Guión: John Allison.
Dibujo: Lissa Treiman.
Páginas: 112.
Precio: 10 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Julio 2017.
Hay algo que Giant Days muestra desde un primer vistazo, que solemos dar por sentado y que en realidad no es tan frecuente: simpatía. John Allison y Lisa Treiman crean un cómic tremendamente simpático. Escogen bien a sus protagonistas, tres chicas con pocas cosas en común aparentemente pero que van a vivir juntas su experiencia universitaria. Eligen todavía mejor el aspecto visual del tebeo, porque Treiman es una animadora vinculada a Disney que muestra aquí su primer trabajo en viñetas. Y arrancan así una serie pensada en construirse sobre episodios autoconclusivos pero que tendrá detalles de continuidad que ayudan a perfilar a los personajes. La apuesta es muy acertada y consigue la cercanía necesaria para que una historia anclada en la realidad pero a la que se le permiten ciertos guiños fantasioso enganche a lectores de toda condición. Giant Days, de hecho, destaca porque ataca directamente a la obsesión por las etiquetas que hay en la ficción contemporánea. No es una serie de chicas, por mucho que sus tres protagonistas sean mujeres. Y no es una serie para universitarios, aunque Daisy, Esther y Susan estén en esa fase de sus vidas. Es, sencillamente, un cómic simpático, divertido y bastante bien escrito y dibujado, que engancha con la misma intensidad por lo que cuenta y por lo que todavía no nos ha contado.
Y es que Allison lo que nos ofrece es una sitcom pura y dura. No cuesta nada pensar que cada uno de los cuatro episodios que forman este primer volumen podría ser el guion de un episodio de veintitantos minutos. Lo más divertido está en que no hay origen. Lo que averiguamos de Daisy, Esther y Susan es lo que ellas nos cuentan en su día a día. No hay introducción sobre sus familias o sobre sus pasados. Casi da igual lo que estudien o dejen de estudiar. Lo que nos importa es lo que les pasa y, sobre todo, a nivel emocional. ¿Estamos hablando de una traslación de Friends a la universidad? Un poco sí, pero en realidad el paralelismo es más por la mencionada cercanía con los protagonistas que con el estilo de sitcom por el que apuesta. Lo mejor de Giant Days es que da siempre la sensación de ser una calculada improvisación. Se nota un trabajo notable a la hora de definir a cada una de las tres protagonistas, cómo hablan y se mueven, con qué sueñan y qué les da miedo, pero el desarrollo de la historia se construye a través de las casualidades, de pequeñas anécdotas, de detalles inesperados, de amores fallidos o no correspondidos. Y como los temas que toca son universales, la ya reiterada simpatía entra en juego y permite entrar en este mundo de una manera bastante natural, con un humor claro y agradable.
Volvamos a la simpatía mencionada al principio. ¿Qué otro adjetivo mejor que ese puede haber para definir el dibujo de Treiman? La portada del volumen y la primera ilustración de la historia, en la que vemos juntas a las tres protagonistas, marcan la pauta de la serie de una manera clara e inmediata. Y la experiencia como animadora de la ilustradora hace, por un lado, que el diseño de cada personaje sea casi perfecto tanto en un primer golpe visual como para después entender las sensaciones que expone, y, por otro, que no cueste nada imaginar cada viñeta con movimiento, cada expresión de las tres chicas en una que podremos reconocer en nosotros mismos o en alguien que conozcamos. Los artificios visuales, los flashbacks, las onomatopeyas o los fondos que ayudan a definir situaciones concretas (las ondas en el fondo de la secuencia en la que Esther convence a Susan para formalizar una apuesta, el paquete de tabaco que cobra vida, el cambio en los fondos para añadir dramatismo a algunas escenas) se integran de una manera divertida en el tebeo. Giant Days se lee, así, con un enorme agrado. Tanto, que una serie pensada inicialmente para quedarse en seis números sigue todavía publicándose cerca ya de los 30. Si después de estos cuatro primeros el nivel se mantiene, estamos ante una serie sencilla, sincera y divertida, de esas por las que da gusto pasar.
El volumen incluye los cuatro primeros números de Giant Days, publicados originalmente por Boom! entre marzo y junio de 2015. El único contenido extra son las portadas originales de Lissa Treiman, Meredith Gran, Shelli Paroline y Branden Lamb, y Adam Vass.
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