CÓMIC PARA TODOS

‘Heavy Vinyl’, de Carly Usdin y Nina Vakueva

Editorial: Fandogamia.

Guión: Carly Usdin.

Dibujo: Nina Vakueva.

Páginas: 112.

Precio: 10 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Febrero 2019.

El mejor consejo para entrar en Heavy Vinyl es hacerlo sin haber leído nada sobre la serie. Ni siquiera la contraportada. Ni la sinopsis. Nada de nada. No es que sea la Biblia, ni el Contrato con Dios de Will Eisner (aquí, su reseña) ni que el resultado de su lectura dependa de un gran spoiler. No, lo es eso. Pero es un tebeo tremendamente simpático sobre lo que sucede en una tienda de discos en la que trabajan cuatro chicas a las órdenes de una gerente de solo 24 años, ¡juventud al poder!, pero es una tienda que esconde muchos secretos. ¿Ya los conoces? ¿Ya has leído este primer volumen de la serie? Perfecto, porque entonces ya podemos hablar en confianza y decir que esto es una suerte de revisión del Danger Girl de J. Scott Campbell (aquí, su reseña) cargada de ingenuidad y ambiente noventeros, y de una desenfadada diversión de Girl Power. Carly Usdin da con una buena mezcla, en la que no duda tampoco en tirar de tópicos, y el diseño y posterior dibujo de Nina Vakueva contribuye a que Heavy Vinyl entre tan fácilmente por los ojos. ¿Los tópicos? La protagonista es una joven que entra en un mundo desconocido para ella y en el que no está segura de encajar y en el que acaba siendo clave para resolver la trama mientras se enamora de otra de las protagonistas. Suena, ¿verdad? Pues da igual, funciona.

Lo hace porque la alocada propuesta de un club de la lucha, más bien una liga de justicieras, oculta en el marco de esa tienda de discos, se gana el cariño del lector con relativa facilidad, lo que hace más fácil perdonar las lagunas de verosimilitud o inocencia exagerada que pueda tener la historia. Que las tiene, eso parece claro, pero sin mermar las virtudes que también va acumulando para que nos enganchemos al relato. Usdin crea buenas relaciones de amistad, personajes bien definidos aunque en algún caso respondan a arquetipos demasiado evidentes, y va forjando lo que sería una sitcom equilibrada y diversa con una facilidad tremenda. Aporta, entre tanto, un homenaje a la música y a la cultura de los años 90, también al fenómeno fan y tanto a la necesidad de ídolos como la de no mitificarlos en exceso. Y aunque no sea una serie especialmente ambiciosa, cosa que en realidad no necesita, es uno de esos tebeos que se leen con mucha facilidad gracias a unos diálogos buen escritos y realistas que encajan en una situación que toca lo surrealista. Ese contraste asoma Heavy Vynil a lo delicioso, y cuando acaba este primer arco argumental de la serie la autora consigue que queramos saber más de todas las protagonistas, de su pasado y de su futuro, porque está en un punto que, administrado con inteligencia, puede alargarse mucho tiempo.

A eso contribuye y mucho el dibujo de Vakueva. Como si estuviera diseñando a las Spice Girls (¿y quién dice que en realidad no lo esté haciendo dentro del marco de esta historia?), da características propias, intransferibles e identificativas para cada una de las chicas del grupo, jefa incluida. Son sus Ángeles de Charlie, pero siendo Charlie también una mujer, y son más que las que formaban aquel trío, así que hay más detalles que ver. Vakueva los encuentra todos en lo visual, pero también en el lenguaje corporal, y eso es muy agradable de ver. También acierta a la hora de crear el ambiente años 90 en el que se desarrolla la serie, y en el tono de comedia adolescente que se resiste a abandonar desde ese formato de teórico diario de la más joven e inexperta de todas estas luchadoras. Con todas estas características, lo bueno de Heavy Vinyl es que es difícil de clasificar. ¿Referencias? A montones, las ya mencionadas y otras muchas que responden a los mismos arquetipos. Pero al final es un batiburrillo ideal para perderse solo en su mundo, sin necesidad de pensar en demasiados padecidos una vez que los hemos detectado. Y es todo tan divertido y cercano en este cocktail que nos han preparado Usdin y Vakueva que los problemas se olvidan rápido para que el entretenimiento coja las riendas de la lectura de principio a fin.

El volumen incluye los cuatro números de Heavy Vynil, publicados originalmente por Boom Box! entre agosto y noviembre de 2017. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Nina Vakueva, Brooklyn Allen y Veronica Fish, y un portafolio de bocetos de Vakueva.

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Esta entrada fue publicada en 28 marzo, 2019 por en BOOM! Box, Carly Usdin, Fandogamia, Nina Vakueva y etiquetada con , , .

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