Guion: Henry Gilroy.
Dibujo: Rodolfo Damaggio.
Páginas: 128.
Precio: 22 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Febrero 2021.
El cómic siempre ha formado parte del universo de Star Wars, y eso es algo que no cambió cuando George Lucas se lanzó a retomar la saga en la gran pantalla a finales del siglo pasado. Sí, hablamos de las tan denostadas precuelas que Marvel no ha dudado en utilizar sin miedo una vez que recuperó los derechos de los cómics que en un primer lugar ya fueron suyos. Pero cuando llego a los cines La amenaza fantasma (aquí, su crítica), los derechos estaban en manos de Dark Horse, y fue esa editorial la que tuvo que retomar la tradición, nunca del todo perdida aunque entonces no precisamente en sus mejores momentos de adaptar la película al cómic. A diferencia de lo que sucedió con las primeras adaptaciones, las de Marvel, o incluso con las reinvenciones que propuso Dark Horse después, la idea con La amenaza fantasma se trató más bien cubrir el expediente, de dar algo solvente, eficaz y profesional, pero sin ser rompedor. Henry Gilroy siguió al pie de la letra el guion de Lucas y Rodolfo Damaggio recibió el siempre envenenado encargo de tener que parecerse en exceso a las imágenes de celuloide. Obviamente, nada hay en La amenaza fantasma, el cómic, que no hayamos visto en la película, ni tampoco soluciones narrativas excepcionales en las viñetas, pero sí es el clásico complemento de una franquicia de éxito.
El guion de Gilroy es, en realidad, una traslación casi directa del que hizo Lucas para la gran pantalla. Quién busque algo distinto, escenas desaparecidas del montaje final de la película o incluso diálogos novedosos que sirvan para hilar ciertas secuencias adaptando el lenguaje de la historia al cómic, seguramente se sentirá algo decepcionado por el trabajo del escritor, que apuesta por una literalidad tan completa que apenas queda espacio para que se puedan desarrollar las escenas de acción. Al final, se trata de que el fan de Star Wars disfrute con una historia que conoce, y en eso este trabajo cumple sin alardes. Lo que Lucas quiso contar en la película, asumiendo que la introducción de Jar Jar y otros personajes suponía un cambio en el humor y un intento de acercar a los jóvenes a Star Wars, tiene un interés notable, también en este envoltorio de cómic, y no estaría de más reconocerlo, aun viendo las grietas que pueda tener la historia. Dado que La amenaza fantasma se publicó como miniserie de seis números, sí se echa en falta el siempre agradable uso del cliffhnager en su versión en cómic, algo de lo que se prescinde por completo para hacer una traslación lineal de la aventura de Anakin, Amidala, Qui-Gon y Obi-Wan sin mayores sobresaltos de un número a otro, seguramente pensando en su posterior lectura en tomo.
En lo visual, lo hemos dicho, Damaggio tiene la misión de buscar una literalidad más absoluta incluso que la del guion, que ya es decir, y cumple con la misma solvencia que la que demuestra el escritor. Eso sí, quizá esa forma de trabajar en la adaptación, que siempre parece más una orden de arriba que una decisión artística, se lleva un tanto por delante las emociones que pueda despertar la historia a través de los rostros de los personajes humanos. La exactitud casi fotográfica por la que se apuesta hace que haya menos interés en los rostros humanos y que las naves, los droides o los escenarios se encuentren entre lo más destacado del trabajo de Damaggio, que se conforma con apelar al recuerdo del aficionado más que en elevar la espectacularidad que le proporcionan las mejores escenas de la película, la carrera de vainas o el deslumbrante duelo final de los Jedi contra Darh Maul. La amenaza fantasma cumple, como decíamos, con los propósitos que se marca, pero está lejos de ser una incorporación memorable a la mitología de Star Wars. Como adaptación, eso sí, lleva la fidelidad por bandera, juega en casa, ante un público convencido y a favor de obra, lo que hace que no haya demasiados reproches que hacerle. No hay más ambición que esa, y saberlo es lo que garantiza que este comic cumple con su cometido.
El volumen incluye los cuatro números de Star Wars: The Phantom Menace, publicados originalmente por Dark Horse en mayo de 1999. El único contenido extra son las cubiertas originales.
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