CÓMIC PARA TODOS

Entrevista con Don McGregor: «No les entusiasmaba precisamente tener un reparto de personajes negros, aunque ellos fueron los que ambientaron las aventuras de Pantera Negra en Wakanda»

Las convenciones son lugares maravillosos en los que conversar sobre cómics con personas fascinantes, autores que han tenido un papel, más o menos pequeño, en los cambios que han tenido lugar en el medio. Don McGregor, aunque no sea un nombre que se asocie a las grandes revoluciones del cómic americano, estuvo allí cuando los personajes negros pugnaban por el lugar que se merecían, cuando el cómic no podía decir que tenía personajes homosexuales aunque quienes los escribieran supieran perfectamente cuál era su orientación sexual. Don McGregor fue el hombre que cambió el destino de Pantera Negra y el primero que hizo que una mujer blanca y un hombre negro se besaran en un cómic de superhéroes, en Killraven. Pero las convenciones son también lugares apresurados, en los que el tiempo para conversar con estos autores increíbles es escaso. Con Don McGregor tuvimos muy poco tiempo en la Heroes Comic Con de Madrid, mucho menos del que nos habría gustado porque lo que nos contó era historia pura del cómic americano, pero nos dejó unas cuantas pinceladas de la impronta que dejó en aquella mágica década de los 70 en la que forjó su leyenda como escritor.

Cómics de terror, superhéroes negros, el primer beso interracial que hiciste con P. Craig Russell en Killraven… Cuestiones bastante polémicas en el mundo del cómic en los años 70…

Lo primero que habría que preguntarse es por qué son cuestiones polémicas. No deberían serlo, pero lo eran y lo fueron más de lo que yo pensaba que lo serían. No me di cuenta de cuánta resistencia iba a oponer la gente para tratar estos temas. Había una serie de normas no escritas sobre lo que podías y no podías hacer en los cómics. La cultura pop ha cambiado mucho en los últimos 40 años. Todo lo que ahora hace que la gente aplauda a Pantera Negra, a los editores no les gustaba en Panther’s Rage. No les entusiasmaba precisamente tener un reparto de personajes negros, aunque ellos fueron los que ambientaron las aventuras de Pantera Negra en Wakanda sin darse cuenta de que todo el mundo procedía de África, todos eran de Wakanda, y eso significa que todos los personajes tenían que ser negros. Cuando la gente me pregunta por esto, tengo que decir que yo no lo escogí, ¡ellos lo hicieron! Y lo único que tiene sentido en una sociedad africana supersecreta es que no hay blancos. Eso se convirtió en un elemento de fuerte debate número tras número. Cuando terminé Panther’s Rage y Killmonger, lo siguiente era que Pantera Negra se enfrentar al Ku-Klux-Klan. La idea era hablar del extremismo en América, era una historia sobre el bicentenario, sus dos siglos de vida, era algo así como mi regalo de cumpleaños para América. Le debió llegar a algunas personas que estaba haciendo esto y me dijeron que no podía hacerlo. Durante dos años y medio no pararon de decirme que sacara a personajes blancos, se los doy de una vez por todas ¡y todavía siguen quejándose, no había manera de contentarles! Había quien pensaba que tenía intereses ocultos, pero yo vivía la vida en Nueva York, así que tenía amigos que tenían conflictos interraciales, tenía amigos gays. En 1973 estas cosas podían provocar despidos. No, no había intereses ocultos, era cuestión de mirar al mundo, soy un narrador y escribo sobre el mundo que veo.

Pero Stan Lee no estaba tan seguro de lo oportuno que era aquel beso interracial…

En Pantera Negra tenía a Taku y Venomm. Eran personajes gays. No podía decirlo mucho en 1973, porque si lo hubiera hecho ahí hubiera acabado todo, era cruzar una línea roja. En Killraven hice que M’Shulla y Carmilla Frost acabaran juntos. Oculté mis intenciones a los editores, sabía que no podía decir demasiado pronto que buscaba una relación interracial porque me habrían dicho que no. No me importa lo que puedan decir ahora, en 2018, que lo habrían permitido. ¡No, no, no, no me habrían dejado! Lo que hacía era picar a los fans, que no paraban de preguntar cuándo iban a acabar juntos. Cuando llegó el suficiente apoyo para ello, hablé con Stan para presentarle mis argumentos para propiciar ese beso interracial. Tenías que seguir los cauces correctos, tenías que hablar con el editor jefe y decirle que querías tener una reunión con Stan. Por fin tuvimos esa reunión en la oficina de Stan, y lo primero que me dijo fue «bueno, ¿no podría ser verde?». Y no, teníamos un personaje verde, pero no era M’Shulla. Yo sabía que una de las cosas que más le preocupaba a Stan era ser el primero en llegar a los sitios, así que le dije que había rumores de que DC estaba planteándose incluir un amor interracial en uno de sus tebeos románticos, así que le dije que sería muy triste que DC fuera el primero en hacerlo y Marvel le siguiera. «¡No, no quiero eso!», me dijo. Así se decidió que lo hiciera, pero tenía que ser en un único color, tenía que verse a los personajes en la viñeta en color púrpura para que de esa manera no se pudiera ver que había un personaje blanco y otro negro. No sé realmente qué pasó, me llamaron de la oficina y me preguntaron qué había pasado porque había salido a todo color. «¿De verdad? ¿Cómo ha sucedido? La verdad es que está bastante bien», les dije. La única manera de hacer estas cosas es fijarse en la vida real.

La verdad es que muchas veces los aficionados y los periodistas nos fijamos en la valentía que hubo en los cómics de los años 80, pero los 70 fueron increíbles… ¿Qué recuerdos tienes de aquella época?

Yo llegué a Nueva York en los años 70 desde un estado más pequeño, Rhode Island, era algo muy emocionante. Yo quería contar mis historias, encontrar personas que entendieran lo que me entusiasmaba, conocí a Billy Graham, Alex Simmons. Nos encantan los cómics, las películas, las series de televisión, nos apasionaban. Lo más grande de aquella época es que trabajé con Rich Buckler, Billy Graham, Craig Russell, Gene Colan… Era tremendo trabajar con esta gente, tuve mucha suerte de tenerlos, si me preguntas qué fue lo mejor de aquella época fue trabajar con ellos y que se convirtieran en mis amigos. No querían a Rich Buckler en Pantera Negra, entonces no era para ellos un personaje importante. Solo lo hizo porque nos hicimos amigos, porque le querían para Los Vengadores o Los 4 Fantásticos. ¡Gracias a Dios por Rich, porque dijo que quería hacer Pantera Negra conmigo! Rich se acababa de mudar al Bronx cuando yo llegué a Nueva York, trabaja en las oficinas de Marvel durante el día y me iba a casa de Rich por las noches a pensar qué hacíamos con Pantera Negra. Eso fue muy emocionante. Después pusieron a Billy Graham en la serie, y ya éramos buenos amigos, sabía que Billy entendería muy bien mis guiones y lo que yo quería hacer. La gente piensa que yo coloqué ahí a Billy y no, lo cierto es que entonces a los artistas negros solo les daban personajes negros. Para mí fue una suerte, porque nos entendíamos muy bien.

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Esta entrada fue publicada en 6 noviembre, 2018 por en Don McGregor, Entrevista, Panini y etiquetada con , , , .

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