‘Stardust’, de Neil Gaiman y Charles Vess

Editorial: ECC.

Autor: Neil Gaiman.

Dibujo: Charles Vess.

Páginas: 224.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2016.

Hay muy pocos autores que puedan hacer funcionar la fantasía desde tantos puntos de vista diferentes como Neil Gaiman. Por tono y por medio. Las historias de Gaiman pueden ser amables, divertidas, cínicas, dramáticas y hasta tenebrosas, y pueden llegar en formato de cómic, de prosa o de libro ilustrado con la misma facilidad. Con la misma genialidad. A estas alturas, descubrir su genio es algo casi superfluo. Pero es que, ante una genialidad como Stardust, ¿quién puede resistirse precisamente a eso, a destacar que Gaiman sobresale en el terreno en el que se lo proponga? Stardust es una novela, pero que nos llega de la mejor de las maneras posibles, ilustrada por Charles Vess. Gaiman se transforma para construir un cuento de hadas, para que su prosa sea completamente diferente a la que nos tiene acostumbrados para abordar tradiciones literarias británicas y una fantasía más aventurera y luminosa de lo que suele ser habitual en él. Y Vess aporta la dosis de magia necesaria para que estemos ante uno de esos libros que se recorren con enorme agrado, porque supone un festival de imaginación y fantasía sin límites que, por contradictorio que sea con respecto a esa variación de estilo que se ha comentado antes, es puro Gaiman. La clave está ahí, en que Gaiman cambia en función de lo que necesita la historia. No se impone, la deja fluir.

Y quizá por eso la historia acaba de una forma tan anticlimática, no por su epílogo sino porque en realidad falta un gran momento espectacular al final. No lo necesita, pero muchos lectores lo esperarán. Y al acabar se darán cuenta de que no hacía falta. De que la historia tiene el final que merece, porque es el final lógico a un viaje formidable, en el que vemos estrellas caídas, fantasmas que hablan, unicornios y barcos flotantes. Los vemos porque Gaiman los hace palpables, pero también porque las ilustraciones de Vess son espléndidas. Lo son los personajes que diseña pero también, y sobre todo, por los detalles. Vess no se limita a dibujar lo que toca en cada momento del relato, sino que aporta una visión diferente, pequeña, íntima, a ves incluso sin mostrar a los personajes, quedándose en un pequeño detalle, una hoja que cae, una mano tendida, un rastro en el cielo. La belleza, en todo caso, que hay en las grandes ilustraciones del libro, es soberbia. Vess es, sin duda, la elección perfecta para que Stardust crezca hasta un punto increíble, que seguramente está a la altura de los mejores sueños de Gaiman. Y eso es mucho decir, porque soñar, lo que es soñar, Gaiman sueña mucho. Y si nos hace partícipes de sus sueños de una manera tan soberbia como en Stardust no hay queja alguna ni pero que se le pueda poner a su obra. Imprescindible a todas luces.

El volumen incluye los cuatro números de Stardust, publicados originalmente por DC Comics a través de su sello Vertigo entre diciembre de 1997 y marzo de 1998. El libro no tiene contenido extra.

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