CÓMIC PARA TODOS

‘Demon’, de Jack Kirby

Editorial: ECC.

Guión: Jack Kirby.

Dibujo: Jack Kirby.

Páginas: 384.

Precio: 37 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2020.

Poco más se puede añadir a estas alturas de la leyenda de Jack Kirby, pilar fundamental del universo Marvel cuyo mérito fagocitó Stan Lee y figura rompedora en la DC de los años 70, cuando se cansó de estar a la sombra y tomó el camino de irse a la Distinguida Competencia para que su nombre brillara como siempre mereció. En su paso por DC, todos los focos se los llevó siempre El Cuarto Mundo (aquí, aquí y aquí, reseñas de sus volúmenes), pero Demon tiene un encanto especial. La razón es sencilla de encontrar y destacar, y es el enorme gusto que Kirby tuvo siempre por los monstruos. Los hay de todos los colores y formas en su producción porque la imaginación del Rey era desbordante en lo visual, pero siempre supo encontrar además la tragedia en sus épicas aventuras. Ben Grimm, la Cosa de los 4 Fantásticos, puede dar buena fe de ello, y la simbiosis forzada entre Jason Blood y el demonio Etrigan no le va a la zaga. Cierto es que apenas tuvimos dieciséis números para disfrutar con estos personajes, pero es más que suficiente para que quedaran forjadas las bases de uno de los personajes creados por Kirby que más y mejor se ha sabido utilizar tras su marcha, porque dejó una base muy potente para su posterior uso, un auténtico reino de pesadilla que une su pasado medieval con un presente igualmente aterrador.

Kirby siempre tuvo claro que las suyas no eran historias sencillas de héroes. Las supo hacer también, pero se le notaba más a gusto en esa delicada frontera entre el bien y el mal, de aspecto y de fondo. Demon juega en esa liga. Su mismo título es el mejor indicativo, y es que el protagonista es un demonio que tiene siempre peligro, aunque aquí juegue un razonable papel de héroe trágico. El autor no duda en recurrir a los mitos del terror clásico, el que Universal supo explorar en el cine de una manera brillante, para que el lector se sienta cómodo, como se ve con su hombre lobo y con su revisión del fantasma de la ópera. Y a la vez vemos abismos que no tienen nada que envidiar a Apokolips, monstruos que podrían surgir de cualquier rincón de la producción de Kirby y un pequeño reparto de secundarios que ancla las historias en los dos escenarios en los que se mueve. Las aventuras autoconclusivas invitan a pensar que no hay una ambición desmedida en la serie, pero es la artimaña que maneja Kirby para atrapar al lector con los pequeños detalles. Es decir, no hay una búsqueda prolongada, no hay una misión oculta. Lo que vemos es lo que hay, pero es que lo que hay ya es de por sí muy intenso y dinámico. Se trata de ver cómo consigue desenvolverse Blodd en un mundo en el que anhela con librarse de su demonio pero no deja de usarle para hacer lo que entiende como necesario.

Del dibujo de Kirby poco vamos a descubrir a estas alturas. Sí, en los 70 sufrió, porque las tendencias comenzaban a ser otras y lo que en realidad era rompedor para algunos sonaba antiguo. Sorprendente, desde luego, y una invitación constante a pensar cómo habría sido recibido algo tan distinto en nuestros días, cuando hay una variedad de estilos mucho más amplia de la que podía albergar el cómic de superhéroes de los 60 y los 70. Kirby era un vanguardista en todo, hay en sus páginas un muestrario salvaje de formas muy distintas de hacer que los personajes se asomen a las páginas… y a nuestro mundo, sin necesidad de romper la cuarta pared. Fantasía y tecnología siempre tuvieron un tono formidable y reconocible en sus páginas, y Demon no se sale de la norma, si acaso la acentúa sobre todo en lo primero, porque tiene que dar a la luz un muestrario tremendo de criaturas y demonios. Y los escorzos, la forma en la que mueve a sus personajes es tan fresca que parece impropia de quien llevaba ya décadas en la industria. El fan de Kirby está más que de enhorabuena ante la edición de esta serie, que merece todo tipo de elogios y que deja hoy en día un nivel de entretenimiento muy alto para los estándares de la época. Demon era algo distinto, y así quedó para la posteridad. Como Kirby en su conjunto, la verdad.

El volumen incluye los números 1 a 16 de The Demon, publicados originalmente por DC Comics entre septiembre de 1972 y enero de 1975. El contenido extra lo forman una introducción de Mark Evanier, las portadas originales de Jack Kirby y páginas a lápiz dela obra.

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Esta entrada fue publicada en 18 diciembre, 2020 por en DC, ECC, Jack Kirby y etiquetada con , .

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