CÓMIC PARA TODOS

‘Los Vengadores Costa Oeste. El ataque del Zodíaco’, de Steve Englehart y Al Milgrom

Editorial: Panini.

Guión: Steve Englehart y Al Milgrom.

Dibujo: Al Milgrom.

Páginas: 192.

Precio: 17,95 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Enero 2017.

Con Perdidos en el espaciotiempo (aquí, su reseña), Steve Englehart y Al Milgrom lograron que Los Vengadores Costa Oeste se convirtiera en una serie formidable. Quizá, de alguna manera, contra todo pronóstico, porque en el fondo un invento de esta naturaleza, una rama de los Vengadores, al otro lado de Estados Unidos, parece a priori más una maniobra de márketing que un intento creíble de forjar una buena historia. Pero Steve Englehart, viejo zorro, y Al Milgrom, crearon una serie destacable, que supo aceptar el envoltorio palomitero de acción, trajes coloristas y armaduras para ir deslizando temas de calado y evolución de personajes que hasta ese momento, como mucho, podían presumir de ser secundarios ilustres, y en muchas ocasiones ni tan siquiera eso, porque asistimos aquí a los primeros grandes pasos de algunos héroes. El ataque del Zodíaco persevera con más claridad en la vertiente más espectacular de la serie, pero al mismo tiempo es capaz de ir colando elementos de interés que se aprecian más cuando se ha terminado de leer que cuando el ruido de los sables está teniendo lugar mientras se pasan las páginas. Y eso, por mucho que no sea un tebeo grande entre los grandes de Marvel, hace que Los Vengadores Costa Oeste mostraran con los números de este volumen un paso firme que para sí quisieran las series contemporáneas.

En el enfrentamiento de estos Vengadores con el Zodíaco es donde se aprecia el lado más superficial del entretenimiento superheroico por el que apuesta Englehart. Es eficaz, no hay duda, pero también algo ingenuo, como se puede ver con la escena en la que Ojo de Halcón es acechado por el Zodiaco, casi como si fuera una escena de una comedia. Y por eso, lo que queda es lo que va tejiendo por detrás. Las dudas de Pájaro Burlón, que no tiene claro si contarle a Ojo de Halcón, su marido y líder del grupo, lo que realmente pasó con el Jinete Fantasma en el viejo oeste. La cuestión que plantea el Caballero Luna, de manera personal con sus actos y dentro del grupo con sus palabras, sobre la conveniencia de que los Vengadores puedan segar vidas cuando sea necesario. Las insinuaciones nada veladas de Tigra, que hacen de ella una mujer descarada y sexualmente desinhibida más allá de su escueto uniforme. Incluso el debate sobre la identidad de Ojo de Halcón y su confianza para dirigir a los Vengadores cuando el Zodíaco consigue crear un doble suyo. Y todo ello, además, está dirigido a hacer evolucionar lo que Englehart ya venía proponiendo en números anteriores, con lo que se aprecia que todo forma parte de un plan bien elaborado, por mucho que el ruido y los combates, necesarios, amenacen por momentos con dejar todo esto en un segundo plano.

Tan eficaz como el guion de Englehart es el dibujo de Al Milgrom, aunque con algunos matices. Es verdad que por momentos puede parecer algo anticuado, parte indudable de la época en la que vio la luz, la segunda mitad de la década de los 80, pero es verdad que esas segundas lecturas que propone la historia se aprecian porque el dibujante es capaz de mostrarlas. Los primeros planos, la expresión de Pájaro Burlón sobre todo, acaba demostrando la capacidad de Milgrom para que el dibujo sirva perfectamente a los propósitos de la parte más psicológica y emocional de esta serie. La acción mejora cuanto más grandes son las viñetas que diseña Milgrom, porque en las más pequeñas sufre con el movimiento de los personajes, pero como en muchas ocasiones consigue dejar viñetas bastante agradables de ver todos los defectos que pueda tener este trabajo se perdonan con más facilidad. El ataque del Zodíaco no alcanza, eso es evidente, el mismo nivel de Perdidos en el espaciotiempo. Pero es que aquel volumen anterior es la joya de esta serie, el momento verdaderamente clásico y trascendente. Este, no obstante, es una continuación bastante fluida y natural, que mantiene el interés y sigue introduciendo temas para deleite de los seguidores de esta rama de los Vengadores, que desde luego no se van a aburrir en lo más mínimo.

El volumen incluye los números 25 a 32 de West Coast Avengers, publicados originalmente por Marvel entre octubre de 1987 y mayo de 1988. El contenido extra lo forman una introducción de Raimón Fonseca y las cubiertas originales de Al Milgrom.

Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

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Esta entrada fue publicada en 3 mayo, 2017 por en Al Milgrom, Cómic, Marvel, Panini, Steve Englehart, Vengadores y etiquetada con , , , .

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