‘Batman. Pequeña Gotham’ 1, de Dustin Nguyen y Derek Fridolfs

Editorial: ECC.

Guion: Dustin Nguyen y Derek Fridolfs.

Dibujo: Dustin Nguyen.

Páginas: 24.

Precio: 1,95 euros.

Presentación: Grapa.

Publicación: Agosto 2018.

Es lícito preguntarse si Batman. Pequeña Gotham es en realidad el pequeño tebeo infantil que aparenta ser, uno en el que los personajes más conocidos de Gotham tienen una estatura más reducida que de costumbre hasta parecer todos, héroes y villanos, tan niños como lo es Robin. La comparación con los Marvel Babies de Skottie Young parece más que evidente, pero no es lo mismo. Dustin Nguyen y Derek Fridolfs, que ya han interpretado al personaje en lides más adultas, buscan anécdotas cómodas y sencillas de digerir, nada mejor que las festividades más americanas que existen, Halloween y Acción de Gracias, y en ese escenario deslizan dos pequeñas historias que además de continuos momentos cómicos van escondiendo también otras cosas, como el momento a lo Flautista de Hamelin de Robin con unos pavos que utiliza el Pingüino para su plan maestro. Sí, ese es el nivel de locura que preside Pequeña Gotham y el gran encanto que desprende este tebeo, original y sorprendente, pero sobre todo fresco. Es innegable a estas alturas que el cómic de superhéroes nos está llevando con frecuencia a escenarios oscuros, por lo que títulos como este pueden suponer una sorpresa tan grande que hay una cierta tentación de infravalorarlos o no darles todo el mérito que pueden tener. Y Pequeña Gotham tiene muchos.

Nguyen, que además se encarga de dar a la serie su encantador estilo visual, y Fridolfs conectan tan bien con los personajes desde esta sorprendente encarnación que casi parece un tebeo sencillo de hacer. Y no lo es por muchas razones. Primero, por el sorprendente aspecto de los personajes, algo que no deja de asombrar que funcione tan bien durante tantas páginas aún cuando parece algo tan loco. Después, por el encanto de las historias y los diálogos, dando forma de una manera más creíble que nunca al concepto de Batfamilia y haciendo del cínico Damian Wayne, por fin, un personaje con el que uno se puede identificar. Sigue siendo él, pero lo es de una manera diferente. Todo en el tebeo está pensado para conectar con audiencias infantiles, el color, la forma en la que se presentan los personajes, las mismas historias, pero al mismo tiempo es tan fácil para un lector adulto entrar en el juego que hay que ver Pequeña Gotham como un soplo de aire fresco más que necesario. El superhéroe necesita también cosas como esta. Sin luz, no se puede apreciar la oscuridad, y si queremos disfrutar de la faceta más seria de Batman también conviene de vez en cuando que nos riamos con el personaje. Hacerlo además de esta sorprendente manera es algo que seguramente no entraba en los cálculos de muchos lectores, pero incluso a los más fieros defensores de la esencia del Caballero Oscuro habría que recomendarles un paseo por esta interpretación.

DC Comics publicó originalmente el primer número de Batman: Li’l Gotham en octubre de 2012. No tiene contenido extra.

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