Guion: Archie Goodwin.
Dibujo: Al Williamson, Carlos Garzón.
Páginas: 144.
Precio: 20 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2020.
Puede parecer paradójico, pero el valor de una adaptación al cómic de una película de éxito está tanto en la fidelidad al material original como a las novedades que pueda ofrecer. Más que paradójico, contradictorio, pero así es. O más bien, así era, porque hoy en día hay tal control de cada producto derivado de una película pensada para ser un éxito que obras como El Imperio contraataca son absolutamente imposibles de ver. Primero por los nombres que hay detrás de la adaptación, Archie Goodwin transformando el guión de Lawrence Kasdan en una pieza que entrara en los seis números americanos de que debía constar su traslación a las viñetas. Y segundo y más importante porque se preparaba antes de que la película estuviera montada del todo… puede que incluso escrita y diseñada, por lo que hay elementos que sorprenden y mucho, pequeños detalles, no por supuesto grandes tramas y giros de guión. En otras palabras, que nadie espere ver que Darth Vader dé otra identidad a Luke en el brutal duelo final de esta entrega, pero sí sutiles variaciones, como que C-3PO interrumpa en realidad a Luke cuando quiere confesar a Leia sus sentimientos y no a Han cuando está besando apasionadamente a la Princesa en el Halcón. O que ese glorioso e improvisado diálogo de nuestro contrabandista favorito antes de ser congelado en carbonita no esté presente.
Es, desde luego, El Imperio contraataca, es como la película (aquí, su crítica) y las sensaciones que nos brinda son igualmente magníficas, un espectáculo de puro Star Wars que funciona con una precisión endiviable Goodwin conocía perfectamente el universo y se nota además que juega a su antojo con cada una de las escenas, alargándolas y acortándolas a conveniencia, con un ritmo trepidante y con unos diálogos que, quién sabe, en su distinción con respecto a los que finalmente vimos en la gran pantalla quizá estén más próximos a las ideas iniciales de Kasdan. Si eso no da valor a este trabajo para un fan de Star Wars, será difícil encontrar una razón mejor para acercarse a una revisión gozosa y fiel al espíritu de la franquicia. Esa es la verdadera gracia que tienen este tipo de productos, que sean algo que, por lo menos, pueda ofrecer algo que no sea fotocopiado de la versión que vimos en primer lugar, en este caso de la de cine, porque ver exactamente lo mismo es algo aburrido y sin gracia. Goodwin sabe cómo dar ese salto de lenguaje y se nota, dando así al Episodio V una segunda vida para otro tipo de momentos, porque el público en realidad es el mismo para película y cómic. Quizá le falte algo de la mística que hay en los momentos más pausados del filme, como el portentoso diálogo de Yoda sobre la fuerza, pero lo compensa muy bien con otros aciertos.
El dibujo queda en manos de otro viejo conocido de la franquicia, Al Williamson, apoyado para la ocasión por Carlos Garzón. Respeto y sorpresa también se dan en su trabajo, porque cada una de las escenas son perfectamente reconocibles, al igual que los personajes, vestuarios, planetas y escenarios, sin necesidad de tener la precisión retratista de Adi Granov, autor de la nueva cubierta de esta remasterizada edición y en la que el color puede chirriar a los lectores más clásicos. Es muy divertido ver las soluciones que los ilustradores encuentran para todo aquello que no estaba rodado y que Irvin Kershner tuvo que improvisar al ver que no funcionaba lo que prepararon, como el Wampa de la escena inicial en Hoth, o el efecto especial con el que se dio vida al Emperador por primera vez. Espectacular la forma en la que Williamson y Garzón dan vida a los vehículos, que cobran vida de una manera espléndida, y también la puesta en escena de las páginas iniciales, algo siempre espectacular en este tipo de cómics o de secuencias como al del entrenamiento de Luke a manos de Yoda en el planeta Dagobah. Para muchos, El Imperio contraataca es la mejor película de Star Wars, quizá no sea tan descabellado poder decir lo mismo de su adaptación al cómic en esa categoría, porque el trabajo de Goodwin, Williamson y Garzón es francamente bueno.
El volumen incluye los seis números de Star Wars: The Empire Strikes Back, publicado originalmente por Marvel entre septiembre de 1980 y febrero de 1981. La versión remasterizada se publicó en agosto de 2015. El contenido extra lo forman una introducción de Billy Dee Williams, las portadas originales, las portadas de la edición británica de Carmine Infantino, las portadas de las reediciones de Bob Larkin, Tim y Greg Hildebandt, Al Williamson, Cam Kennedy y Adi Granov, un artículo de Archie Goodwin sobre la producción del cómic, y una galería de ilustraciones a cargo de Terry Austin, Michael Golden, John Byrne, Marie Severin, Frank Miller, Walter Simonson, Joe Jusko, Fred Hembeck, Bob Layton, Marshall Rogers, y dos páginas entintadas.
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