Han pasado cinco años desde que CAFU aterrizó en Valiant y ahora podemos ver el resultado de su regreso a Marvel en Valquiria. Como fue uno de los autores invitados a la Heroes Comic Con de Madrid, aprovechamos su presencia para hablar con él de todo esto, también de su técnica, de su forma de trabajar, de la exigencia física que tiene la profesión de dibujante de cómics, aunque no sea algo muy conocido, y también de lo que sueña con hacer de aquí en adelante.
Ya has dado por finalizada tu etapa en Valiant, unos años en los que la editorial ha progresado una barbaridad… ¿Cómo valoras tu trayectoria allí, a nivel general y a nivel particular como ilustrador?
En mi trayectoria yo creo que ha sido de lo más importante de mi carrera. Los primeros años se los debo a DC, que es donde empecé a foguearme, a formarme bien y a acostumbrarme a todo lo que son las fechas de entrega y las características de esta profesión, pero en Valiant la libertad que he tenido durante estos cinco años es lo que ha conseguido que yo tenga este estilo que tengo ahora, con los grises. Toda esta experimentación que he venido haciendo estos años, es gracias a Valiant, a las condiciones que he tenido allí. Esto es consecuencia de la confianza que se pone en los autores y de que sea la manera que tiene de trabajar Warren Simons, lo digo en todas las entrevistas, que es el cerebro de todo lo que ha pasado en Valiant. Es algo que agradecemos mucho en lo creativo, lo condiciona todo, incluso se ve en lo publicado, se nota esa solidez que tienen los cómics y que hay guionistas que pueden desarrollar sus ideas a largo plazo. Todo eso es gracias a que desde un primer momento se les elige para estar mucho tiempo en la editorial y para darles libertad en lo que se quiere hacer. En mi caso la experiencia ha sido brutal.
Hay algo de mito en lo que se refiere a la libertad creativa, y no sé si al final es algo que depende más de la editorial o del editor…
Del editor, sí. Eso está clarísimo. Ahora que he vuelto a Marvel, me suelen preguntar las diferencias que noto entre Marvel, DC y Valiant, y para mí en realidad no hay diferencia en mi experiencia en DC y Marvel porque he trabajado con el mismo editor. En DC estuve dos o tres años con Will Moss, que es el editor con el que estoy ahora, él se pasó a Marvel y por eso ahora lo que más ilusión me hacía era volver a Marvel para trabajar con él. Las condiciones y la confianza que he sentido por parte de los editores no ha variado mucho desde mis primeros años en DC, mi etapa en Valiant y ahora este año que llevo en Marvel.
De todo lo que has hecho en Valiant, quédate con una historia, un personaje y un escritor, y razónanoslo, claro.
Una historia, todo lo que he dibujado de Joshua Dysart, tanto Imperium como ahora La muerte de Toyo Harada. Personaje, me quedaría con Ninjak, al final es el que más ha rondado en mis cómics en todos estos años y le he dibujado un montón en distintas series, y le tengo muchísimo cariño. Y guionista, Joshua Dysart, además sin ninguna duda, incluso de la industria en general si me preguntases.
Aunque solo fuera por cantidad, estaba seguro de que mencionarías a Matt Kindt…
He trabajado muchísimo con Matt, pero el tipo de historias de Dysart siempre cuento que es el justo tipo de cómic que me gustaría y me gusta leer. En Imperium me enamoré de sus guiones y La vida y muerte de Toyo Harada lo disfruté como nunca.
Como dices, Imperium (aquí, su reseña), La vida y muerte de Toyo Harada, pero también Unity (aquí, su reseña), Rai, Ninjak (aquí, su reseña), Rapture (aquí, su reseña)… Has tocado prácticamente todo Valiant, ¿pero te has quedado con ganas de algo?
A lo mejor un poco más de Bloodshot, es lo que menos he podido hacer en la editorial, y a lo mejor algún proyecto un poco más gordo, más largo, con Ninjak, más centrado en él, porque en la serie principal de Ninjak hice solo dos o tres números. Le he dibujado en Unity o Rapture, en números especiales, pero sí me hubiera gustado hacer algo un poco más desarrollado en el tiempo. Pero bueno, estoy muy contento, me he hinchado a dibujar a todos los personajes de Valiant a todas horas en estos cinco años.
Y ahora toca Marvel otra vez… ¿Qué tiene que ver el CAFU que dio sus primeros pasos en Marvel con el que regresa ahora?
Bueno, no hay ni punto de comparación, yo ahora veo las páginas que hice en ese primer mano y me echo las manos a la cabeza. Es que tenía 20 o 21 años en ese momento… Incluso la industria era muy diferente a lo que es hoy en día, entonces estaba muy marcado ese rol de lo que era el dibujante a lápiz, el entintador, el rotulador… El proceso que se había hecho toda la vida. Y sí recuerdo que en esos primeros años intentaba luchar contra el encorsetamiento de que todo tuviera que ser así, de que yo tuviera que hacer mi lápiz y ya se ocuparían otros de dar forma a eso, yo ya introducía efectos de grises, de degradados con el lápiz, en los años en los que estuve trabajando con Bit en Valiant probamos aguadas, probamos grises digitales… He tenido siempre esa lucha hasta que llegué a Valiant y por fin pude hacer lo que yo quería con los famosos grises que ya todo el mundo me hace hasta bromas con esto… Esos primeros años fueron la lucha por acostumbrarme a la industria y ahora el estilo que tengo yo creo que es el que voy a tener toda mi carrera seguramente, porque ahora es cuando de verdad estoy contento con lo que estoy haciendo.
Hablando de la industria, durante buena parte de tu carrera te has movido con contratos de exclusividad. ¿Esa es la única forma de trabajar o hay margen y mercado para ir tocando palos?
En una entrevista previa me preguntaban si estaba emocionado con la exclusiva, y llevó prácticamente desde 2010 trabajando en exclusiva con las editoriales con las que he estado. Para mí es la manera de trabajar para el mercado americano, no he conocido otra o hace muchísimos años que ya no sé lo que es la otra manera, esa libertad de ir saltando de una editorial a otra en cualquier momento. Hay veces que lo echo de menos, porque acabar un trabajo es una putada, porque no tienes estabilidad, no sabes justo dónde vas a acabar, pero tiene la emoción de que pueda ser cualquier cosa, de una semana para otra puede salir cualquier cosa. Eso hace ya muchos años que lo perdí, pero a estas alturas lo que quiero es estabilidad. Incluso si la editorial con la que más me apetecía trabajar me ha hecho un contrato en exclusiva y sé que voy a estar dos años con ellos sin parar, la tranquilidad es enorme.
Esa estabilidad ahora es Valquiria, que es Jane Foster, y coindice justo con el anuncio de que Jane Foster vuelve al cine, incluso para coger el martillo de Thor. Estamos muy acostumbrados a que el cine marque lo que se hace en el cómic, ¿crees que dado que es una Jane Foster diferente podremos ver cosas del cómic en la próxima película?
A mí me gustaría mucho. No nos olvidemos que todo lo que está en el cine sale del cómic, ahora mismo yo creo que se retroalimentan totalmente las dos cosas. Lo que sí estamos viendo es que el cine está condicionando mucho a los cómics, y vamos a tener que acostumbrarnos, y más ahora que Kevin Feige va a ocuparse absolutamente de todo, va a estar todo interconectado, una cosa alimenta a la otra, las ideas van y vienen continuamente. Pero es que es la misma empresa, y a mí es algo que me gusta. Me gusta este momento del cómic de superhéroes y en concreto de Marvel que es tan universal, que absolutamente todo el mundo, gente de mi familia que en ningún momento hubiera pensado que le podría gustar estos personajes, ahora de repente todo el mundo sabe quién es el Capitán América, de dónde viene, la gente está flipadísima con Iron Man, con Spiderman… Sí que es verdad que a lo mejor no es tan natural lo que se produce en los cómics, no es tan independiente de todo lo demás, pero yo creo que el cómic se merece tener esa exposición y me gusta que trasciendan todas esas historias que nos han encantado a nosotros toda la vida.
Al margen claro está entonces del gusto que tienes por el cómic, entiendo por lo que dices que tú no eres de los que piensan que hay una saturación de superhéroes en el cine…
No, no, desde niño he vivido obsesionado con los superhéroes, todo lo que saquen es poco. Lo que me da miedo es que cansen al público general. A lo mejor sí que preferiría que dosificaran un poco más, que intentaran cuidar todo lo que salga para que cada película viva lo que ha pasado por ejemplo con Joker (aquí, su crítica), algo más de experimentación y que ha pegado un petardazo brutal, hacer eso para que se mantuviera durante muchos años más el cómic de superhéroes en la cresta de la ola. Pero bueno, ya se verá lo que pasa. Ahora mismo, desde luego, no nos podemos quejar, ya veremos lo que pasa dentro de unos cinco años o así.
Hay un detalle en las películas que no ve todo el mundo, pero me resulta maravilloso que haya agradecimientos en los títulos de créditos a los autores de cómics, algo que Marvel está cuidando mucho en sus películas. Imagínate que tu nombre sale en una película futura, ¿de qué personaje te gustaría que fuera?
Pues mira, ahora precisamente que estoy con el tema de Jane Foster, esta me haría mucha ilusión. Tienen que contar muchas cosas en las películas, no sé el contrato de Natalie Portman para cuánto tiempo será, pero sí me gustaría que se llegara por lo menos a sugerir el tema de la Valquiria una vez pasada su etapa de Thor. Y en caso de que llegara eso, me volvería loco ver plasmado en película algunas de las cosas que estamos haciendo en el cómic de Valquiria.
Ya que estás tan metido en la industria, ¿te consideras ya un dibujante mensual o ves la puerta abierta para hacer algún proyecto diferente, un one-shot, una novela gráfica, algo que rompa esa rutina diaria?
La verdad es que lo que hago es ir para atrás. Al principio sí que era un dibujante mensual y recuerdo haberme hecho un cómic en veinte días, las veinte o veintidós páginas y con los años… Bueno, tuve una época bastante chunga en la que tuve lesiones en la espalda y en el brazo y me estuve controlando un poquito más con el tema de las fechas de entrega y los típicos proyectos que te salían de un día para otro y que lo necesitaban para ayer, y ahora intento huir un poco de eso y pedir como mínimo seis semanas por números. Prefiero poner todo lo que soy capaz de poner en cuanto a estética y calidad en el cómic, y no ser un dibujante mensual al uso. Sí que me da problemas, porque también condiciona mucho el tipo de serie en el que me van a poner, los editores ya tienen que contar con que me tienen que dar un margen de tiempo para tener ese colchón y que yo pueda estar más de cinco números en una serie. Está esa balanza, y en el cómic americano tienes que decidir si quieres ser un dibujante de mucha calidad, un dibujante muy rápido o un término medio. Yo creo que, hoy en día, estoy en el término medio.
Al hilo de esto, creo que a pocos dibujantes he escuchado en entrevistas hablar con tanta claridad de la disciplina que tiene que tener un dibujante para llegar a esa media de una página al día… Creo que es algo que no se conoce mucho…
Mi idea era hacer toda mi carrera en los cómics, y si puedo en el cómic americano. Pero, claro, a mí me cambió mucho la cosa cuando empecé con el tema de las lesiones porque de repente le vi las orejas al lobo. Con lo joven que era en ese momento, que creo que tenía 27 o 28, pensé que, si quería estar otros 30 o 40 años haciendo esto, tenía que hacer algo y cambiar algo. Ahí es cuando empecé de verdad a controlar un poco los tiempos, las fechas de entrega, los tipos de proyecto que aceptaba, los ritmos… Enfocarme mucho en lo que comentaba, estiramientos, las posturas, me pasé al digital y he corregido bastante el tema de las posturas dibujando. Hay que controlarlo mucho porque en una carrera larga en nuestro caso las horas en las que vamos a estar dibujando son infinitas. Hay que controlar mucho el físico, y también la mente, hay muchas veces que el tema de la presión hay que saberlo controlar. Hay muchos dibujantes que, a pesar de tener una calidad brutal, se han quedado por el camino porque no han sabido enfrentarse a esta presión y al ritmo de trabajo.
Y en un trabajo que es tan solitario, ¿cómo se lleva esa presión?, ¿cómo te mentalizas para no dejarte llevar por las fechas de entrega, por el retoque excesivo…?
Se convierte en tu rutina. Cuando llevas muchos años ya sabes cómo vas a reaccionar, en qué momento eres más o menos productivo, cómo controlarte cuando te viene el típico plan de amigos o vacaciones de familia… Ya sabes decir que no o hasta qué punto puedes llegar con esas cosas. Tienes que tener un equilibrio entre la vida personal y el trabajo. Yo en los primeros años lo pasé fatal, porque empecé muy joven, con veinte años recién cumplidos yo era el que se quedaba en casa encerrado. Recuerdo que en aquel momento lo que intentaba era traerme a todo el mundo a casa para que me viera dibujar, para estar al menos con ellos y yo seguir trabajando. Con los años, ya es rutina y ya es mi vida por completo. Al final, es jodido decirlo, pero todo empieza a ser un poco secundario, porque una profesión tan exigente como esta tienes que tener clarísimo que tiene que ser siempre prioridad. Hoy en día lo tengo totalmente asimilado. Ahora lo que estoy intentando hacer es desandar un poco ese camino, porque también tengo que dedicarle tiempo a mi familia, a mi novia y a mis amigos, y muchas veces esta profesión te absorbe tanto que como te descuides la verdad es que puede ser lo único que hagas en tu vida, tienes que controlarlo.
Volvemos a tu exclusividad con Marvel, ¿qué es lo próximo que te va a absorber, si es que se puede decir…?
De momento no se puede decir. Ya sabemos lo que viene para el año que viene después de Valquiria, pero todavía queda mucho tiempo hasta que salga eso publicado. Solo puedo decir que es algo gordo y que estoy muy contento.
Y al margen de lo que no puedes decir, ¿qué te gustaría, cuál es el sueño que tienes en tu regreso a Marvel, aunque sea más allá de este contrato?
El sueño a corto-medio plazo sería hacer un número de Amazing Spider-Man, aunque solo fuera un número, no necesito más, lo que quiero es estar en Amazing Spider-Man y que en algún momento aparezca mi nombre en los créditos. Y ya aparte de eso, incluso fuera de Marvel, yo lo que querría es hacer proyecto propios, escribir o trabajar con guionistas como Dysart, me gustaría volver a hacer algo con él con total y absoluta libertad de personajes, de temas, de historias, de tonos… Eso sí que me gustaría probarlo una vez que acabe mi etapa en Marvel, que no sé cuántos años van a ser.