Guion: Nicolas Jarry.
Dibujo: Nicolas Demare, Pierre-Denis Goux.
Páginas: 112.
Precio: 25 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Diciembre 2021.
Lo del universo de fantasía que hace ya algunos años se inauguró con Elfos (aquí, reseña de su primer volumen) es algo digno de estudio por la enorme variedad y versatilidad que nos ha ido dejando. Han sido solo nueve años, la serie se inauguró en 2013, y hemos visto a un ritmo casi frenético incontables álbumes de esa serie y de las que se han ido desgajando, desde Magos a Orcos & Goblins, pasando por Enanos, que ahora llega a su octava entrega doble con el volumen que tenemos entre manos. Y sí, seguimos manteniendo una variedad tremenda a pesar de que la estructura sigue siendo la misma, álbumes teóricamente autoconclusivos, con personajes a los que se saca todo el jugo en la extensión de ese álbum, pero que con el paso de los números van dejando para el lector que lo quiera ir viendo conexiones que nos hablan de un universo intensamente amplio y en el que se pueden explorar incontables escenarios distintos. Nicolas Jarry se encarga de escribir las dos aventuras que vemos en este volumen, y él mismo apuesta por esa versatilidad. Acción de fantasía en ambas, sí, pero muy distintas en muchos sentidos, lo que confirma lo que decíamos al comienzo de estas líneas, que Enanos, como Elfos y como Magos, sigue teniendo todavía mucho que ofrecer y su fórmula está todavía lejos del agotamiento que cabría esperar después de, literalmente, decenas de historias de este tipo.
Oboron del Escudo y Tala de la Forja comparten una característica clara, el marcado protagonismo de su figura central, desde la personalidad de los enanos pero también desde facetas mucho más misteriosas y poderosas. Hay mucha magia en ambos personajes, y en línea con lo que venimos viendo en este universo Jarry apuesta por zonas muy oscuras. No es este un mundo de fantasía que apueste por los héroes, y aún así el escritor sabe encontrar esos rincones de empatía para que el lector conecte con los personajes. Aunque su naturaleza no sea precisamente ejemplar, sí hay buenos sentimientos en sus acciones, sí hay acciones heroicas, sí hay personajes más débiles a los que proteger. Y es cierto que en esa dicotomía, complicada, el desarrollo por el que apuesta Jarry, encontrándole todos los tópicos que queramos en algunos momentos, es prácticamente ejemplar. Una vez que se desvela la capacidad y el poder de los personajes, no hay nada realmente sorprendente o novedoso, pero es modélico en cuanto al entretenimiento que ofrece. Y en ambas historias, como por otro lado viene siendo habitual en esta serie como en las otras que forman este pequeño gran conglomerado de la fantasía contemporánea que tenemos que seguir celebrando y que no cae en calidad a pesar de la ingente cantidad de historias que sigue sumando.
Una de las claves de Enanos, como de Elfos y Magos, está en su apartado visual, en el que se busca una clara unidad de acción sin perjudicar por ello a quienes van sumando su talento a la serie. En esta ocasión, Oboron del Escudo lo dibuja Nicolas Demare, que suma así su tercera colaboración en la serie, y Tala de la Forja es obra de Pierre-Denis Goux, que entra por quinta vez en este título para sumar una más en Elfos. Hay diferencias entre ambos, desde luego, pero los dos son capaces de entender la propuesta, como ya habían demostrado anteriormente y aportan ese toque de gran blockbuster cinematográfico que se espera de ellos. En las dos historias los personajes brillan por carisma y el entorno por su eficacia. A Demare le gustan mucho las escenas más cotidianas, que hace destacar incluso por encima de las de gran acción, y Goux, en cambio le van las batallas más exageradas. La mezcla entre ambos, la suma de talentos y de eficacia que tiene Enanos, sigue siendo la mejor de las noticias, y no podemos dejar de celebrarla, porque siguen llegando historias nuevas y el disfrute sigue a nivel muy alto. Es evidente que la fantasía tiene un público muy fiel que pide lo que pide. Enanos se lo da. Con creces. Y en todas y cada una de sus historias, sin flaquear y sin repetirse. No se puede pedir más. Bueno, sí, que dure.
El volumen incluye los álbumes número 15 y 16 de Nains, Oboron du Bouclier y Tala de la Forge, publicados originalmente por Soleil en junio y octubre de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales.
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