Título original: Wonder Woman 1984.
Director: Patty Jenkins.
Reparto: Gal Gadot, Chris Pine, Pedro Pascal, Kristen Wiig, Robin Wright, Connie Nielsen, Lucian Pérez, Amr Waked, Kristoffer Polaha, Natasha Rothwell, Ravi Pattel, Gabriella Wilde, Oliver Cotton, Kelvin Yu, Asim Chaudhry, Stuart Milligan.
Guión: Patty Jenkins, Geoff Johns, Dave Callaham.
Música: Hans Zimmer.
Distribuidora: Warner.
Duración: 151 minutos.
Estreno: 25 de diciembre de 2020 (Estados Unidos), 18 de diciembre de 2020 (España).
En su momento dio la sensación de que Wonder Woman (aquí, su crítica) había sabido encontrar el mejor camino posible para DC. El personaje, brillantemente encarnado más que protagonizado por Gal Gadot, tan bella como carismática, ya había lucido en Batman v Superman (aquí, su crítica) y era la luz más brillante de un universo tan oscurecido por Zack Snyder que acabó devorándole en la vida real, incluso con su famoso Director’s Cut de Liga de la Justicia (aquí, su crítica) ya en ciernes. Pero Warner ha patinado con la princesa de las amazonas en Wonder Woman 84, una película que sorprende por la manera en la que desperdicia personajes e ideas que sí están presentes en la cinta, en lo poco afortunada que es su ejecución visual y en un final blando que culmina una muy poco comprensible trama, de una sencillez argumental que casi parece sacada de los cómics de los años 50. Patty Jenkins falla porque se le va la película hasta las dos horas y media sin que tengamos la sensación de que se nos ha contado algo verdaderamente trascendente para Wonder Woman y su mundo, aunque en algún momento sí llega a ese terreno con brillantez, la misma que desplegó en la primera película, y porque ni siquiera consigue establecer un tono claro, después de una introducción superflua y una primera escena más que interesante.
Lo más positivo de Wonder Woman 84 está en la película que uno imagina después de esa primera escena, una en la que Diana actúa en una década en semisecreto, en una década en la que no hay móviles y cuidándose de que no se capten imágenes suyas, siendo casi un ángel de la guarda de la gente pero sin un reconocimiento que no busca. Eso, por desgracia, solo dura esa escena porque la película gira hacia otros derroteros… en los que Wonder Woman casi parece que sobra. Y eso es así hasta la magnífica escena de la Casa Blanca, la que nos enfila al clímax, que es una perfecta descripción de lo que es y de lo que puede ser Wonder Woman en la gran pantalla, independientemente de que tenga un comienzo absurdo. En esa escena se ve a una Diana bien perfilada, en su fortaleza y en sus debilidades, también en lo visual o en su enfrentamiento con Barbara Minerva, uno construido con mucha endeblez hasta ese momento. E incluso esa sensación la podemos prolongar a la primera parte del clímax. Gal Gadot es, efectivamente, Wonder Woman, y no para de mostrarlo, incluso cuando el filme que se monta a su alrededor no esté a la altura. Con ella uno es capaz de imaginar las aventuras de Wonder Woman durante décadas, independientemente de vaya cumpliendo años y sufriendo la tiranía de la imagen que acompleja al mundo del cine en tantas ocasiones.
Pero volvamos al clímax, al que llegamos después de una serie de escenas superfluas como la de Egipto, que uno no sabe muy bien qué pinta en la película y que además está mal resuelta. Es, teóricamente, el momento de Max Lord, un sobreactuado Pedro Pascal que hace lo que puede con su caricatura de Donald Trump, y evidencia que el personaje no está bien construido. Como tampoco lo está la Barbara Minerva de una esforzada Kristen Wiig, ni mucho menos el regreso del Steve Trevor de Chris Pine, al que no se sabe por qué razón idiotizamos durante su descubrimiento de la década de los 80 buscando una comicidad que funcione bastante peor que la que se introdujo en la primera película. Wonder Woman 84, de hecho, no aprovecha esa década en la que se encuentra más que de manera puntual, y es una pena porque daba para mucho más. Igual que desperdicia sus propios efectos visuales para que en algunas secuencias, con especial énfasis en la primera, la que acontece en Themyscira, parezca que estamos viendo dibujos animados. Se agradece el esfuerzo de introducir detalles muy simbólicos del personaje en el cómic, desde el avión invisible hasta la pérdida de sus poderes, pasando por esa armadura final que funciona mejor de lo esperado, incluso el precioso detalle de la escena postcréditos, pero no basta para sustentar una película pasable pero que supone un notable bajón con respecto a la primera.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.