‘JLA’ 1, de Grant Morrison

Editorial: ECC.

Guión: Grant Morrison y Mark Millar.

Dibujo: Howard Porter, Óscar Jiménez y Don Hillsman.

Páginas: 256.

Precio: 25 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2015.

No cabe duda de que una de las características esenciales de los cómics de Grant Morrison es la enorme complicación de las tramas que urde habitualmente. En JLA las claves son diferentes, y el escritor se lanza a la acción de una forma mucho más decidido y menos enrevesada. Tanto es así, que lo más arriesgado que incluye Morrison en su primer arco argumental, de cuatro números y probablemente lo mejor que tiene este volumen, es la referencia a películas clásicas de terror y ciencia ficción que le sirven para dar título a cada episodio. Es verdad que más adelante se ve algo que después explotó con mucha más complejidad tanto para All Star Superman como en su larga etapa al frente de Batman, y es su enorme gusto por incorporar las historias del pasado, esas que pertenecen a épocas mucho más ingenuas y desenfadadas del mundo del cómic, a un presente mucho más maduro y serio, pero en el fondo estas aventuras de la Liga de la Justicia son para Morrison un divertimento, un patio de recreo, un paréntesis muy entretenido entre sus obras más personales. Y eso que no le tocó una época fácil, con el cambio de aspecto de Superman o el relevo en las identidades clásicas de nada menos que tres de los personajes de la Liga, Green Lantern, Flash y Green Arrow. Eso, la novedad, también hace que este volumen sea tremendamente ameno.

El Hiperclán, el grupo de superpoderosos que aparece en esa primera historia de Morrison, es muy típico de sus guiones. Lo que sorprenderá a quien haya seguido la trayectoria del británico es que su presentación, y la de la historia, sea tan directa. Va al grano. Nada de misterios, lo que importa es ver su interacción con la Liga de la Justicia. Y ese dinamismo la verdad es que le sienta muy bien al relato, y se convierte en seña de identidad tanto de las historias cortas como de las más extensas que propone Morrison. Ni en esta ni en La Mujer del Mañana hay una excesiva complicación, incluso hay algún cliché de más, pero eso sirve para que la serie sea más accesible que el trabajo habitual del británico. Es a partir de ahí cuando se pueden encontrar algunas señas de identidad más propias del autor, especialmente a la hora de trazar esos mundos paralelos para Superman, Batman, Wonder Woman o Flash, con especial atención a lo que Morrison reserva para el Caballero Oscuro (no hay ninguna duda de que es su personaje predilecto, por este y por otros detalles que va sembrando en este volumen), o incluso con la atrevida introducción de un ángel como aliado de la Liga. Y con Semilla estelar, el último de los grandes relatos que hay en este libro, Morrison rinde un homenaje al nacimiento del grupo con la ayuda de Mark Millar, autor de las dos pequeñas historias finales.

Howard Porter es el principal ilustrador de la serie, y su estilo desenfadado, con las virtudes pero no los defectos del cómic de los años 90, acaba convenciendo con mucha facilidad. Lo hace mucho mejor desde las ilustraciones de portada que desde las páginas interiores, pero el disfrute es total viendo el resultado, que logra la espectacularidad que necesitan las historias de la Liga de la Justicia, que es precisamente por lo que apuesta Morrison al prescindir de explicaciones demasiado largas (sólo cae en esa trampa al presentar el plan de La Llave). Los rostros no siempre están entre lo mejor de lo que ofrece Porter, pero no hay muchos más problemas en su dibujo. Óscar Jiménez le releva durante dos números que muestran a un ilustrador muy interesante, que acierta plenamente con los diseños alternativos y recogiendo el guante de la espectacularidad que requiere el relato, despidiéndose con una formidable splash page. Con un dibujo bastante efectivo, es mucho más fácil caer en la trampa de Morrison, que sabe desplegar las armas necesarias para que las aventuras de la JLA enganchen. Parte de lo más básico y primario, de lo que pide a gritos un grupo de superhéroes, y poco a poco va haciendo suya la serie. Quizá no satisfaga a los seguidores del Morrison más complejo, pero no es nada mala forma de introducirse en su universo personal.

El volumen incluye los números 1 a 9 de JLA y JLA: Secret Files, publicados originalmente por DC Comics entre enero y septiembre de 1997. El único contenido extra son las portadas originales de Howard Porter.

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