Guión: Doug Moench.
Dibujo: Kelley Jones.
Páginas: 128.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2018.
De la misma manera que sucede con las historias de Batman que hicieron Chuck Dixon y John Van Fleet, El cáliz y El Ankh (aquí y aquí, sus reseñas), hay relatos de Doug Moench y Kelley Jones que se mueven en las fronteras que separan la continuidad y los Otros mundos, la línea alternativa que DC ideó en los años 90, sin que a veces se distinga a cuál pertenece cada una. Lo invisible, el particular homenaje de los autores al hombre invisible de H. G. Wells aunque en realidad tenga más que ver con El hombre sin sombra de Paul Verhoeven, es una clara muestra. No es un Otros mundos, pero podría serlo por temática y por desarrollo. De hecho, eso encajaría más con el bizarro y atrevido estilo de dibujo de Jones, pero en este caso nos movemos en la continuidad habitual de Batman, y eso conviene dejarlo claro desde el principio. Quizá eso resta algo de atrevimiento que la falta de limites habría permitido a los autores, pero en todo caso culmina como una pequeña rareza que disfrutarán por encima de todos quienes aprecien el trabajo que Moench y Jones hicieron en las series regulares del Caballero Oscuro, marcando claramente una época en los 90, con ese toque de fantasía oscura que tanto le gusta al escritor, y que de hecho fue también la base de sus Otros mundos con Jones, y con el estilo desbocado del ilustrador.
Moench, un tipo hábil y que escribió mucho Batman en aquellos años, no firma aquí su relato más equilibrado. Más allá de la obsesión por el miedo que causa en los criminales, un tema que queda más expuesto que desarrollado, el héroe no tiene un protagonismo demasiado marcado. El villano de la galería de Batman que aparece, Máscara Negra, también queda algo desdibujado. Todo cede ante el empuje del hombre invisible que crea, uno en el que, además de la lógica y previsible locura acompañada de delirios de grandeza que provoca el suero de la invisibilidad, aquí añade una característica más que, la verdad, se queda algo floja: el hambre. Con estas bases, Moench perpetra una historia de venganza que no se sale de la norma y que, al final no afecta demasiado a sus protagonistas. La idea parecía ser la de juguetear un poco con uno de los arquetipos del terror y adaptarlo a la realidad de Gotham, pero la propuesta se queda ahí y no va más allá. Y es por eso que surgía la reflexión inicial sobre Otros mundos, porque da la sensación de que ambientando esta historia a finales del siglo XIX o comienzos del XX y haciendo que su final fuera algo más arriesgado, probablemente podría haberse convertido en el primer capítulo de una saga que siguiera los pasos de Batman. Vampiro (aquí, su reseña). Pero así le falta algo de fuerza.
Y también le falta otra cosa. Moench, que también es perro viejo, descansa demasiado en el dibujo de Jones. Es un ilustrador que tiene a un público convencido precisamente por lo rompedora que es su propuesta, alejada de los cánones más clásicos e incluso una extravagancia en los años 90 en los que vivió su auge. Siempre tiene que haber un primero, pero normalmente un lector no se asoma a un cómic dibujado por Jones a ver qué le parece sino convencido de su disfrute. Y en Lo invisible cumple con todo lo que se espera de él, musculaturas imposibles, arquitecturas retorcidas y la capa del héroe protagonizando la escena casi como si estuviera viva. Todo está ahí en la forma en la que se espera. Quizá el hallazgo más divertido de estas páginas esté en la forma en la que idea su hombre invisible, generando esa translucidez por capas físicas, o la forma en la que utiliza la capa de Batman en el clímax, un regalo que Moench sin duda escribió pensando en la manera en la que Jones la interpretaría. Lo Invisible no es el mejor de los cómics que Moench y Jones hicieron para Batman, a pesar de que su formato de miniserie siempre le dé un halo de ambición superior al de una serie regular, pero seguro que los completistas, más los del dibujante que los del escritor, encuentran motivos más que de sobra para celebrar su publicación.
El volumen incluye los cinco números de Batman: Unseen, publicados originalmente por DC Comics entre octubre y diciembre de 2009. El único contenido extra son las cubiertas originales de Kelley Jones.
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