Guión: Aitor I. Eraña.
Dibujo: Aitor I. Eraña.
Páginas: 132.
Precio: 9,95 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Octubre 2016.
Cómic y webcómic van de la mano desde hace ya mucho tiempo. Muchos son los autores que inician sus pasos en Internet, consiguen éxito y un grupo de seguidores y acaban viendo publicada su obra en formato físico. Y esa sinergia es algo que se agradece porque demuestra que el esfuerzo por hacerse un hueco sin llenarse la cartera desde el principio es algo que puede acabar compensando. Ni Internet es la panacea, ni al formato físico llegan siempre los que se lo merecen, pero de vez en cuando se da una conjunción de planetas y suceden cosas bonitas. Freaks es una de ellas. Y se agradece también que Aitor I. Eraña no se haya limitado a trasvasar lo que ya había publicado en la Red a un formato físico. No hay más que pasarse por el webcómic para ver que Eraña se ha pegado un duro trabajo para hacer del libro una experiencia que satisface a los seguidores más antiguos pero también a quienes se asomen por primera vez a este universo. Divertido universo, por cierto, que encuentra en este formato su acabado más perfecto. Siguen siendo las tiras clásicas pero pasadas por un esfuerzo de redibujo y rotulado, amén de algún cambio más que el propio autor explica en los extras de la obra, que convierten la lectura en una muy simpática experiencia, incluso admitiendo que no hay nada especialmente original en la propuesta.
La verdad es que desde que Kevin Smith convirtió sus películas en recipientes de sus inquietudes como fanboy, descripciones humorísticas de esta forma de vivir el cine, el cómic, la televisión y los videojuegos no tienen por qué contar con la originalidad como elemento indispensable. Pero Freaks cuenta con otro factor que sí se antoja imprescindible, la empatía. Con un grupo tan variopinto como el que forman Eva, Rol, PC, Dante, Nikita, Alba y Stanli, nombres que de hecho ya apuntan los primeros chistes, Eraña logra para el friki lo que, por ejemplo, JMV logró con Bok! (aquí, su reseña) para el estudiante universitario, una identificación que no tiene por qué producirse con todas las tiras ni con todos los protagonistas pero que sí se da con la suficiente frecuencia como para que la diversión sea continua. Las referencias a mundos tan diversos, que son los que conforman esa amalgama cultural que se aplica a los frikis con algo de simpleza, es lo que permite que siempre haya alguna entendible y que provoque la risa e incluso la carcajada. Da igual que sea Pulp Fiction, Superman, Donkey Kong, el Doctor Muerte o los comportamientos que se achacan a quienes disfrutan de estos sectores de la cultura popular ante sus títulos favoritos, el caso es que la conexión es casi inmediata. ¿Quién mejor que un freak para hablar de Freaks?
Queda más claro que Eraña forma parte de una fauna de la que, en realidad, cada vez más personas formamos parte. Quizá cuando Freaks echó a andar, no éramos tantos. Hoy lo somos. Y quizá por eso el webcómic ha dado este salto al libro impreso, porque cada vez hay un público más amplio capaz de disfrutar con tiras como estas. Se agradece, eso sí, que Eraña haya decidido mejorar la presentación, entendiendo que para comprar un libro siempre hay que ofrecer algo más de lo que se puede consultar de manera gratuita online. El estilo del autor es claro, directo, mucho más limpio de lo que era en el webcómic, aplicando grises, sombras y una rotulación elegante a sus diseños, nacidos desde la sencillez por la propia naturaleza de la obra pero también porque gracias a eso la comedia funciona con mucha más facilidad. Lo mejor de Freaks es que propone al aficionado una sonrisa sobre uno mismo, sobre comportamientos que, para qué negarlo, son graciosos aunque para nosotros tengan un componente casi místico y litúrgico. Somos Freaks. Y vernos reflejados en las viñetas de alguien que claramente aceptaría esa misma consideración (porque las referencias no son de los personajes sino del autor) es algo que se acepta con mucho agrado. Divertir no es tan fácil y Eraña, con pretensiones modestas, lo consigue con creces. Y eso hay que valorarlo.
El volumen incluye las 115 primeras tiras de Freaks que Aitor I. Eraña publicó originalmente como webcómic entre 2004 y 2007, redibujadas y retocadas para el volumen. El único contenido extra son unas notas del autor explicando cada una de las páginas.
Podéis ver imágenes de este título aquí y aquí. Y en nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.
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