunas que están ya publicando a nivel nacional e internacional, como Angie Fernández o Belén Ortega, que la sigo desde hace la tira de años… Igual por ignorancia, en aquel momento, no conociera a ninguna interesada en el mercado americano, o que trabajara ya allí, porque yo misma no tenía interés por él antes de conocer el mundillo más de cerca. Quizás me estoy enredando o metiendo en un jardín. No sé si hay un mayor esfuerzo por visibilizar a las mujeres mezclado con que haya más de nosotras reclamando los mismos espacios de forma natural… Me cuesta pensar que haya menos mujeres interesadas en esto. Quizás sea así, por la temática de los cómics más vendidos, o porque aún esté ese concepto social de que el cómic es cosa de chicos. Sin embargo, no veo al mundillo fan cerrado como cuando yo era pequeña y “Goku era cosa de niño, no de niña”. Veo a muchas chicas haciendo cómic de todo tipo, y consumiendo géneros de todas clases. Ni idea, la verdad, creo que no tengo suficiente tiempo de vida en esto.
Zaida: Mi experiencia hasta hora ha sido buena, he trabajado con gente genial. Pienso que cada vez hay más igualdad en el sector cultural: hay más editoras, dibujantes, guionistas o escritoras en el mercado, se reconoce su trabajo y eso siempre es positivo. Dar oportunidades por igual y seguir avanzando.
¿Va a haber más Octobriana? ¿Fernando os ha comentado algo al respecto? ¿Os gustaría? Y si sucediera, ¿qué os apetecería dibujar con el personaje?
Jessica: De momento, no hay noticias. Mercedes dijo en una entrevista que había dibujantes pidiendo apuntarse a una segunda parte, y ha habido bromas entre nosotros sobre hacer la continuación… Nada concreto. Sí he pensado en que me gustaría hacer una segunda parte con Laika, pero no se me ocurre qué dibujar con ella. Aunque estando como está el tema se me ocurren cosas con virus, volcanes y ataques e invasiones de falsos comunistas contra los que luchar… Ahí hay una buena mezcla con la que hacer algo muy loco, porque la realidad ha superado a la ficción en estos dos años… Nos falta una invasión ovni, y también lo veo en un cómic de Octobriana, ja, ja. Pero ojalá volviera a hacer Fernando el guion. Merecería mucho la pena, tanto como dibujante como lector. Lo que sí puedo decir es que José Raúl dibujó una página extra que compartió en las redes hace unos días para promocionar su firma… Ahí lo dejo…
Zaida: De momento yo no sé nada, pero quién sabe. Puede que un futuro haya un nuevo número. No lo sé, creo que preferiría que Fernando Llor nos sorprendiera a los cinco.