CÓMIC PARA TODOS

‘The Wicked + The Divine’ 8 y 9, de Kieron Gillen y Jamie McKelvie

Editorial: Norma.

Guion: Kieron Gillen, Lizz Luney, Chip Zdarksy, Chrissy Williams, Romesh Ranganathan, Hamish Steele, Kitty Curran, Kate Leth.

Dibujo: Jamie McKelvie, André Araujo, Ryan Kelly, Stéphanie Hans, Aud Koch, Lizz Luney, Chip Zdarsky, Hamish Steele, Larissa Zageris, Margaux Saltel.

Páginas: 240 / 168.

Precio: 22 / 19,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Abril / Agosto 2021.

Los dos volúmenes finales explican bastante bien lo que ha sido The Wicked + The Divine desde sus bastante rotundas diferencias. El octavo lo componen una serie de historias especiales que fueron actuando en la publicación mensual de la serie como interludios más o menos conectados con las tramas centrales pero que sobre todo nos llevaban a escenarios temporales distintos. Y el noveno, el último, la conclusión de la serie, es justo eso, todo lo que se le puede pedir a un clímax de una historia que ha usado esa sensación definitiva en muchos momentos. Puede que a estas alturas Kieron Gillen y Jamie McKelvie, aunque este pasa el testigo del dibujo del octavo volumen a una serie de artistas invitados, ya no tenga el mismo carácter rompedor de los primeros números (aquí, reseña de su primer volumen), y eso que el escándalo les sigue funcionando como motor espiritual, pero es que a estas alturas ya sabemos dónde estamos. Cada noventa años, doce dioses regresan encarnados en jóvenes, como dice la sinopsis oficial, y eso hace que, en una perspectiva contemporánea, esos jóvenes sean menos dioses que nunca. Eso sigue hasta el final y con fuerza. Son dioses muy humanos. Falibles. Corruptos. Y ahí está la gracia, aunque incluso en su adecuado final no haya tanta contundencia como al principio.

Gillen manejó la sorpresa como un arma fundamental de la serie desde el primer momento, y eso lo ha querido mantener hasta la despedida. Empezando precisamente por ahí, no sorprende por tanto que haya grandes revelaciones casi hasta el último número. Es algo natural, The Wicked + The Divine funciona así y lo hace bien. Pero sí es verdad que se atenúa ese uso del shock, incluso con cliffhangers notables hasta el final. Eso da margen para que podamos despedirnos de unos personajes que nos han acompañado durante los últimos años, para entender sus últimos matices, para comprender la lógica que Gillen aplica a todo su entramado. ¿Y que sacamos de este delirio pop? Quizá no sea lo mismo que cabía esperar hace algunos volúmenes, o incluso si nos retrotraemos al arranque de la historia, pero el conjunto es bastante bueno y muy disfrutable. McKelvie, además, ha sabido contar una historia acertadamente extraña para que comprendamos todos sus elementos de la cultura pop sin perder por ello una conexión más o menos cercana con las ambiciones de estos dioses modernos. Sin esas conexiones, The Wicked + The Divine no habría tenido el mismo alcance, y hay que reconocerle que lo ha tenido, que es de esas series que, una vez han llegado a su final, invitan a volver al principio, como si fuera una parte más del juego en el tiempo que propone.

Ahí también es donde encajan las historias del octavo volumen, sobre las que se agradece el contexto que proporciona la nota inicial, para saber en qué momento de la publicación mensual llegó cada una de ellas. Puede que ganen con su lectura aglutinada, aunque sería discutible si justo antes del desenlace es el mejor de los momentos para disfrutar con esta gran broma general que se reserva Gillen para trabajar con otros ilustradores. Funciona, sí, y eso es algo fundamental cuando se quieren introducir píldoras en un contexto distinto para complementar una serie que precisamente hace bandera de su escenario. The Wicked + The Divine es una historia que necesita ser actual, y por eso acaban teniendo gracia los méritos que acumula Gillen para hablarnos de los años 455, 1373, 1831 o 1923. Divierte por mezclar narrativas, sea la del cómic con la de la prosa o la del tebeo que hemos leído con la de la tira cómica. Y gusta porque, sabiendo que esta es una serie tan de McKelvie como de Gillen, se amolda bien a otros ilustradores. Todo es notable, pero lo que hacen en sus segmentos André Araujo y Aud Kch brilla con luz propia. Y aunque no sea el final, sí podemos decir que es una buena guinda para un deleite considerable, el que nos ha proporcionado The Wicked + The Divine en todos sus estadios. El final no decepciona, y eso es lo más importante en este punto.

Los volúmenes incluyen los especiales The Wicked + The Divine: 455, 1373, 1831, 1923, Christmas Annual y The Funnies, además de los números 40 a 45 de la serie central, publicados originalmente por Image Comics entre mayo de 2017 y noviembre de 2018. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Jamie McKelvie, André Araujo, Ryan Kelly, Stéphanie Hans, Aud Koch, Kris Anka, Margaux Saltel, y un portafolio de bocetos de personajes de los especiales.

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