‘Lola Flores. El arte de vivir’, de Sete González

Editorial: Lunwerg.

Guion: Sete González.

Dibujo: Sete González.

Páginas: 172.

Precio: 19,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2021.

Para las nuevas generaciones sobre todo, Lola Flores es uno de esos mitos que todos conocen pero de la que seguramente no podrían enumerar demasiados hitos de su carrera o de su vida. Lola Flores. El arte de vivir, de Sete González es una espléndida manera de conocer a la Faraona, como artista, como persona y como mujer porque hace un repaso mucho más amplio de lo que pueda parecer ante la concreción y brevedad de los textos con los que construye esta precisa y preciosa biografía ilustrada. González hace un repaso de todo el viaje vital de Lola, y lo hace en todos los sentidos. Nos explica lo que tenía realmente de gitana, todo en su arte y menos en su sangre a su pesar, nos cuenta sus relaciones, los corazones que rompió y lo que disfrutó en el amor, introduce anécdotas maravillosas, frases de las que quedan en el recuerdo, su relación de amor y odio con el cine, con las muchas películas que hizo y la desazón de no haberse sentido del todo aprovechada por el celuloide. Si la presentación del libro la hace Elena Furiase, su nieta, se entiende que todo lo que leemos está sacando de la esencia de la Lola de España, como le encantaba ser conocida, y por eso mismo el libro entero se lee con un agrado tremendo, el que produce estar descubriendo o redescubriendo a una figura capital de la escena artística española del siglo XX.

Porque no hay otra forma de entender a Lola Flores, e impresiona lo bien que lo ha entendido González a través de sus dibujos. Ya desde la misma portada, en la que la penetrante mirada de su protagonista se detiene en nosotros, como retándonos a entrar en sus secretos y en su vida, y hasta la forma en la que el arte se va deslizando en sus poses, en sus gestos, en su lenguaje corporal. El libro bien podría haberse quedado en una colección de retratos de Lola Flores, que habría tenido igualmente un impacto sobresaliente, tal es la variedad de situaciones que nos muestra. Y siempre hay un tono de loa sincera, de elogio artístico, de reconocimiento de grandeza, sin que nos sintamos en un mundo de reinterpretaciones forzadas o artificiales. No, los dibujos de González no van a por ahí, y fascina la conexión de alguien que forma parte de la memoria de un país con este estilo de dibujo digital que domina su autor. Ahora que la publicidad se encargado de resucitar su voz, el gran mérito de Sete González está en que nos ha hecho leer su libro escuchando a su protagonista. La suya es una manera maravillosa de mostrarnos quién era Lola Flores, una fuerza de la naturaleza cuya vida fue tan contundente como su arte. Esta biografía tiene el mérito de conjugar las dos cosas y crear así un retrato maravilloso de su protagonista, una mujer indudablemente única.

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